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Ante la llegada de la segunda ola en Argentina y el crecimiento exponencial de los contagios, sobre todo en CABA y en la provincia de Buenos Aires, la asamblea de la AGD-CNBA realizada el 1/4 resolvió no iniciar presencialmente las clases el lunes 5/4, desarrollándolas a distancia a través del campus del Colegio, y exigir a las autoridades que el ciclo lectivo se desarrolle de forma virtual.
De este modo, un sector de los docentes preuniversitarios de la UBA se suma a la pelea que viene creciendo en las escuelas del país por la suspensión de las clases presenciales, ante la proliferación de casos y la muerte de 13 docentes desde que se reanudaron.
Los docentes del CNBA señalan la imposibilidad de garantizar el distanciamiento social en el transporte público; la escasa vacunación; la ausencia de protocolos de limpieza en las aulas y de cuidado durante los recreos y horas libres; la ambigüedad respecto de cómo proceder ante el surgimiento de casos de covid; el criterio inaceptable establecido por la gestión de que no se aislará a los preceptores que hayan estado en contacto con cursos donde aparecieron casos; el recorte de hecho en los contenidos de estudio en un 50% por el esquema de burbujas, entre otros.
En definitiva, fundamentan su resolución de iniciar virtualmente en la imposibilidad manifiesta de garantizar la "presencialidad cuidada" que pregonan el gobierno nacional, los gobiernos locales y la burocracia sindical. Incluso una parte de la izquierda se plegó a esa política, con el rechazo a la consigna “En pandemia no volvemos” y su reemplazo por la exigencia de protocolos más estrictos, cuando es muy claro que ningún “protocolo” puede enfrentar una situación de desquicio edilicio, falta de vacunación y casos en alza.
Como se vio claramente en la reunión de Alberto Fernández y Larreta este fin de semana, si hay algo en que el oficialismo y la oposición coinciden es en el carácter estratégico de la presencialidad escolar para garantizar la "nueva normalidad" que reclaman los capitalistas. No sólo no anunciaron ninguna medida frente a la escalada de contagios, sino que enfatizaron la idea de que las escuelas seguirán abiertas. Es una decisión criminal para los estudiantes, los trabajadores de la educación y sus familias.
Desde la Agrupación Naranja-Tendencia saludamos la resolución de los docentes del CNBA. Llamamos a que el Centro de Estudiantes del CNBA acompañe la medida y a que los docentes y estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini y todos los colegios preuniversitarios que dependen de la UBA deliberen sobre esto y también resuelvan el inicio virtual de las clases, ante la desidia de los gobiernos y las autoridades. La AGD debe acompañar e impulsar la lucha de la docencia que hoy se resiste a la presencialidad como una forma de preservar su salud y su vida en medio de la pandemia.
Que el paro docente del 6 y 7 de abril haga sentir con fuerza los reclamos de los docentes universitarios y preuniversitarios. Planteamos: