Kicillof regatea

Escribe Laura Kohn

"Paritaria" estatal en la provincia de Buenos Aires

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A las reuniones entre el gobierno provincial y los gremios tanto de docentes como estatales, ni si quiera le quieren dar el nombre de paritarias, se llaman “mesas técnicas”, pues pretenden dilatar los aumentos, en el orden de la agenda de vencimientos del pago de intereses de duda con el FMI y bonistas varios.

La primera reunión con los estatales se hizo en la gobernación, y en un gesto político muy intencionado, el gobernador Kicillof pasó a saludar a todos y todas. Su pretensión es encorsetar a los gremios en la agenda patronal, dejando incluso a la eterna oposición de ATE a las ofertas leoninas, de su lado del mostrador.

Finalmente, el primer ofrecimiento fue de 1.500 pesos para aquellos que cobren 60 mil pesos en bruto, para el mes de febrero, y 1.500 pesos en marzo para todos los estatales. La oferta fue tan sarcástica, que la rechazó hasta el más oficialista eterno de todos, UPCN.

Pero absolutamente ningún gremio realizó plenarios de delegados, ni consulta alguna, y mucho menos asambleas para debatir con que propuesta van a estas “mesas técnicas” en representación de los casi 500 mil trabajadores estatales que tiene la provincia de Buenos Aires. Lo que sí ha quedado claro, es que la pérdida de 2019 fue del 30%, aunque los dirigentes de la FEGEPBA hablan de un 25.3%. Lo que se cae de maduro es que ninguna negociación puede empezar sin este aumento inmediato. Sin embargo, todas las conducciones gremiales apuestan a la desmovilización, todas hicieron campaña por Kicillof.

A los estatales bonaerenses la ex gobernadora Vidal ya nos había anulado la cláusula gatillo, ahora resulta que el actual gobierno de los Fernández, pretende extenderlo para el conjunto de los trabajadores del país.

Los anuncios previos a las reuniones hablaban del pase a planta permanente de los trabajadores precarizados, los que suman un poco más de 12 mil en toda la provincia, sin embargo, solo estarían pasando a los temporarios, unos 4 mil y pico de trabajadores, mientras despiden a contratados como en Vialidad, unos casi 50 compañeros.

El recorte del incentivo para los agentes de ARBA fue el mayor de la historia, se cobró menos de la mitad que en octubre. Lo que sienta un precedente más que negativo para todos los estatales. Los sectores con menor poder adquisitivo, como los auxiliares de educación tampoco con $1500 pesos remunerativos no bonificarles estarían recibiendo un “aumento” de envergadura, que con los descuentos respectivos no alcanza ni para un cuarto de carrito de supermercado.

Las expectativas de este “joven” gobierno empiezan a decaer al calor de un ajuste brutal contra jubilados y trabajadores en pos del pago de la deuda. Es necesario urgente abrir un proceso de asambleas por lugar de trabajo, la exigencia inmediata de plenarios de delegados en todos los gremios del estado, por un aumento inmediato del 30% indexado por inflación, bono de emergencia de 20 mil pesos, sin techos salariales, por un salario igual a la canasta familiar. Movilizar a las paritarias para imponer esto, junto al pase a planta permanente de todos los trabajadores precarizados estatales.

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