Ex Detenidos Desaparecidos descubren un campo de concentración en General Pacheco

Escribe Lautaro B.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Tres sobrevivientes del campo de concentración de la ESMA, encontraron la casa donde fueron detenidos varios compañeros secuestrados por la Armada, se trata de una quinta en la localidad de Tigre, las pruebas de los hallazgos serán llevados al juzgado federal n°12

De los sobrevivientes los compañeros Carlos Sueco Lordkipanidze, Blanca García de Firpo, Liliana Peregrino lograron identificar, en la localidad de General Pacheco, una quinta de Lugones 3649, que funciono como campo de concentración de la dictadura de Videla, a donde los represores los mandaron a “pasar el día ahí”. Este descubrimiento se hizo después de que los sobrevivientes tras años de investigación, fotos, mas la presencia de los ex desaparecidos de regreso a ese infierno, pudieron reconfirmar lo que ya sabían, asegurar que es el mismo lugar en que los represores los mantuvieron detenidos. En esa misma casa estuvieron cautivos, no solo El Sueco, Liliana y Blanca, si no también Alejandro Firpo; Lucía Deon y su pequeño hijo; Daniel Oviedo; María Victoria y Rodolfo, los niños del matrimonio Lordkipanidse-Pellegrino, Carlos Quique Muñoz, Víctor Basterra, entre otras personas que sobrevivieron. Entre los secuestradores denunciados se mencionan a Ricardo Miguel Cavallo, Adolfo Donda Tigel, Fernando Peyón, Chino o Pantano Sosa, Julio Tortuga Fernández y “varios verdes enfierrados”, según apuntó El Sueco a varios milicos que lo custodiaban (fuente: La Retaguardia). También fueron vistos en esa quinta con vida en febrero de 1980, a la mayoría de los secuestrados del denominado “grupo Villaflor”, Ramón Ardetti, Juan Anzorena, José Hassán, Josefina Villaflor, Pablo Lepíscopo, el único sobreviviente del mismo Grupo es Víctor Melchor Basterra. El caso del descubrimiento de este centro de detención y exterminio, se suma a los tres lugares del caso ESMA que fueron utilizados para alojar a los desaparecidos del campo de concentración de la marina en distintas oportunidades, la primera será una casa quinta que estaba en thames y panamericana, la segunda isla El Silencio, propiedad de la iglesia Católica que fue “prestada” a los genocidas, para trasladar a los desaparecidos a la isla, cuando fue la CIDH, a revisar la ESMA, ahora fue descubierta esta misma casa donde estuvieron cautivos los compañeros. El Sueco, compañero cofundador del recién creado organismo de DDHH, Encuentro Militante Cachito Fuckman (en memoria de su compañero y amigo, cachito, también sobreviviente de la ESMA), denuncio la existencia de esta quinta donde estuvieron cautivos, el, su mujer y sus hijos, en el estrado. La mujer de Lordkipanidse, como su hijo menor también estuvieron desaparecidos en la ESMA, la mujer había sido liberada, pero bajo vigilancia, cuando la llamaron y fue con sus hijos a la quinta de Pacheco: era para avisarles que se mantendrían ahí. El Sueco seguía estando en ese entonces detenido bajo la bota de los verdugos y la familia Lordkipanidse seguía estando controlada. En ese inmueble con pileta eran llevados los compañeros para darles falsas esperanzas de sobrevivir. Los ex desaparecidos pudieron estar completamente seguros de que era la casa, cuando se volvieron a encontrar con el árbol y el tanque de agua que seguían teniendo la misma forma particular de cuando los retenían ahí. Tras el descubrimiento de esta vivienda utilizada como centro clandestino de detención, en los años de terrorismo de estado, la justicia confirmó que llevará a cabo la investigación de los hechos en ese lugar, tras ya haber terminado el juicio ESMA III. El instructor de la causa es el Juez Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de manera subrogante del Juzgado Nº12. Luego de tantos años de impunidad, sumados a la lentitud de los juicios contra los genocidas, el Estado sigue sin abrir los archivos de la dictadura e investigar lo sucedido. Los juicios hoy en día pueden avanzar gracias al testimonio como la valentía de los sobrevivientes, que se animan a denunciar lo sucedido, incluso con la desprotección estatal que lleva a que corran riesgos al testificar, como sucedió con Julio López, que se encuentra desaparecido desde 2006 tras testimoniar contra Etchecolatz. Solo la lucha de los militantes de ddhh, los ex desaparecidos, familiares, como de los trabajadores logran que se puedan continuar con los juicios, descubrir lo que pasó, denunciar lo sucedido y continuar con la búsqueda de memoria, verdad y justicia.

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