Escribe Mariano Hermida
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Más de 200 compañeros definieron por unanimidad una huelga por 96 horas a partir del lunes 11. Lo decidió en una asamblea, al cabo del balance de la huelga del 7 y el 8 pasado. Reclama que el gobierno derogue la presencialidad escolar en pandemia.
El paro del 7 y 8 tuvo gran acatamiento. Las conclusiones de quienes intervinieron en la nueva asamblea, fueron claras: “No podemos regresar a las escuelas hasta no obtener lo que planteamos”.
La dirección del sindicato había propuesto que el paro fuera por 24 horas, retomar clases el martes y reunir una asamblea, y nuevo paro de 48 hs (miércoles y jueves). Delegados de base y activistas independientes cuestionaron el método de parar y “volver a la escuela” con las manos vacías. Sobre esta base se estableció un debate entre impulsar un “paro activo” y “plan de lucha” o profundizar la huelga. La lista Multicolor ha llamado, en la provincia, a un paro de 24 horas el miércoles.
La Marrón (PTS) calificó a la docencia que impulsa la huelga contra la presencialidad como “trabajadores privilegiados” y “poco solidarios” con el resto de los trabajadores, que sí están concurriendo a sus lugares de trabajo. El Nuevo Mas planteó que volver a la educación virtual “pierde la posibilidad de organizarse con los compañeros”. El oficialismo de Tribuna Docente, que junto con el FIT-U defendió la presencialidad “segura” desde el inicio del ciclo lectivo, reivindica suspender la presencialidad allí donde el semáforo epidemiológico “esté en rojo”. Es el caso de Ensenada. Es, sin embargo, cruzar la calle cuando el semáforo llega al rojo, hay que parar cuando deja de estar en verde. Cuando esto ocurrió, a principios de año, se habilitaron, sin embargo, las clases presenciales, que fueron un factor activo en el aumento de los contagios y el colapso actual (semáforo “rojo”).
A la hora de las resoluciones, se terminó votando por unanimidad el planteo defendido por los delegados y activistas independientes, lo cual demuestra, de paso, la importancia de la democracia sindical, incluida la presencia de tendencias políticas diferentes. La huelga de 96 hs por la suspensión de la presencialidad será acompañada por una recorrida por escuelas, fábricas, hospitales y lugares de trabajo para difundir los reclamos. También se votó: “reclamar a la conducción provincial de SUTEBA y a todas las direcciones del FUDB que convoquen a asambleas en todas las seccionales y a un plan de lucha para que se suspendan las clases presenciales”. La seccional realizará una convocatoria al resto de los sindicatos docentes para organizar una caravana el día martes 13, para reclamar al intendente Mario Secco la suspensión de las clases presenciales.
Apenas conocida la definición de la docencia de Ensenada, Secco ha salido a pedir a los gobiernos de Provincia y Nación la “suspensión de clases presenciales”. Fue afectado también por el fallecimiento de una persona joven muy allegada a él.
La dirección provincial del sindicato (Baradel), se mantiene defendiendo la presencialidad escolar. Como coartada, expresa su “profunda preocupación por la situación sanitaria” (www.suteba.org 7/4). Nada por aquí, nada por allá.
La huelga de Suteba Ensenada debe ser recogida como línea de acción por el conjunto de la docencia. En primer lugar, los maestros y profesores de La Plata- Berisso, en donde el activismo anti burocrático tiene un peso de importancia. Lo mismo por parte de las asambleas y reuniones de delegados que tendrán lugar en las seccionales combativas. Tribuna Docente (T) continúa impulsando los comités de bases autoconvocados.
Por una huelga general de SUTEBA para que se suspenda la presencialidad en pandemia.