Elecciones en el SUTNA: la burocracia apela al Estado y sale derrotada

Escribe Martín Sánchez

Tiempo de lectura: 4 minutos

El Sindicato del Neumático ha desbaratado la maniobra de la lista Violeta, la ex dirección de Wasiejko, que movió sus contactos en el Ministerio para impedir las elecciones en el sindicato, convocadas para el 19 y 20 de marzo próximos. Ayer tuvieron que desistir del pedido de impugnación.

Significado político.

La presentación al Ministerio y las Cartas Documento que pretendían justificar la impugnación eran absolutamente incongruentes, mientras muchos de sus propios argumentos iban cambiando y tornándose contradictorios.

Alegaban “usos y costumbres” para llevar la fecha a finales de abril, pero en 2012 ellos mismos convocaron la elección en marzo, y en 2008 (también ellos) ¡en enero!, durante las vacaciones. También argüían que la Junta Electoral no se podía elegir por Asamblea Extraordinaria, contra lo que establece claramente el artículo 65 del estatuto del sindicato. La militancia de la lista Negra desbarató todos los argumentos de la lista K.

La fecha de las elecciones no fue elegida al azar. La escalada inflacionaria ha llevado al sindicato a un estado de paritaria permanente. Para defender el poder adquisitivo del salario ante la inflación, se actualizó la paritaria cada seis e incluso tres meses, con acciones de lucha. La próxima revisión será en el mes de abril (en un contexto político en el cual el gobierno pretende vaciar las paritarias a cambio de una nueva suma fija). Las elecciones a fines de marzo sirven justamente para renovar el mandato del clasismo del Sutna, por paritarias independientes, sin techo y por la actualización y el incremento salarial. Por el contrario, la CTA en cuyas filas reviste la Violeta, ya salió a saludar la suma fija y el vaciamiento de las paritarias.

El amague del Ministerio

A pesar de la inconsistencia del planteo de la Violeta, el ministerio de Trabajo citó a las partes invocando la necesidad de un “consenso”. Asomaba un intento de imposición arbitraria de las normas para la elección, y un principio de arbitraje del Estado en la vida sindical.

La maniobra tuvo poco vuelo. En las fábricas, la noticia sólo sirvió para indignar a los trabajadores. La lista Negra desarrolló una vigorosa campaña contra esta intentona. Involucrando a los trabajadores en la lucha por derrotar la injerencia del Ministerio logró reforzar la organización del clasismo en las fábricas. Lejos de lograr su cometido de postergar las elecciones, la lista K generó un adelantamiento de la campaña: en menos de una semana la lista Negra consiguió juntar 1500 avales (¡quince veces más de lo que se necesita para presentarse a la elección!).

Por su lado, la Violeta circuló en las plantas un audio exultante del propio Pedro Wasiejko, ex secretario general del gremio y principal referente de esa lista, arengando en favor de la intervención del Ministerio y asegurando que si no cambiaba la fecha, las elecciones estas iban a ser anuladas. Las otras listas también reclamaron contra la impugnación (roja, granate, gris, marrón). La Negra lanzó la consigna: “No decide el ministerio, no decide la patronal. En el SUTNA deciden los trabajadores, burocracia nunca más”. Desde el gobierno presintieron la su causa estaba perdida: el apoderado de la Violeta, Claudio Mendietta, se vio obligado a firmar el acta desistiendo del pedido de impugnación.

Métodos contrapuestos

Desde que fue recuperado por sus trabajadores, el gremio ha decidido sus pasos mediante masivas asambleas generales y de fábrica, plenarios, reuniones de delegados, habilitando el debate entre el conjunto de los compañeros. De esta misma forma se realizó la convocatoria a elecciones. La Junta Electoral fue votada en noviembre, en una asamblea de casi mil trabajadores. La Violeta no sólo participó de la asamblea; además intervino y mocionó su propia propuesta de candidatos de Junta Electoral, la cual obtuvo menos de ochenta votos marginales. Ver: https://www.facebook.com/PoliticaObrera/posts/1017863878560183

La asamblea repudió las candidaturas de la Violeta por estar manchadas de un largo prontuario de fraudes. La última elección que organizaron contaba con afiliados empadronados en lugares como Tucumán, Mar del Plata, Rosario y otros donde el sindicato no tenía afiliados (se hacía votar a militantes de la CTA, por ejemplo, a los cooperativos fileteros de Mar del Plata dentro de la elección del SUTNA).

Wasiejko no se ha presentado a ninguna de las asambleas desde que fue derrotado, y lleva cuatro años sin siquiera pisar la fábrica (a pesar de lo cual la patronal le paga un sueldo equivalente al de un gerente). Su actividad de estos años se basó en la rosca y el pedido de favores en las ventanillas del Estado. Su lista se manifestó en contra de todas las paritarias y todas las luchas que emprendió el gremio en estos años (¡Se negaron incluso a apoyar la lucha contra los intentos de desafuero!). En las fábricas, la militancia violeta vive refugiada detrás de los capataces y líderes, con sus principales dirigentes atemorizados de pisar la planta.

La campaña en marcha

La “impugnación” intentó ser una punta de lanza contra las conquistas laborales y salariales de los trabajadores del neumático, detrás de la cual se agazapaban el Estado y las propias patronales,. En la vereda opuesta, la lista Negra representa un frente único antiburocrático y de lucha.

El apoyo a la lista clasista que encabeza Alejandro Crespo como candidato a secretario general, tiene un lugar central en la lucha más general por derrotar los planes de estatización de los sindicatos por parte de los Fernández, defender el derecho al contrato colectivo, combatir los ajustes contra los salarios y las jubilaciones y proyectar la experiencia de independencia de clase del SUTNA al conjunto del movimiento obrero.

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