Escribe Daniela Romano
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Los contagios de Covid 19 crecen día a día en la provincia y el sistema sanitario sigue vaciado y al borde del colapso. En la última semana los casos han crecido un 50% con respecto a la semana anterior y un 800% con respecto a la semana de inicio de clases. Desde que comenzaron las clases, los contagios entre el personal educativo triplica el promedio de contagios sobre el resto de la población. Ya tenemos seis compañeros docentes fallecidos por Covid, tres de ellos en los últimos días incluso hoy. El gobierno es responsable por su política de apertura económica y de presencialidad educativa en medio de la pandemia.
Contra esta política criminal los docentes ya comienzan a ponerse en pie de lucha, como lo hicieron los compañeros de la escuela 5045 de La Caldera, quienes pararon hoy por la muerte de su compañero, el preceptor Miguel Burgos. La agrupación Movimiento Docente, una escisión de la burocracia de Sitepsa, llama a parar el 21/05 próximo por 24hs denunciando los contagios y muertes docentes y planteando que no hay condiciones para seguir con la presencialidad. Los compañeros de Tribuna Docente estamos llamando a la huelga ese día y en las recorridas por las escuelas un importante sector de la docencia saluda que se tome algún tipo de medida, disponiéndose a discutir y sostener la medida de fuerza. A la vez, un plenario provincial de docentes autoconvocados, realizado el fin de semana pasado ha votado para el mismo 21 una jornada de lucha y la convocatoria a una asamblea provincial para el 22 próximos. Los autoconvocados de la capital han decidido convocar para el 20/05 una asamblea virtual para discutir su posición ante el paro del día siguiente para que éste pueda ser discutido y votado por las bases. Los autoconvocados surgimos en el 2005 en base a la participación y el impulso de los paros aislados de ATE y la ADP en 2004, lo que nos permitió medir y desarrollar fuerzas para irrumpir con todo al año siguiente.
Por la enorme presión de las bases, los burócratas de la intergremial docente (ADP, AMET, SADOP, UDA), acaban “decretar” (sic) una suspensión semanal de las clases presenciales y sin exigir los insumos tecnológicos y conectividad necesarios para garantizar la virtualidad. El gobierno respondió ratificando las clases presenciales y que no se tomará ninguna medida antes de los anuncios nacionales de Alberto Fernández. El presidente del COE ha declarado que “no vamos a cortar las clases porque no son el foco de contagio” (El Tribuno, 18/05). La intergremial afirmó que a lo sumo avalaría la medida de cada docentes con presentaciones legales, en un país donde la Corte Suprema que defiende a muerte la presencialidad escolar aún a sabiendas de sus graves consecuencias sanitarias en pandemia. Los burócratas de la intergremial son incapaces de llamar a la huelga para defender su “decreto”, por el contrario hacen malabares para aplacar la bronca de las bases y a la vez cerrar un acuerdo con el gobierno de Sáenz, quien cree poder seguir jugando impunemente con la salud y la vida de los docentes y la población.
La exigencia de suspensión de las clases presenciales hasta que la totalidad del personal educativo (docentes, administrativos y estudiantes) estemos vacunados, que realizamos los docentes autoconvocados, hoy toma cuerpo en contingentes muchos más amplios de docentes porque la escalada de casos y la muertes de compañeros está pudiendo más que los aprietes y manipulaciones del gobierno para mantener las escuelas abiertas. Vamos todos a la asamblea de capital, paremos el 21 y hagamos una jornada activa de lucha, como impulsamos los autoconvocados. Vamos masivamente a la asamblea del 22/05.
Que se suspendan las clases presenciales y se garanticen los insumos tecnológicos y conectividad para docentes y estudiantes; que se reconozca al Covid como enfermedad laboral; por una jubilación del 82% móvil del salario activo y con 25 años de servicio sin límite de edad; y por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar ante una inflación que se proyecta por arriba del 55% anual. Impulsemos asambleas en cada establecimiento y localidad para ello. La defensa de nuestra salud y nuestra vida está en nuestras manos.