La crisis de la coordinación público-privada de la Salud

Escriben Patricia Urones y Julio Gudiño

Tiempo de lectura: 2 minutos

“Parar la circulación del virus”. Ese es el pedido y la conclusión del Dr. Marcelo Torres, Director de la Clínica Alcorta, una de las más importantes del distrito de Moreno y de toda zona oeste.

Torres, quién dio un extenso reportaje al Semanario Actualidad, describió en forma precisa un cuadro de colapso del sistema sanitario que va más allá de la falta de camas UTI, del sistema de salud privado y del distrito. Plantea que “la situación es extremadamente crítica”, porque, además, hay escasez de oxígeno, medicamentos y fuerza de trabajo.

En el país existe una suerte de “monopolio natural” en la producción de oxígeno. Sólo tres empresas controlan el mercado: Linde, Air Liquide e Indura. La demanda de este insumo creció 300% respecto a 2020. Torres advierte que, para salir del paso, las clínicas y los hospitales intercambian entre sí oxígeno y muchas veces pacientes. La propia Clínica Alcorta, hace unos días, derivó 4 pacientes a otro nosocomio, y la Clínica Ciudadela, la semana pasada, hizo lo mismo con 25 pacientes. En Moreno, comenta Torres, existe un contacto distrital permanente entre las clínicas privadas y el sistema de salud público para intercambiar en forma diaria insumos y pacientes.

Otro punto crítico es la provisión en cantidad, calidad y tiempo de medicamentos fundamentales para enfrentar la pandemia. Al igual que con el oxígeno, hay faltantes de diversos: en especial de un medicamento que se usa para sedar y poder intubar a los pacientes Covid que necesitan estar conectados a un respirador. Al respecto, Torres denuncia que esta medicación aumentó en los últimos dos meses ¡600%! y, aun así, hay dificultades para proveerse en tiempo y cantidad necesaria. De nuevo, nos enfrentamos al problema de los monopolios y de la gestión capitalista, en este caso de la industria farmacéutica, que ve en la crisis sanitaria una veta inagotable de lucro.

Un “insumo” que puede comenzar a escasear es la fuerza de trabajo porque los trabajadores están siendo sometidos a una explotación sin límites. Son sometidos a condiciones de precariedad humillantes como fue denunciado por los mismos trabajadores de Moreno, que cortaron la ruta 24 esquina Benardi en reclamo del pago de salarios atrasados y el fin del monotributismo y el sistema de “becas”.

A pesar del panorama descrito, Torres no hace consciente que el sistema de salud privado que él representa, es en sí mismo, un elemento más que pone a todo el sistema de salud en situación de colapso porque el mismo se organiza en función del lucro capitalista que conduce a la anarquía de mercado y no en función de la salud y el bienestar de la población. En este sentido, Torres comenta que en la última semana la Clínica Alcorta recibió propuestas de internación de renombradas empresas de medicina prepaga que, ante la escasez de camas, recurren al conurbano.

En síntesis, la coordinación del sistema sanitario que el colapso a impuesto en Moreno se produce de la peor manera, en la medida que los recursos del sistema público se están subsumiendo a la lógica del lucro y no al revés. Una verdadera coordinación, consistiría en la expropiación de toda la masa de recursos sanitarios apropiados por el capital y su puesta en funcionamiento al servicio de la salud de TODA la población, es decir la conversión de todo el sistema privado al sistema de salud público. El colapso que el Doctor Torres ilustra en tiempo real y en forma minuciosa, no es más que la demostración del fracaso de la gestión capitalista de la pandemia.

En este cuadro, el pedido Torres de “parar la circulación del virus” no puede ser más justo. Agregamos que esta reivindicación exige, antes que nada, parar la circulación de la fuerza de trabajo y ello implica suspender toda actividad económica presencial no esencial.

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