Un accidente que pudo ser fatal en el subte

Escribe Matías Cisneros

Metrovías y Sbase son responsables

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Un joven trabajador del taller San José, de la línea C del subte, fue electrocutado por una descarga de 1500 volts que lo puso al borde de la muerte. El compañero pudo salvar su vida fortuitamente: la descarga ingresó por su mano derecha y egresó por su hombro derecho, según se pudo comprobar por las quemaduras por electricidad en mano y hombre. Se salvó por un pelo: si la descarga hubiera atravesado su pecho, habría fallecido por un ataque al corazón. El hecho ocurrió el miércoles 12 por la mañana y demuestra una vez más la negligencia de Sbase y Metrovías, concesionaria de la empresa de transporte. Hay que recordar que hay antecedentes de muertes por electrocución originados por esta misma negligencia empresarial, que perdura.

El trabajador fue víctima del autoritarismo de la gerencia de material rodante que envió a dos ingenieros para que pidieran a los supervisores del taller a un obrero para cumplir tareas por fuera de su esquema cotidiano de trabajo. Nuestro compañero fue llevado a un túnel –que no está habilitado para desarrollar tareas laborales ya que no tiene un mecanismo para cortar la tensión ni fosa de trabajo– y, por la desidia de los ingenieros, tuvo que llevar a cabo tareas sin protección que culminaron con un accidente que pudo haberle costado la vida.

El hecho sucedió en un cuadro en el que, por la retención de tareas que realizan los trabajadores debido a la contaminación con asbesto de vagones comprados por la compañía, la patronal fuerza a personal administrativo a realizar tareas de operarios especializados. Entre los trabajadores se dio a conocer la operación patronal como la instalación de una “cuadrilla “venenosa”: en realidad, debería ser llamada “cuadrilla envenenada”, ya que está formada por trabajadores por fuera de convenio a los que se obliga a exponerse a la contaminación y a tareas temerarias. Este modus operandi está Impulsado por Metrovías en conjunto con la burocracia de la UTA.

Mientras ocurría el “accidente”, en el taller Rancagua de la línea B el presidente de Sbase Eduardo de Montmollin le explicaba a una comisión de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires los “estándares de excelencia” en el proceso de desasbestizacion, según la versión patronal. El contraste entre los dichos de Sbase-Metrovías-Gobierno y la denuncia de los trabajadores no puede ser mayor, como demuestran los nuevos casos por contaminación por asbesto entre los operarios del subte y el accidente casi fatal ocurrido este miércoles.

El día anterior, 11 de febrero,, además se había cumplído un nuevo aniversario del fallecimiento de nuestro compañero David Alfonso, muerto por electrocución en 2011, quien inaugurara una nefasta racha de muertes obreras en el subte causadas por las políticas de la patronal. Metrovías es la concesionaria del subte desde hace 26 años y provoca muertes y heridos entre los obreros;, contaminación de los trabajadores por asbesto debido a vagones que sólo empezaron a ser desinfectados –a paso de tortuga– tras la denuncia de los operarios y, en suma, lleva adelante una política de neto corte anti-obrero.

–La patronal debe garantizar la plena seguridad e higiene de los trabajadores

–El reclamo de desasbestizacion debe ser cumplido bajo los términos de los trabajadores.

–Los responsables de muertes y accidentes de los trabajadores del subte están en la cúpula de la empresa y el Gobierno.

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