Gustavo Barreyro, despedida apresurada

Escribe Germán Lavini

Tiempo de lectura: 2 minutos

El pasado jueves 17 de diciembre, en horas de la noche, falleció Gustavo Barreyro, cimiento fundamental en la construcción del Partido Obrero de la ciudad de Santa Fe y Santo Tomé.

Gustavo era panadero. Desafió los márgenes estrechos que tiene destinados este régimen social para los trabajadores; él se abría camino entre las dificultades y los obstáculos – que los tuvo y muchos. Si el laburo extenuante, las condiciones materiales y cierta testarudez, lo llevaron a no terminar el secundario, sin embargo, gracias a su capacidad y tenacidad, se desarrolló como cuadro revolucionario y socialista, que sorprendía por su conocimiento y sus vastas lecturas, su estudio de la teoría marxista, la economía, la historia y, en especial, la política internacional. Fue nuestro delegado por la regional de Santa Fe al congreso por la refundación de la IV Internacional, en 2004. Con Gustavo se aprendía siempre, cautivaba con su palabra, con su escucha aguda y sus respuestas ocurrentes y certeras. A todo le imprimió una dimensión propia y original, a su vida y a su militancia. "El panadero de Las Vegas", "el petiso", "el rengo" y más apodos, expresan la medida en que era reconocido y querido en cada barrio de Santoto, como por el activismo y la militancia de las demás corrientes. Por eso al conocerse la noticia de su fallecimiento, sinnúmero de homenajes, anécdotas y recordatorios de compañeros y amigos han florecido en las redes.

Con 49 años, el recorrido de Gustavo parece superar los años vividos. Su inquietud por enfrentar al régimen social lo llevaron a militar en su juventud en el PC y en la Coordinadora por la Memoria. Este ímpetu también lo impulsó a recorrer de mochilero países de América, fundamentalmente lo apasionaba Bolivia. Llegó a participar como parte de la delegación de ´la Fede´ del encuentro de juventudes comunistas en Cuba, hecho que fue determinante para terminar de sacar las conclusiones sobre su disidencia con esa corriente y a su ruptura definitiva con el PC, junto con otros compañeros, en 1998. En ese período organizó la agrupación Antonio Zoto en Santo Tomé. Comenzaba un proceso de experiencias y debates con distintas corrientes de la izquierda, fundamentalmente con el POR y el PO. Por ese entonces, fue parte del surgimiento Tribuna Obrera, el nucleamiento de compañeros y compañeras, que desembocaría en la conformación del Partido Obrero en la ciudad de Santa Fe y Santo Tomé, al calor de las luchas de los inundados y las asambleas barriales en el año 2003. Rodolfo, amigo y compañero, lo recordaba del siguiente modo: "una siesta, Gustavo llega a mi casa con la Prensa Obrera y me dice: ´el PO es el partido donde tenemos que estar´".

Incontables luchas lo han tenido a la cabeza. Pero sin dudas, lo distingue haber sido puntal organizador y precursor de aquel vigoroso movimiento piquetero local, que se abría paso en aquellos días, el de las ANT y el Argentinazo, organizando a los contingentes obreros desocupados de los barrios, con el Polo Obrero Las Vegas y el Chaparral, de Santo Tomé y en barrios de la Capital santafesina.

El empeño y la lucha esforzada de tantos trabajadores que, como Gustavo, hicieron de su vida un ladrillo en la construcción de nuestro Partido Obrero, nos plantean la responsabilidad de recuperar este legado para la clase, por el gobierno de trabajadores.

Despedimos con enorme tristeza a un militante socialista, un enorme compañero, un revolucionario.

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