Escribe Elena Florín
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El 23 viernes se conmemoraron los dos meses del femicidio de Guadalupe. Las compañeras del grupo Vivas y Furiosas, formado a partir de ese femicidio y que funciona como una multisectorial de mujeres, cumplieron con la ceremonia de prender velas en el lugar del asesinato. Marcharon por el centro hasta la comisaría, como siempre, y allí se pintó la vereda y la calle con consignas sobre el tema y se prendieron velas.
Celebramos la iniciativa que tuvieron cuando resolvieron marchar hasta el corte de salud, unos tres kilómetros, cortando prácticamente la ruta 40, que en ese tramo es ruta internacional. No faltaron los bombos y carteles. La noche las encontró marchando para solidarizarse con los trabajadores de la salud que vienen cortando la ruta y resistiendo todos tipo de hostigamiento, incluyendo los camioneros pinochetistas y la liberación de la zona por parte de Gendarmería.
Los piqueteros de la salud que reclaman desde hace 15 días en las rutas de la provincia el aumento del 40% al básico, se emocionaron mucho al verlas llegar. A pesar de ser pocos y estar muy agotados recibieron esta viva expresión de acompañamiento.
Confluyeron dos poderosos movimientos de lucha, el de las mujeres que pelea por el fin de la violencia de género y su hecho más aborrecible, el femicidio y el de los trabajadores autoconvocados de la salud de Neuquén que nos muestra cómo se defiende el salario.