El juez Mingarini, un retrato de la Justicia capitalista

Escribe Antonela Pizarro

#Ni una menos en un impasse.

Tiempo de lectura: 2 minutos

A finales de mayo de este año, Rodolfo Mingarini, un juez de Santa Fe, dejó libre a un violador con el argumento de que no le parece lógico que se haya abusado de una mujer si éste tuvo tiempo para ponerse y usar un preservativo. Se escudó en su opinión personal, desconociendo los informes periciales que demuestran que hubo lesiones compatibles con el abuso y otros golpes. Existen antecedentes del mismo juez emitiendo otro fallo cuestionable relacionado a violencia de género. El procurador general de la Corte Suprema, Jorge Barraguirre, admitió que el fallo Mingarini generó una “conmoción social nacional”.

La multisectorial #NiUnaMenos de la Capital se pronunció en contra del fallo misógino. Legisladoras de todos los niveles y de todos los partidos patronales se embanderaron con el caso y reclamaron contra Mingarini, sobre todo debido a la fuerte repercusión mediática del caso. El lunes 5 hubo una convocatoria en Tribunales para expresar el repudio del nefasto fallo.

Luego de la última audiencia judicial se estableció que las resoluciones sobre el caso se tomarán luego de la feria, una clara dilación. Por otra parte, el imputado está en libertad con restricciones después de haber pagado una simple fianza de 250 mil pesos – ese es el costo de un abuso para el Estado.

Justicia de clase

NiUnaMenos atacó la concepción que tienen los jueces sobre las relaciones sexuales entre los hombres y las mujeres en los siguientes términos: “Sin justicia feminista, sin Ley Micaela en los ámbitos judiciales, sin perspectiva de género en todos los poderes del Estado no habrá Ni Una Menos”, destaca el comunicado. Desde el Plenario de Trabajadoras Tendencia apoyamos el reclamo de destitución del juez, pero sabemos que ese reclamo no es el que liberará ni a las mujeres de los abusos sociales, laborales, familiares y personales contra la mujer. La Ley Micaela, a dos años de su promulgación, no ha modificado en nada la situación de la mujer – que ha empeorado notoriamente – ni tampoco el establecimiento del ministerio de la Mujer, a cargo de una feminista. Para que ocurra lo contrario es necesaria la organización militante e independiente de la mujer; la unidad de sus luchas con la de todos los trabajadores y una perspectiva, por supuesto, de clase y socialista.

Las “concepciones” del funcionariado y de los poderes del Estado sobre los derechos de la mujer son la manifestación de una estructura social que nos hunde en la miseria y en la explotación. La cuestión de los jueces no pasa por una supuesta falta de formación o idoneidad para ocupar los cargos que ocupan: tienen un ´muy bien 10 felicitado´ en la administración de la Justicia, como tutora del sistema legal que perpetúa la explotación y la violencia.

Actualmente, Santa Fe sigue encabezando el ránking en materia de femicidios. Desde el PDT (T) nos sumamos a estas iniciativas haciendo hincapié en que lo que necesitamos para liberarnos de las opresiones es la transformación completa del régimen social, no ya para que realmente se defienda a las mujeres trabajadoras de los vejámenes que no paran de crecer, sino para alterar de un modo radical la relación de género a través de la lucha común y socialista. Esperar las respuestas institucionales de parte del Poder Judicial no acabará con miles de años de explotación y la utilización de los estereotipos para tal fin. Debemos movilizarnos y manifestar los cambios que queremos.

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