Suteba Bahía Blanca derrota el paro aislado de Gandolfo y el FIT-U, y vota paro de 72 horas contra la presencialidad

Escribe Marcos Biondi

Tiempo de lectura: 2 minutos

El martes 20 se llevó adelante la asamblea en la seccional Bahía Blanca con la participación de 140 docentes. La semana previa había tenido lugar un paro de 24 horas por la suspensión de la presencialidad en las escuelas. La ciudad retrocedió el mismo día de la asamblea a fase 3, al igual que otras localidades del interior, lo cual significa agregar una serie de restricciones inocuas a la continación de la presencialidad escolar. En la asamblea fue denunciada la saturación de las camas de terapia intensiva y un inminente colapso sanitario, como lo subrayan los comunicados diarios que emiten los Hospitales. Fue votada por unanimidad la “suspensión urgente y preventiva de la presencialidad frente al aumento exponencial de casos de COVID-19, y el colapso del sistema sanitario de la ciudad”. Bahía ha sido exludia, al igual que el resto de las localidades del interior de la provincia, de la suspensión ordenada para el AMBA. Los docentes autoconvocados “contra la presencialidad en pandemia” y Tribuna Docente (Tendencia) propusimos realizar un paro de 72 horas con asamblea el viernes para debatir la continuidad.

A pesar de este gran empuje y participación de docentes de base, la conducción Granate dirigida por Gandolfo propuso hacer otra vez un paro de 24 horas, es decir, marcar el paso.Contrapusieron al paro de 72 horas un “cese de actividades presenciales, de forma preventiva y temporal, mientras el nivel de contagios sea alto, sobre la base de reuniones docentes y asambleas por escuela, mediante la presentación de actas”. La Granate se ha adelantado, de este modo, a la “presencialidad administrada” que están negociando Larreta y los Fernández, incluso cuando sabe que asistimos a una suba “exponencial” (ministra Vizotti) en todo el país y a un derrumbe de la atención sanitaria. Es decir, que el sindicato debería convertirse en un semáforo sanitario. Pero los docentes que firmarían esas actas -o que las vienen firmando ante los incumplimientos de los protocolos- son los mismos que están parando. La distancia entre reclamar la “suspensión inmediata de la presencialidad” y esta administración de la asistencia es un retroceso significativo. La moción fue aportada por la Tribuna Docente oficialista ( en el sindicato de docentes universitarios ADUNS, ha votado, por el contrario, un cese de presencialidad no por escuela, facultades y actas, sino en su conjunto, que continúa hasta el día de hoy.Por mayoría, el engendro de Gandolfo y el PO (O) fue derrotado. Resultó ganadora la moción de paro de 72 horas, con asamblea el viernes 23 para definir continuidad. El paro de 24 horas fue votado por la Granate y el FITU. El primer día, se registra un aumento considerable de la adhesión a la medida con respecto al paro anterior y se realizó una caravana de autos por el centro de la ciudad.

No a la presencialidad en pandemia

Las compañeras y compañeros de docentes y de Tribuna Docente (Tendencia) nos venimos organizando en un grupo “contra la presencialidad en pandemia”. En la asamblea, sostuvimos y explicamos detalladamente lo que cada vez más sanitaristas nos vienen diciendo. Que las clases presenciales mueven a más de diez millones de personas y que han sido un multiplicador de los contagios y por lo tanto ha colaborado en agravar la situación sanitaria. Que no podemos estar un día más exponiéndonos frente a un virus y nuevas cepas más letales y la llegada del frío, que junto con la presencialidad escolar hacen un combo explosivo.

Desde esta perspectiva explicamos que mientras dure la pandemia y la vacunación de toda la población no se haga efectiva no podemos ni debemos volver, en contraposición a la “suspensión-temporal-transitoria” esbozada por el gobierno exclusivamente sobre una improvisada base de días.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera