Uruguay: el PIT-CNT vota acerca del sindicato de la policía

Escribe Juan Ferro

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La Mesa Representativa del PIT-CNT, en una reñida votación (14 a 13), decidió suspender al sindicato policial hasta la realización del próximo congreso de la Central. La resolución se aceleró tras el brutal ataque policial a un grupo de mujeres del barrio Malvin, registrado por varios testigos, que dejó un saldo de tres vecinas heridas por disparos policiales.

Una votación tan estrecha desnuda la política de salvar al sindicato de la policía a como sea. La desautorización del voto del representante del sindicato municipal de Montevideo, por parte de su directiva, ha creado una crisis en la Central Obrera y en el sindicato municipal (ADEOM). La directiva sostiene que Álvaro Soto -miembro de la Mesa Representativa por Adeom y militante del PT uruguayo- no tenía mandato para votar por la suspensión del sindicato policial. Desautorizó su voto y lo excluyó de la Mesa Representativa, sin admitir debates o descargos ni que mediaran los procedimientos de discusión. Álvaro Soto declaró a todos los medios uruguayos que la decisión de excluirlo de la Mesa Representativa era ceder a las presiones políticas y que su voto por la suspensión del sindicato policial ha sido la orientación histórica de Adeom. Después de todo es uno de los sindicatos que más ha sufrido el ‘rigor’ policial bajo los gobiernos del Frente Amplio.

Se ha abierto un intenso debate entre los sindicalistas uruguayos que aceptaron hace algunos años la presencia de este sindicato policial. ¿Corresponde su participación en el PIT-CNT? La Ley orgánica de la policía uruguaya habilita la sindicalización, pero prohíbe la huelga, lo que transforma a los distintos agrupamientos policiales en poco más que un ente de mediación. Es frecuente, en muchos países, que se produzcan asonadas policiales que interfieren con su función represiva. Los sindicatos surgen para poner un límite a la explotación patronal. Los policías nunca formaron parte del movimiento obrero de Uruguay. Por lo tanto pueden organizarse como se organizan otras instituciones medias y hasta las propias cámaras patronales, pero no en una central obrera.

Los principales dirigentes del PIT-CNT votaron contra la suspensión. Plantean el “empoderamiento” de la policía (eso sería la sindicalización) y le han garantizado un lugar de privilegio en la estructura sindical, una visibilidad permanente. Han realizado un gran esfuerzo para presentar al policía como “un trabajador más”, aun cuando el propio sindicato policial defiende estatutariamente sus derechos de “cuerpo”. Apoya, por caso, la LUC (ley de urgente consideración), que restringe derechos obreros y sindicales, sin contar el trabajo de conspiración e inteligencia que hace la policía sobre el activismo y los operativos represivos sobre los barrios, defendidos por el propio sindicato.

La historia muestra que una convergencia entre el personal subalterno de la policía y el movimiento obrero organizado, ha sido absolutamente excepcional. Las situaciones revolucionarias, por ejemplo, conmueven a los estratos más bajos de la fuerza y los lleva a cambiar de bando. No se trata, sin embargo, de una convergencia de intereses entre la policía como tal y la clase obrera, sino del pasaje de los más golpeados de ellos al campo de los trabajadores. Los socialistas defendemos la necesidad de realizar un trabajo enderezado también hacia los cuerpos represivos, recogiendo sus agravios sociales para organizarlos aparte con un programa socialista, pero esto no convierte a la policía en parte del movimiento obrero – los convierte en nuevos luchadores contra la policía y el estado de las patronales.

Saludamos el voto de Álvaro Soto en el PIT-CNT. Reclamamos una asamblea general de ADEOM: el sindicato no debe ser aparato de burócratas o camarillas, como tampoco los partidos de la clase obrera. Llamamos a los trabajadores municipales de Montevideo a reclamar la ratificación del voto de Soto.

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