Escribe Violeta Gil
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El jueves se desarrolló una importante jornada de lucha por la libertad de Yolanda en la ciudad de Orán. Los compañeros del Polo Obrero de Colonia Santa Rosa junto a una delegación del Movimiento Evita, y los compañeros del Partido Obrero de Orán, nos movilizamos a la fiscalía de Graves Delitos y Atentados contra las personas a cargo de la Fiscal Claudia Carreras, quien mantiene imputada y detenida a nuestra compañera Yolanda desde el martes 9 de febrero, luego del incendio de su casilla en el que murieron sus dos hijos de 6 y 4 años.
Una delegación de compañeros ingresó a la fiscalía para presentar copia de las más de 400 firmas, adhesiones y pedidos de libertad para Yolanda -que siguen llegando, y seguiremos presentación en la medida en la que la compañera permanezca detenida-. El petitorio fue incorporado al expediente de Yolanda como expresión de la movilización popular por su libertad y para quebrar las maniobras de la fiscal.
Carreras tuvo que recibir a la delegación, a su pesar. Lo hizo para justificar la detención de Yolanda bajo la excusa de que “su libertad podría entorpecer el desarrollo de la investigación”.
Carreras no solo ha recurrido a la falsificación con testimonios “anónimos” y denuncias previas contra Yolanda que no existen, sino que, además, ha dispuesto un procedimiento irregular en la “investigación”. Todavía no existe un perito ambiental que analice los causales del incendio en su vivienda. Su familia denunció que la policía de Colonia les hizo entrega de una caja que contenía “dos manos de los niños”, halladas luego del incendio. Un accionar macabro. ¿Quién está pudriendo la investigación?
La familia de Yolanda da cuenta de que hay decenas de vecinos con nombre y apellido, que se disponen a declarar de manera voluntaria a favor de Yolanda para desmentir las acusaciones de Carreras. Yolanda fue forzada a prestar declaración menos de 24 horas después del incendio, sin la presencia de un abogado defensor. La causa está completamente viciada de irregularidades que tienen como principal responsable a la fiscal a cargo y al Juez Francisco Ollarzú, quién dio lugar al pedido de detención.
El estado en su descomposición pone todos sus recursos al servicio de su propio salvataje. Carreras encubre las responsabilidades políticas de todo el régimen social de miseria y destrucción de las condiciones de vida de las familias en Colonia Santa Rosa. Un grave delito y atentado contra las personas es que las familias vivan hacinadas en casillas de cartón y chapa, que no tengan agua potable, luz, que no haya acceso a las barriadas por falta de urbanización, que se haya eliminado el IFE y no existe asistencia alimentaria y económica real para las trabajadoras precarizadas que están obligadas a dejar sus hogares para ser sobre explotadas, a cambio del pan.
La justicia de Gustavo Sáenz deja en claro que está dispuesta a construir una causa contra una obrera rural para tratar de exculparse. Mayor es el ensañamiento de Carreras contra una trabajadora organizada que pone en cuestión, junto a sus compañeros, el régimen político que ella pretende sostener. Detrás de la lucha por la libertad de Yolanda está la defensa de la vida misma de nuestras familias y nuestros hijos, en manos de las trabajadoras, del otro lado, está, el régimen social que ni siquiera garantiza el derecho a ser madres.
La jornada finalizó con un acto en las puertas de la penitenciaría donde permanece detenida Yolanda.
Pudimos ingresar a la penitenciaría para visitar a Yolanda. Durante 8 días permaneció en una sala de aislamiento. Recién ese jueves, al cumplirse 9 días de su detención fue trasladada a una sala común que comparte con dos mujeres.
En un patio semi descubierto, entre sillas y banquetas dispuestas en un círculo, nos encontramos con Yolanda. Ella quería hablar, contó sobre sus hijos, las condiciones en las que vivían, cómo había llegado a esa casilla, la dureza de su infancia y la lucha para brindarle algo mejor a sus hijos, sus trabajos para poder sostener económicamente a su familia. Yolanda formaba parte de la CCC tiempo atrás, allí conoció al compañero Omar, quién luego de una intensa lucha política por la defensa de métodos democráticos de organización rompió con la CCC y se puso a la cabeza, junto a un centenar de compañeros, de la construcción del Polo Obrero.
Entregamos a Yolanda una copia del petitorio con 9 páginas de firmas, adhesiones y pronunciamientos exigiendo su libertad. Le entregamos también, una selección de fotografías –de cientos de imágenes-, de compañeros en distintos lugares del país, y del mundo, reclamando su libertad. Reconoció en las fotografías a sus compañeros, vecinos y familiares. “Yo nunca pedí ayuda para mí o para mis hijos. Cuando salga, me van a encontrar en todas las marchas y en todas las luchas para defender a los compañeros que lo necesiten”. Yolanda es fuerte, lo será todavía más con el apoyo, la movilización y la lucha de su propia clase organizada por su libertad.