Escribe Walter Acevedo
A 16 años de una brutal represión de Romero contra la docencia.
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La auto convocatoria docente mostró su organización provincial en marzo del 2005 cuando una huelga de más de 30 días puso en jaque al entonces gobernador Juan Carlos Romero y sus cómplices. La respuesta del gobierno ante la medida, las marchas multitudinarias en diferentes puntos de la provincia y el acampe en plaza 9 de Julio de la capital salteña, fue la represión. Detuvo a 70 docentes y provocó decenas de heridos. La reacción de la docencia y la comunidad fue contundente. Escuelas prácticamente cerradas con el apoyo de la comunidad en general. En Mosconi, luego de la cobarde golpiza, marchamos en medio de la lluvia y pasamos la noche a modo de vigilia en una escuela pública. Al otro día marchamos a "pata y pulmón" de Mosconi a Tartagal para finalizar en una asamblea de más de 200 docentes. Romero y sus funcionarios tuvieron que realizar una nueva propuesta. La docencia había triunfado, superando a las burocracias sindicales como ADP, ATE, AMET y otros sellos.
Cabe señalar que los inicios de las auto convocatorias estuvieron marcados por la pueblada del norte provincial en el año 1997, cuando un grupo de docentes desocupados reclamaron la cobertura de cargos. En el año 2000 la docencia de Mosconi y Tartagal deliberó y decidió una huelga y corte de ruta rechazando los tickets canasta. En el 2004 la docencia de Orán consiguió un aumento para toda la provincia. ¡Viva la lucha docente! En el 2.005 conseguimos el blanqueo para la jubilación de hasta un 120%. En el 2007 un aumento superando el techo salarial que pretendía imponer Romero en su despedida. En el 2.014 conseguimos el pago del aguinaldo casi en forma íntegra. En el 2018 nuevamente paritarias que surgieron de los autoconvocados.
A 16 años de la noche de las tizas, la impunidad continua y la lucha de la docencia autoconvocada sigue más vigente que nunca. Los métodos de asambleas de bases ha sido una conquista en todos estos años. Ahora, en medio de una crisis humanitaria, la gestión capitalista de la pandemia significa la catástrofe para los trabajadores. La presencialidad es el pasaporte a los contagios y muertes por covid-19 y por eso exigimos su suspensión y la vacunación masiva. Ante el cuadro deliberativo de la docencia y sus esfuerzos por organizarse y luchar, a pesar de sus direcciones, Saénz se propone reconstruir el régimen romerista, para lo cual ha convocado a un reforma de la constitución, que tiene el propósito de subir los el porcentaje de votos para ingresar a la Legislatua y los concejos, y espaciar los tiempos de las elecciones de renovación legislativa.
En ocasión de aquella lucha y de la noche de las tizas, el Partido Obero de Salta desempeñó una política combativa y firme. Claudio del Plá y Pablo López fueron apaleados por la policía, en el acampe, no obstante sus ´fueros parlamentarios´. Las bancadas patronales intentaron sancionarlos, incluida la separación del parlamento, con el argumento de que el ámbito de acción de los diputados es el recinto de la Legislatura. Nuestro PO respondió con vigor a estos ataques. En una gira por nuestra provincia, Altamira respondió a los medios que el lugar de los diputados socialistas estaba en las calles con los trabajadores. El contraste con lo que ocurre en la actualidad no puede ser más impresionante. Ambos profesan un presencialismo militante en el movimiento docente y combaten al mismo partido que lo denuncia como un atentado a la salud y la vida de los trabajadores. Del Pla no dudó de exigir al Estado que los docentes contagiados sean reemplazados por suplentes, que era lo que el estado aún debía designar. Por último, avaló la expulsión de 1.200 militantes no de la legislatura, sino de su propio partido. La noche de las tizas se inscribe, al cabo de dieciséis años, en la tradición que defiende el PO de Salta y el conjunto de la Tendencia en todo el país.