Paro en la línea B: un conflicto por la vida

Escribe Matías Cisneros

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En la línea B del Subte de Buenos Aires los trabajadores vienen de protagonizar días atrás un paro de 24 horas. La medida fue resuelta en asamblea de los trabajadores de tráfico (guardas y conductores) en rechazo a un nuevo diagrama laboral que pretende imponer la empresa, rompiendo los protocolos y medidas de prevención sanitaria contra el Covid.-19. El paro recibió el pronunciamiento a favor y el apoyo práctico de los trabajadores y delegados de otros sectores de la misma línea. Los trabajadores defienden el sistema de burbujas por pareja, conductor y guarda, tres vueltas consecutivas por tiempo máximo de exposición al túnel, desinfección de cabina ante cambio de pareja a bordo y el cierre del comedor, para evitar el aglomeración y garantizar la distancia social.

El fin de semana pasado, luego del paro, en consonancia con lo votado en asamblea, los trabajadores de tráfico mantuvieron las tres vueltas (y no cuatro como pretendía la patronal), con un acatamiento unánime de la medida, lo que por otro lado no provocó ninguna aglomeración mayor a la que se produce en la semana, exponiendo como un capricho la medida anti-sanitaria que pretendía imponer la empresa.

La nueva concesión del subte que acordó el gobierno de Larreta con el grupo Roggio (Metrovías) otorga subsidios por productividad. Es decir, en la ganancia del empresario pasa a tener más peso la cantidad de vueltas y los kilómetros recorridos. De esto se desprende que la empresa quiera aumentar la cantidad de vueltas los fines de semana. En medio de la Pandemia, para cumplir estos objetivos sin quebrar las medidas de seguridad anti-covid se requiere incorporación de personal.

La política aperturista que impulsan el gobierno nacional y el de la Ciudad, trae aparejada una mayor circulación de pasajeros con su secuela en el crecimiento de los contagios. Además, presiones patronales por la liquidación de las licencias de los grupos de riesgo y cuidado de hijos. En el subte justamente se viene de protagonizar un conflicto en defensa de las licencias para los trabajadores mayores de 60 años. Los conflictos van in crescendo debido a que la defensa de las condiciones sanitarias choca con la desidia de Metrovías, a pesar del festival de subsidios que se embolsa.

En el subte, además, pesa otro factor de insalubridad: el asbesto. Este material contaminante que afecta las vías respiratorias está disperso por todo el subte. La patronal de Metrovías y el gobierno de la ciudad que hoy rompen las medidas de protección sanitarias, son los mismos que inundaron los túneles de asbesto, comprando y poniendo al ruedo formaciones que lo contenían, cuando este material ya estaba prohibido. Al día de hoy, patronal y gobierno siguen incumpliendo compromisos y órdenes judiciales de cambio de flotas y desabestización. Ya suman 46 los casos confirmados de trabajadores afectados por asbesto. El historial de la empresa frente a la salud la condena.

El paro de la línea B fue precedido por largas negociaciones y conflictos parciales. En agosto pasado, los trabajadores de tráfico de la línea C también protagonizaron un conflicto por problemas de diagrama. En aquella ocasión, los trabajadores continuaron trabajando con el diagrama viejo. La patronal respondió con sanciones y pedidos de desafuero y el despido a un delegado del sector. En este conflicto, los delegados de la B denunciaron dilaciones por parte de la empresa para aislar el conflicto. Fue ante la posición intransigente de la empresa de imponer el diagrama que finalmente la asamblea de tráfico de AGTSyP de la B voto ir al paro. Lo hizo con un miembro de la comisión directiva presente, que allí mismo intervino para plantear que respetarían lo resuelto. La completa ausencia de difusión y apoyo del conflicto desde la página oficial del sindicato es una inconducta que va a contramano de la unidad obrera que se requiere frente a la patronal. Como se puede ver, el apoyo de la directiva a la política de Alberto Fernández lleva agua al molino de Larreta y Metrovías, con quien hoy lo une la apertura económica a como dé lugar.

Mientras la atención está colocada en el paro protagonizado por los trabajadores de tráfico, en el sector de limpieza nocheros de línea B se sanciona arbitrariamente a tres compañeros. El sector acumula 14 sanciones en lo que va del año. La empresa busca disciplinar a los trabajadores. En este caso, a quienes son parte de la primera línea de higiene y desinfección.

Por otro lado, los trabajadores del taller Rancagua (de la línea B), que es el que más casos confirmados por asbesto registra de todo el subte, siguen en retención de tareas. La patronal sigue dilatando eternamente las obras necesarias para el regreso de los compañeros. La última provocación patronal fue reclamar dejar fuera de la próxima reunión en la que se trataría el tema, al delegado del taller que se hizo presente en solidaridad con el paro de tráfico, cuando incluso él mismo es un compañero afectado por asbesto.

Impulsemos asambleas en todos los sectores. Por el apoyo al conflicto de la línea B y para defender las reivindicaciones en defensa de la salud y la vida. Que la directiva de la AGTSyP se pronuncie en defensa de lo que han votado sus afiliados. Que se incorpore personal y se otorguen los ascensos necesarios para atender las licencias de riesgo y la mayor demanda de pasajeros. Unidad de los trabajadores. Abajo el atropello patronal-gubernamental contra la salud de trabajadores y usuarios. Vacunación para todos los trabajadores del subte.

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