Eva Gutiérrez, sobre la jornada del 8: “Llevar la lucha a fondo para quebrar la política de ajuste”

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Luego de la enorme jornada piquetera del 8 de abril conversamos con la dirigente nacional del Polo Obrero (T), Eva Gutiérrez, sobre el desarrollo de la misma y las conclusiones que deja planteada para el movimiento de desocupados y los trabajadores.

¿Cuáles fueron los reclamos de la jornada?

Los reclamos que llevamos fueron muchos. El principal fue el ingreso que está completamente ajeno a las necesidades de las familias. Hoy se encuentra en $10.800 mientras la canasta básica se encuentra en 60 mil pesos.

Las nuevas restricciones del gobierno imponen un corte en los ingresos de los compañeros, que se encuentran en negro, realizando changas y las restricciones al transporte no le permiten sostener ese ingreso. Por otro lado, el ministro Arroyo exige la contraprestación en el peor momento de la pandemia. No existe ningún seguro, ningún protocolo para defender la salud y la integridad de los compañeros.

El gobierno, que nos exige la contraprestación, no reconoce el trabajo de las compañeras en los comedores. Tampoco entregan la mercadería con la cual ya se han comprometido, entonces el gobierno nos empuja a la miseria y no garantiza ni los alimentos.

Nosotros lo que exigimos es que se tomen medidas de una cuarentena estricta, para defender la salud y la vida. Una cuarentena con ingresos, que el gobierno ponga el dinero necesario para mantener a todos los compañeros y sus familias. En ese punto reclamamos la restitución del IFE y su triplicación.

Las vacunas son un reclamo que los desocupados defendemos como una necesidad imperiosa para cuidar a la salud de la población.

Los medios dieron destaque a la movilización piquetera del jueves pasado, incluso su alcance político, ¿cómo fue la acción del Polo (T)?

Nosotros participamos de la jornada a pesar de que pretendieron dejarnos afuera. Convencidos además que la movilización al Ministerio, que ya hemos protagonizados varias veces, no estaba generando la respuesta esperada, es que desarrollamos los cortes. En particular, el Polo Obrero (T) se movilizó al Puente Pueyrredón en zona sur, en Liniers por zona oeste y en Panamericana en zona norte. Hubo una participación masiva, 1500 compañeros en cada corte aproximadamente.

Logramos realizar los cortes a pesar de la amenaza de las fuerzas represivas. En Liniers, la policía se acercó amenazando con la presencia del Juez en el lugar y que nosotros violamos la Constitución. Le respondimos que los únicos que violan la Constitución son los funcionarios del gobierno que nos dejan sin trabajo, sin ingresos, sin comida y nos exponen al contagio y las muertes.

En los cortes se han sumado compañeros que pasaban por el lugar, se empadronaron y ahora vuelven a sus barrios a seguir desarrollando la lucha por todos los reclamos.

Luego de este episodio logramos sostener los cortes hasta las 14 horas, momento en que se levantó la jornada central. Nosotros intentamos ser marginados de la misma, pero por eso no íbamos a quebrar un frente de acción común, por eso sostuvimos nuestros cortes hasta que confluyeron con la jornada central. Nadie nos puede prohibir luchar y nosotros no nos íbamos a quedar afuera de una jornada de lucha tan importante.

Nuestros compañeros participaron de forma activa durante todas las horas de corte, cantando y movilizados en las calles. Una de las cuestiones más importantes es que tanto en los cortes como en la 9 de julio los compañeros fueron a luchar y buscar un camino para triunfar.

¿Qué conclusiones deja esta jornada?

En este sentido, la enorme conclusión de esta jornada es que hay que llevar a fondo una lucha para quebrar la política de Fernández, del Frente de Todos. Que es la sumisión y entrega completa al Fondo Monetario Internacional. No tienen ni un acuerdo firmado y ya lleva adelante la estrangulación de las jubilaciones, los salarios de miseria y cierra toda ayuda social al 42% de los trabajadores pobres y al 30% de los desocupados.

Las organizaciones de desocupados tenemos que discutir de conjunto cómo llevar adelante acciones progresivas para tirar abajo esta política, en unidad con los trabajadores ocupados. El debate por la huelga general, los piquetes y un plan de lucha están a la orden del día y el Polo Obrero (T) va en este sentido.

Existe un crecimiento de las movilizaciones de desocupados y sus organizaciones, ¿cómo procesa el Polo Obrero (T) este crecimiento? ¿Qué desafíos están planteados?

Existen dos grandes motivos. El primero obviamente es el aumento de la desocupación y la miseria, existen 2 millones y medio de nuevos desocupados a partir de la pandemia. Este enorme número de compañeros se acerca a las ollas y las asambleas porque observa en las organizaciones de desocupados que allí puede luchar por conquistar alguna reivindicación. Es lo que no pasa con los sindicatos, que entregan a los trabajadores por sus acuerdos con el gobierno. Entonces, por un lado, se da este fenómeno.

Por el otro lado, las organizaciones del bloque oficialista ofrecen la alternativa de una “economía popular”, sin porvenir. Sería mejor llamarla “economía de precarización”. Por otro lado, son los capataces de ese proyecto, lo que incluye descuentos, suspensiones, bajas de los planes. Entonces existen asambleas enteras que buscan huir de este régimen agobiante al interior de las organizaciones, que deberían luchar por el derecho al trabajo y no aplicar el régimen de precarización en sus propias filas. Existen además manejos punteriles. Es lo que contaron, en fecha reciente, compañeras en una asamblea en La Matanza

¿Cuál es la reacción de los compañeros de base de esos grupos y de la base de la Tendencia a las patoteadas del Polo oficial?

La movilización del 18 de marzo, que fue muy importante, dejó planteada una acción en común. Nosotros expresamos nuestro apoyo a la asamblea del Frente de Lucha con una declaración. El PO oficial intentó echarnos con su seguridad, golpeó a la delegación de la Tendencia que se acercó. Se arrogaba el derecho a decidir quién puede y quien no puede luchar. También se nos negó el uso de la palabra.

Esta actitud fue apoyada por Barrios de Pie, que no sólo puso su seguridad a disposición de echarnos sino que pretendía excluirnos de la jornada del 8 de abril. Por abajo, nos han llegado adhesiones de parte de delegados y delegadas del propio Polo Obrero oficial repudiando la violencia, repudiando las expulsiones de sus compañeros y denunciando hechos punteriles en su organización Lo mismo sucede con otras organizaciones, a partir de lo cual deciden pasarse al Polo Obrero (T). Hemos crecido con un fuerte componente, no sólo de lucha, sino de diferenciación política.

En nuestras asambleas ha tenido mucho debate este punto, por una cuestión fundamental, nosotros nos movilizamos y nos movilizaremos como parte del movimiento de desocupados, no aceptaremos ninguna exclusión. Luchamos por un frente común por todas las reivindicaciones planteadas, incluso con las organizaciones que presentan métodos ajenos a los que nosotros defendemos.

Todas estas luchas son una escuela de formación política para el conjunto de los compañeros del Polo Obrero (T), en la medida en que nuestra organización las plantea como una lucha de clase. Los compañeros que nos reconocen un método de construcción y de lucha, deciden sumarse a nuestras filas. Nosotros defendemos la perspectiva de una lucha de conjunto de los desocupados y los ocupados, no nos corremos ni un centímetro de esa orientación.

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