Paro en Radio Nacional

Escribe Diego Filloy, integrante de la Comisión Directiva de ATRaNa

Por una inmediata recomposición salarial. Los trabajadores no pueden esperar a la reapertura de la paritaria el 20 de agosto.

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Tras una masiva asamblea general convocada por la Asociación de Trabajadores de Radio Nacional (ATRaNa), las y los trabajadores paramos este jueves por 24 horas en reclamo de una recomposición salarial, exigiendo el pago con los haberes de julio del 21% restante del aumento propuesto por la Empresa y aceptado ‘en un todo de acuerdo’ por la burocracia sindical. Vale señalar que ese aumento, según consta en actas, será abonado en cómodas cuotas para la empresa, a depositarse la última en abril del 2022. Las negativas a por parte de la empresa a negociar cualquier tipo de recomposición hasta el 20 de agosto, un día después de la fecha que UPCN concertara con el gobierno nacional para la reapertura de la paritaria en el Estado, tuvo como consecuente corolario la medida de fuerza por parte de los trabajadores.

Ante una inflación que este año rozará el 50%, y teniendo en cuenta que ya en junio acumula un 25,3% (es decir, ya supera lo que terminaríamos de cobrar en abril del año que viene según la paritaria vigente), los trabajadores de Radio Nacional decimos basta a una pérdida del poder adquisitivo que se acentúa desde enero de 2018, última paritaria que logró empardar a la inflación. También decimos basta a la precarización laboral por parte de una gestión que en el relato quiso distinguirse de la macrista y sin embargo ha proseguido con esa política, pese a algunos y dosificados pases a planta, fruto del denodado esfuerzo y reclamo de la Asamblea General.

El paro se hizo sentir con fuerza en Buenos Aires, la emisora cabecera, con un alto acatamiento, así como en algunas emisoras del interior del país que integran la cadena de Radio Nacional. Pese a los intentos de la patronal con la abierta complicidad de varios de los gremios paritarios en romper el paro, la gran mayoría de los trabajadores apoyaron la medida que fue contundente.

Asimismo, este paro hay que enmarcarlo, en primer lugar, en los dos últimos paros resueltos por la Asamblea: uno a fines del año pasado, torciendo los intentos de paritaria cero de la empresa para el período anterior, con la anuencia silenciosa o descarada de la burocracia; el otro, en mayo de este año, repudiando la firma de la actual paritaria, que un gremio de prensa calificó sin ruborizarse ‘como la mejor de los últimos tiempos’. Cabe decir que ese mismo gremio celebraría luego la reapertura para el lejano 20 de agosto, aceptando en los hechos que lo firmado fue un ajuste en regla. La Asamblea General, y ATRaNa, así como hace ya 15 meses luchan por un protocolo sanitario que ha presentado este gremio y batallado por el estricto cumplimiento del mismo, en pos de velar por la salud de los trabajadores, lucha sin atajos por el salario, porque difícilmente puede garantizarse la salud con básicos de pobreza.

También este paro hay que enmarcarlo en el conjunto del Estado: los trabajadores estatales no podemos esperar al 19 de agosto para que se revisen nuestros salarios; no serán acuerdos de cúpula o entre aparatos, en medio de componendas por las próximas elecciones, los que vayan a arrancar el aumento que urgentemente precisan nuestros golpeados bolsillos. Sólo el histórico método de la clase obrera, el de la Asamblea General, podrá revertir este ataque en regla a nuestro salario en el marco de una pandemia que, así como ha puesto en evidencia como nunca las explosivas contradicciones de este régimen social, ha pauperizado a niveles inéditos nuestras condiciones de vida. Por ello, desde ATRaNa, sostenemos:

Por una inmediata recomposición salarial.

Por el pase a planta de todos los compañeros precarizados.

Por un salario de base igual a la canasta familiar.

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