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El pasado jueves 3, alrededor de 15 trabajadores y todo el equipo médico de la clínica General Paz de Pergamino encontraron su lugar de trabajo cerrado. En la puerta de entrada, un cartel los sorprendió con la noticia de que el establecimiento permanecería sin abrir sus puertas durante 15 días por refacciones, dejando también a decenas de pacientes sin ser atendidos.
Lo brusco de la novedad alertó a todo el personal, que denuncia la posibilidad de un cierre definitivo. Varias horas después el dueño de la Clínica, Julián Fierro, manifestó que no habrá cierre; pero lo cierto es que ya van 20 despidos en lo que va del año, muchos ocultos detrás de "retiros voluntarios". A esto se le suma que adeuda de salarios de los meses de marzo, abril y mayo.
Luego de que los trabajadores elevaran un reclamo a ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina) y al Ministerio de Trabajo, se logró la realización de una audiencia, de la cual aún desconocemos los resultados.
La situación de Pergamino no es aislada. La pandemia vino a dejar al desnudo décadas de destrucción de la salud pública y privada. Años de desinversión y manoseo del personal han hecho estallar huelgas y luchas a lo largo y ancho del país.
Del otro lado, los empresarios reciben sin demora los Repro, los ATP y todas las “ayudas” estatales, incluso cuando despiden. La crisis de la producción privada de la vacuna o de insumos como el oxígeno (que ha multiplicado su valor de venta a más del 1.000% por la demanda), plantea la necesidad de la centralización del sistema de salud bajo un único comando dirigido por la clase obrera.
En medio del mayor pico de contagios de Covid en nuestra ciudad y en el país, se hace más que urgente la organización independiente de los trabajadores para enfrentar esta ofensiva y defender los puestos de trabajo y la salud. Desde el Partido Obrero Tendencia llamamos a los trabajadores de la salud de todo Pergamino a apoyar la lucha contra el cierre de la clínica General Paz.
