El PO (T) ante la convocatoria de la Asamblea Nacional de Trabajadores

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A comienzos de febrero, la Tendencia del Partido Obrero recibió una invitación de un conjunto de organizaciones para participar de la “Asamblea Nacional de Trabajadores” convocada para el 1 y 2 de mayo próximos, así como de sus actividades preparatorias. A continuación, reproducimos la invitación recibida y la carta de respuesta que enviamos.

Compañeros de la Tendencia del Partido Obrero,

Compañeros y compañeras de comisiones internas, cuerpos de delegados, sindicatos combativos, organizaciones sociales, políticas, barriales y gremiales de lucha, activistas y luchadores.

Ante el avance sobre nuestras condiciones de vida y de trabajo por parte de la clase capitalista que gobierna nuestro país, de la mano de los Fernández y la oposición patronal, los trabajadores necesitamos poner en pie una herramienta que sirva para unificar nuestros reclamos y pelee por una salida obrera y socialista a la crisis. Sobre todo, cuando la burocracia que dirige los sindicatos y las organizaciones sociales aliadas al Papa buscan contener la lucha.

Por eso, las organizaciones abajo firmantes hemos empezado a dar pasos en la construcción de una Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, intentando recuperar el mejor legado del Argentinazo. El último 20 de diciembre, este espacio ha realizado un acto en Plaza de Mayo que consideramos importante por la validez de sus planteos. En ese camino, este 13 de marzo vamos a realizar grandes asambleas en todo el país. En el caso de AMBA, la misma tendrá lugar en Parque Lezama. En estas asambleas discutiremos y votaremos delegados para una gran Asamblea Nacional a realizar el 1 y 2 de mayo.

Aspiramos a sumar activistas, luchadores, cuerpos de delegados, comisiones internas, sindicatos, organizaciones piqueteras y organizaciones políticas que compartan este planteo para sumarse a construir todos juntos este camino. Por eso, los queremos convocar a sumarse a las reuniones organizativas o bien, fijar una reunión para dialogar con una delegación sobre este planteo.

Consideramos urgente la necesidad de avanzar en la tarea organizativa: hay que unificar lo que por arriba quieren dividir. Trabajadores ocupados, desocupados, precarizados, en blanco, en negro, somos todos parte de una misma clase y tenemos las mismas necesidades e intereses. Por eso, esperamos contar con su presencia, la que juzgamos valiosa por expresar luchas genuinas y avanzadas de sectores de la clase trabajadora de nuestro país.

Un saludo fraterno,

Organizaciones convocantes y adherentes a la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados.

Adjuntamos la primera declaración del espacio:

Por una Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupados/as y Desocupados/as

Por un nuevo Argentinazo y una salida obrera y socialista

Hace diecinueve años, los trabajadores y trabajadoras argentinos/as protagonizaban uno de los hechos más importantes de su historia. Al grito de “¡Que se vayan todos!”, ponían un límite a la ofensiva burguesa, encarnada en el gobierno de la Alianza encabezado por De La Rúa, y marcaban el inicio de un proceso de lucha que actualmente permanece abierto. Sin embargo, la clase trabajadora como tal actuó sin una dirección política revolucionaria en aquella rebelión, razón por la cual, ésta desembocó en los años de recomposición de la institucionalidad burguesa que encabezó el kirchnerismo. Hoy, casi dos décadas después, los trabajadores y trabajadoras necesitamos más que nunca forjar un levantamiento popular, con una organización y objetivos aún más ambiciosos.

El gobierno de los Fernández viene aplicando y profundizando un plan de ajuste, saqueo y brutal ataque a los trabajadores y trabajadoras, continuando la obra de los anteriores gobiernos, tanto macristas como kirchneristas. Se trata de una avanzada sobre el conjunto de las conquistas históricas del movimiento obrero, con la firme intención de acrecentar las ganancias de los capitalistas. La crisis ha sido agravada por la pandemia del Coronavirus y esta le ha servido al gobierno como excusa para profundizar el avance sobre las condiciones de vida de la clase obrera. Nuestros salarios se desploman día a día, por los efectos combinados de la inflación y las sucesivas devaluaciones. Las paritarias, allí donde hubo negociaciones, salvo contadas excepciones, alcanzaron porcentajes irrisorios que dejan a buena parte de la clase obrera argentina con salarios de pobreza. La desocupación crece día a día y el problema de la vivienda se vuelve cada vez más grave, mientras el gobierno mantiene congelados los montos de los programas sociales y la asistencia a comedores. En este punto, no hay ninguna grieta: la oposición patronal es también factor de esta ofensiva, aplicando las mismas recetas en las provincias y distritos que gobierna. Es lo mismo que ha hecho el kirchnerismo mientras gobernó el macrismo.

En los hechos, más allá del discurso, las “soluciones” que propone el gobierno son una continuidad de las políticas que se han implementado en las últimas décadas, legitimando la deuda contraída y fugada por la clase dominante con los buitres financieros y el FMI para hacérsela pagar al pueblo trabajador; la baja de retenciones al campo; la ratificación de la quita de los aportes patronales; la continuidad del impuesto a las ganancias (en realidad al salario); la devaluación del peso ante el dólar; las tarifas impagables; el aumento incontrolable de los precios; la destrucción de puestos de trabajo, la precarización laboral, la destrucción de conquistas y derechos de los asalariados; los haberes jubilatorios humillantes; la criminalización de la toma de tierras por parte de los más humildes. Es decir, hacer que el costo de la crisis la sufran los trabajadores y trabajadoras.

La necesidad de descargar el ajuste sobre el conjunto de la clase trabajadora para salvar las ganancias capitalistas requiere además una política represiva. Guernica ha sido un claro ejemplo de esto. Más de 1400 familias asumieron por sí mismas el derecho elemental que los gobiernos nos niegan: el acceso a la vivienda. Lo hicieron recurriendo a la acción directa y al margen del accionar de los punteros que responden al PJ. Las respuestas de Kicillof, amparado en Alberto Fernández y Cristina Fernández, fueron negociaciones dilatorias, promesas vacías y, finalmente, un violento desalojo con decenas de heridos y detenidos. Hoy las tomas se repiten a lo largo y ancho del país, pues los alquileres se llevan el 50% del salario, ni que decir de los desocupados y desocupadas que se encuentran en la más profunda miseria.

Pero la ofensiva capitalista choca con la respuesta de sectores asalariados. Así lo han demostrado recientemente los conflictos docentes en algunos puntos del país (como CABA o Misiones), de los trabajadores/as de la salud, de estatales y municipales (en Moreno, Avellaneda, La Plata), los paros de los trabajadores/as del CONICET, en Latam, Algodonera Avellaneda, los mineros de Andacollo y Mansfield, el Frigorífico Penta, la textil Iberoamericana, Gotan, Dánica, Gate Gourmet, o La Nirva, entre otros. También lo han mostrado conflictos en fábricas como Gri Calviño, Bed Time o Pepsico, así como en las autoconvocatorias en varios sectores como comercio, metalúrgicos, aplicaciones de delivery o comidas rápidas. La burocracia sindical, por otro lado, desvía y frena las distintas iniciativas obreras. Las direcciones de los sindicatos se han dedicado a cuidar los intereses de la patronal. La muestra más clara ha sido la firma del acuerdo CGT-UIA, a instancias de Alberto Fernández, por el cual se acordaron suspensiones con rebajas salariales de entre el 25 y 50%. Mientras los trabajadores y trabajadoras acumulan bronca por la precarización, las actuales conducciones de la CGT y la CTA patean cualquier tipo de medida de confrontación para adelante. Las centrales no han pisado la calle por nuestros reclamos. Está más que claro que ningún plan de lucha serio va a venir de la burocracia que conduce nuestros sindicatos.

A ello se suma la lucha del movimiento de desocupados, que ha sostenido acampes y movilizaciones a lo largo y ancho del país. La política del gobierno en la pandemia ha consistido en el reparto de miseria, con tres pagos de un IFE que no alcanza para nada, al que además ya le han firmado el acta de defunción pues no figura en el presupuesto 2021. Las organizaciones de desocupados ganaron la calle para exigir un plan de obras públicas para generar trabajo genuino bajo convenio, por la universalización y aumento de todos los programas sociales y un bono de emergencia de fin de año, chocando contra la indiferencia del gobierno.

En este escenario, las peleas en curso se encuentran aisladas. Los trabajadores y trabajadoras necesitamos herramientas que permitan unificar y potenciar a todo el movimiento obrero, para dar una respuesta de conjunto a las patronales y su gobierno, con independencia de clase. La perspectiva debe ser entonces la organización de una Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupado/as y Desocupado/as que ponga en pie un Parlamento Obrero y Popular capaz de organizar verdaderos planes de luchas, basados en asambleas populares, con cortes de ruta, paros y bloqueos en terminales de transporte y parques industriales, no solo para derrotar al gobierno de los Fernández, sino también –y sobre todo- para definir una salida a la crisis capitalista en curso en base a un programa de carácter obrero y socialista.

La profundidad de la crisis capitalista en curso requiere una intervención de los trabajadores y trabajadores que abra el camino a una salida de fondo. Los gobiernos patronales están para garantizar las ganancias del capital sobre la miseria más absoluta de la clase obrera. Es momento de pensar y actuar para dar vuelta la tortilla: que gobernemos los trabajadores y construyendo la única salida real a la barbarie capitalista, el Socialismo.

Es por eso que las organizaciones firmantes hemos decidido comenzar a recorrer una camino que culmine en la construcción de una gran Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupado/as y Desocupado/as. Convocamos entonces a todos los sectores obreros en lucha y a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que compartan esta perspectiva a sumarse, para construir así una verdadera alternativa de los trabajadores/as y batallar juntos por un nuevo Argentinazo y una salida socialista.

Primeros convocantes:

Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD)

Movimiento Teresa Rodríguez (MTR Histórico)

Razón y Revolución

Partido por la Revolución Socialista en Argentina (PRSA)

Asambleas del Pueblo

Partido Comunista de los Trabajadores (PCT)

Sindicato de Trabajadores de la Salud (SITRAS)

Plenario Obrero y Popular

Agrupación Provincial 11 de Octubre (Salta)

Multisectorial de Tucumán

Adherentes:

Convergencia Socialista (CS)

A los organizadores de la “Asamblea Nacional de Trabajadores”

Estimados compañeros:

Hemos recibido la invitación a las actividades que tendrán lugar el próximo 13 de marzo, preparatorias de una asamblea nacional que -de acuerdo al texto recibido- tienen prevista para los próximos 1º y 2 de mayo.

El texto de ustedes plantea la necesidad de “unificar los reclamos”. De nuestra parte, somos firmes partidarios de lo mismo - del frente único para luchar por las reivindicaciones que tiene planteada nuestra clase ocupada y desocupada. Somos partidarios de desarrollar esas luchas hasta la confrontación política con el gobierno de turno y el régimen político en su conjunto.

El documento que hemos recibido convoca a pelear “por una salida obrera y socialista a la crisis”. Se trata de una fórmula estratégica, cuyo contenido debe expresarse , sin embargo, en un programa y en un método. No es lo mismo un partido, un frente, un movimiento, una organización exclusivamente nacional que una Internacional. Una Asamblea Nacional o una federación de organizaciones puede ser una gran arma de luchas corrientes, pero es inviable como dirección política estratégica. La ANT, en 2001, fue un gran paso adelante, porque unió a un movimiento piquetero que reunía a trabajadores ocupados y desocupados, y dio un gran paso político cuando salió a luchar contra los despidos y en defensa de fábricas ocupadas. Pero siempre fue un frente de acción; en su seno no se confundieron las banderas políticas de unos y otros. Sus limites quedaron irrevocablemente expuestos cuando la CCC y la FTV de D´Elía se apartaron de la movilización convocada para el 19 de diciembre, o sea que dieron la espalda al argentinazo que decían impulsar, y enseguida apoyaron a Rodríguez Saa y más tarde a Kirchner.

La cuestión de la dirección política, o sea la estrategia y el programa, cobra una relevancia enorme por dos razones. La primera es el derrumbe a término del gobierno actual, que sigue al del que lo precedió y aún más atrás, en una curva descendente explosiva, en el marco de una crisis capitalista humanitaria y rebeliones populares. La otra es la crisis política e ideológica del Frente de Izquierda. El FIT representó una experiencia política independiente que prendía en la vanguardia de la clase y tendía a convertirse en la expresión de los intereses de conjunto del proletariado. En lugar de esto se ha deformado en una coalición electoral facciosa, con una fuerte deriva electorera y parlamentarista, al punto, en sucesivos casos, de la cooptación parlamentaria por parte del Estado. No se puede plantear la cuestión de la dirección obrera y socialista ignorando al FIT, su experiencia y la lucha política que se ha librado y se sigue librando en torno a él. Las conclusiones a este respecto son decisivas, y para ello es necesario el debate y la delimitación de caracterizaciones y posiciones. No se puede despachar esta experiencia política con una alusión a las ‘mezquindades’ y ‘sectarismos’ o ‘la unidad por la unidad’. La deriva electorera y arribista del FIT lo ha alejado de las preocupaciones políticas de la vanguardia y se manifiesta en un retroceso político de esa misma vanguardia. Aportamos a esa deliberación los documentos politicos de nuestra Tendencia.

Nos vemos en la lucha, y en las reuniones y asambleas de la ANT, en el camino a la gran asamblea en Parque Lezama el sábado 13.

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