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Un grupo de investigaciones, por separado, anuncian que algunos pacientes grandes pueden “sucumbir” al Covid-19 a pesar de estar vacunados, indica el Financial Times, (30 de abril). Los adultos que no se hayan contagiado y que recibieron una dosis, pueden contagiarse de coronavirus, indican investigadores del Imperial College de Londres, Queen Mary University y el University College de Londres. Se trata de pacientes que recibieron la vacuna Pfizer, una de las que posee mayor efectividad contra el virus (94% en dos dosis, 64% en una sola, según el CDC norteamericano).
Aquellos que no fueron infectados anteriormente, desarrollan muy pocos anticuerpos ante la cepa original de Wuhan (B.1.1.7), la variante de Kent y la Sudafricana (B.1.351). Danny Altmann, profesor de inmunología del Imperial College dice que una dosis “es muy débil, sobre todo para enfrentar a las nuevas variantes” (ídem). "Las personas que han recibido su primera dosis de vacuna y que no han sido previamente infectadas con el SARS-CoV-2 no están completamente protegidas contra las 'variantes preocupantes' que circulan". Hay una “ventana de vulnerabilidad” a la que se expone la población.
Este estudio vino luego que la comisión Sage (Grupo científico que aconseja al Gobierno) encontró 500 casos de adultos mayores que desarrollaron síntomas severos y 113 murieron (de una muestra de 52mil pacientes hospitalizados), incluso después de la vacunación. Los pacientes que fueron vacunados representan el 1% del muestreo, y de ese porcentaje, una quinta parte falleció. Aunque la vacunación reduce las hospitalizaciones y las muertes, no las evita completamente.
La CDC (Centro de Control de Enfermedades) hizo un estudio más amplio en el cual para el 20 de abril recibió 7.157 casos de contagios en personas con doble dosis (Pfizer y Moderna), con 498 hospitalizaciones y 88 muertes. Aclaran que depende de reportes voluntarios, lo que significa que el universo de casos y muertes está subrrepresentado (FT, 30/4).
Codicia vs. vida
Boris Johnson dijo que el "capitalismo" y la "codicia" impulsaron el “éxito” de la vacunación en GB: "La razón por la que tenemos el éxito de la vacuna es por el capitalismo, por la codicia, amigos". La vacunación se basó en investigación del sector público y su financiamiento como demuestra una investigación de The Guardian (16/4 y 20/4).
De hecho, la “codicia” capitalista es lo que impide que la vacunación avance: los acuerdos secretos de las compañías que producen las vacunas con los estados contienen cláusulas especiales que impiden desarrollar su propia vacuna mediante la colaboración internacional y se hacen responsables legales por cualquier “efecto secundario” de las dosis. Primero hubo una gran inversión pública en la investigación de vacunas, y las compañías farmacéuticas solo estuvieron en el “extremo final” del desarrollo. "La fase de inversión de capital de alto riesgo se financió casi exclusivamente con fondos públicos", dice Mariana Mazzucato, profesora de UCL (timeshighereducation, 29/4). Eso sí: las vacunas prometida que impulsaron esos “booms” bursátiles, no llegaron en tiempo y forma.
Se ha creado un mercado negro de vacunas, a la par del acaparamiento de vacunas por parte de los países imperialistas. Los laboratorios y farmacéuticas responsables de las vacunas han visto desarrollarse distintos “booms” de sus acciones en las bolsas, utilizando la propiedad privada en el caso de las patentes, y usufructuando la formación científica pública y la enorme cantidad de financiamiento estatal para el desarrollo de las vacunas.
A su vez, EEUU ha reflotado leyes de la segunda posguerra para impedir la exportación de principios activos, repuestos y aparatos necesarios para la producción de vacunas. Esto expone al mundo a nuevas variantes y nuevas pandemias más severas que las anteriores. Se trata de la guerra comercial bajo la forma de una guerra de vacunas. No es algo novedoso: durante la segunda guerra mundial, los trotskistas denunciaron que mientras los soldados aliados luchaban en el frente contra los nazis, EEUU vendía petróleo a Alemania. La salida que proponían, era la unidad de los trabajadores de uniforme de ambas partes contra la guerra imperialista y su régimen de negocios que aplastaba las vidas humanas.
La codicia capitalista es lo que impide la superación de la pandemia y plantea que la misma sólo puede superarse si se destruye el régimen social y político que la ha producido como síntesis catastrófica de su agotamiento histórico.
Nuevas variantes que preocupan
Las variantes de coronavirus detectadas por primera vez en India corren el riesgo de convertirse en las segundas más dominantes del Reino Unido en unas semanas, advirtieron los expertos, luego de un aumento de casos. El Servicio Público de Salud (PHE) dijo el jueves que "no había evidencia de transmisión comunitaria generalizada o que estas variantes causen una enfermedad más grave o hagan que las vacunas actualmente implementadas sean menos efectivas" (The Guardian, 29/4). Otros científicos dijeron que era preocupante que los casos están aumentando rápidamente a pesar de que Inglaterra todavía se encuentra bajo restricciones. Se registraron 61 casos adicionales confirmados de B1617 en el Reino Unido en la semana hasta el 27 de abril, lo que eleva el total a 193 casos, según muestran los datos de PHE. La mayoría son de las nuevas variantes y mutaciones, lo que puede demostrar que las vacunas actuales no son tan efectivas frente a estas mutaciones (RU vacunó con primera dosis a la mitad de la población).
Niños y adolescentes
Las restricciones de Covid podrían levantarse en Inglaterra el 21 de junio. Sin embargo, los científicos han advertido que incluso con un programa de vacunación en curso, el plan podría provocar un resurgimiento del virus y miles, si no decenas de miles, de muertes adicionales relacionadas con Covid para el verano del próximo año (The Guardian, 28/4).
Un instituto creado por el ex premier Tony Blair indicó que vacunar a los niños mayores y evitar la apertura son algunas de las medidas que podrían ayudar a prevenir una tercera ola de Covid en el Reino Unido. La profesora Christina Pagel, directora del University College London, dice que los adolescentes deben ser vacunados antes de suprimir las restricciones, si se otorga la aprobación regulatoria. También que se retrasara la apertura “hasta que todos los adultos hayan tenido tiempo de obtener al menos algo de inmunidad desde su primer pinchazo” (The Guardian, 28/4).
