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En el día de ayer, la patronal de Bridgestone despidió a dos trabajadores. La reacción de los obreros dentro de planta fue inmediata: se produjeron asambleas y la planta fue paralizada en su totalidad. Antes de medianoche, el Ministerio de Trabajo dictaba la conciliación obligatoria con los despedidos adentro.
Los compañeros cuyo despido sigue en la agenda de la patronal no tenían apercibimientos ni suspensiones previas. La empresa siquiera notificó a los delegados o al sindicato sobre esta medida arbitraria. La seccional Llavallol es la única seccional del SUTNA que sigue en manos de la burocracia violeta de Waseijko, que siquiera sacó una declaración de repudio. El cuerpo de delegados de la Lista Negra, junto con el sindicato nacional, hicieron las denuncias del caso al Ministerio de Trabajo nacional y regional. Bridgestone fue una de las patronales del neumático que más presionó para que la actividad sea declarada esencial y para la vuelta al trabajo.
El SUTNA realizó un piquete con quema de neumáticos en la puerta de la fábrica desde tempranas horas de la tarde, también con la presencia en solidaridad de activistas y delegados de Fate y Pirelli. Mientras, puertas adentro, en todos los sectores los trabajadores realizaban asambleas que definían un paro. Llegando a la medianoche el Ministerio envió la conciliación obligatoria por 15 días, intimando a Bridgestone a que deje sin efecto los despidos por ese plazo y a no tomar ninguna otra represalia contra los trabajadores. El conflicto queda a la espera de la convocatoria a audiencia del Ministerio de Trabajo al gremio y la patronal.
El sindicato del neumático y los trabajadores de Bridgestone han plantado un método, que se inscribe en el proceso de lucha de la clase obrera en todo el país, que marca un rumbo. Ante cualquier despido: asamblea y paro total de los lugares de trabajo. Reincorporación inmediata y efectiva de los obreros despedidos.
