Conferencia de Prensa de Jorge Altamira en Bahía Blanca 19/8/2021

Periodista: ¿Altamira cómo ve el escenario político en medio de esta pandemia que nos viene castigando ya hace un año y medio?

Altamira: En primer lugar, hay una crisis social inmensa. Nosotros tenemos como caracterización del momento político a los niveles de pobreza, desocupación, bajos salarios y jubilaciones como una catástrofe histórica. El proceso es muy agudo y el problema número uno para nosotros es esto y hay que resolverlo. Con un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar que hoy está en $130.000. La canasta familiar incluye alquiler, educación y transporte, esparcimiento. Los gobiernos han tomado ahora como referencia a una canasta ‘básica’. Es decir, que ahora tenemos que vivir con la ‘básica’. Antes como mínimo teníamos la familiar y dentro de poco vamos a tener la de indigencia. Grabois el otro día propuso una renta universal de $8800.

Políticamente, hay un fenómeno muy interesante. Una maniobra ‘genial’ de CFK - atraer a su campo a Sergio Massa y Alberto Fernández para ganar las elecciones - ahora se demuestra en todas sus limitaciones y debilidades. El presidente con su cumpleaños ha pasado a integrar el elenco de los “funcionarios que no funcionan”. Ahora, una cosa es cambiar un ministro, otra el presidente, lo que podría ser un golpe de estado. Con lo cual, políticamente, hemos entrado en una crisis muy aguda.

La tercera cuestión es la gran movilización popular de desocupados, a los cuales el gobierno no solo no les da ninguna respuesta, sino que está elaborando planes para que se los contrate en las cosechas por nada. Porque como ya tienen el plan, la función del salario en las cosechas seria completar lo que le falta al plan, cuando lo que corresponde en cualquier cosecha es, por principio, pagar el salario de convenio de los trabajadores agrarios.

Las elecciones no la van a resolver, la van a agravar. Por eso nosotros no podemos dejar ningún terreno libre al adversario de clase en la batalla política. Damos la pelea en la elección.

Las enormes movilizaciones plantean un desafío de poder desde abajo, con independencia de los intentos de manipular el movimiento. Cuando la cifra de movilizados supera a los 100 mil, incluso si hay un cierto clientelismo, es porque, por abajo, existe una gran insatisfacción e indignación.

El último punto es el siguiente: esta es la elección más perversa de la historia argentina. El gobierno se comprometió a firmar un acuerdo con el FMI después de las elecciones. Ustedes comprenderán que, si lo firma después, es porque es malo, porque si fuera bueno lo firmaría antes y lo presentaría como bandera para conseguir el voto. Pero el FMI, después de la crisis que tuvo el acuerdo con Macri -que le dijeron de todo al FMI porque, lógicamente, vació al país en acuerdo con Macri- ahora dice ‘yo no voy a firmar solo con un presidente y que después me empiecen a carajear por todos lados. Ahora me lo vota el Congreso’. La perversidad está en que nos transformaremos en cómplices del acuerdo con el FMI, aquellos que vamos a hacer perjudicados. Porque el Congreso, representante de los que lo votaron, va a firmar esto. Es decir, un mecanismo democrático se manipula perversamente para convertir en cómplice a los perjudicados con los planes que va a votar ese Congreso.

P: Con todo esto que usted está describiendo ¿Cómo cree que el ciudadano argentino puede tener un incentivo para ir a votar en la elección primaria y qué piensa que va a pasar, también con las generales? Porque hay un descreimiento.

A: Ya tuvimos tres elecciones provinciales en donde se registraron abstenciones del orden del 40%. Obviamente una parte puede ser por la pandemia, porque hay gente que está temerosa por la negligencia del estado con el cuidado de la salud. La otra parte es política. A una pregunta que recién me hizo un periodista sobre las posibles alternativas, respondí que antes de que aparezca una alternativa estos gobiernos se van a quebrar, va a entrar en crisis final el régimen político. Entonces, una parte de la población está expresando el rechazo por medio de este tipo de abstención. Naturalmente, que nos dirigimos a ellos, pero no buscamos engañarlos, porque, en efecto, estas elecciones no van a resolver nada. Sí votanos a nosotros, porque nosotros en el Congreso vamos a hacer una tarea de clarificación para que el movimiento popular con la lucha sí cambie la situación. Es decir, no vamos a engañar a nuestros compañeros trabajadores, pensando que con una papeleta se da vuelta una crisis de esta magnitud y menos de la forma en que se está manipulando como acabo de describir este voto popular.

P: ¿Jorge, va a ser difícil que la gente recupere esa credibilidad en la política?

A: Bueno espero que no la recupere nunca. Le doy una respuesta que usted no se esperaba. Que no la recupere más. ¿Por qué la gente perdió la credibilidad? Porque estos que están acá son increíbles. Entonces, está muy bien. ¡Menos mal! Menos mal quiere decir que todavía en el pueblo argentino hay una reserva psicológica y política que les permite reconocer que este sistema político no vale nada y sus protagonistas principales tampoco. Es muy positivo que pierda la credibilidad. Diría más: yo exhorto a que la pierdan. Pero al mismo tiempo, la solución a los problemas es que construyan otra credibilidad, una propia, con los dirigentes, mujeres y hombres, que consideren que son adecuados. Estamos invitando al pueblo a tomar las riendas del país en sus propias manos. Eso significa para nosotros un gobierno de trabajadores.

A: Permítanme agregar una cuestión más. ¿Cuál es la esencia de este acuerdo con el FMI? Cuando uno mira algunos artículos de los diarios ya ve cuales son los lineamientos. El primero es establecer el despido sin indemnización. Eso está clarísimo. ¿Cuál es el sentido? Se pueden pagar indemnizaciones, las patronales tienen plata. Pero cuando un trabajador pierda la indemnización, la patronal puede ejercer el despido a discreción y crear en la masa trabajadora un sentido de vulnerabilidad que la hace más permeable a las presiones dentro de los lugares de trabajo. No solo el salario, sino los ritmos de producción, alargamiento de la jornada. Es muy importante que la gente sepa qué se está gestionando con este acuerdo.

El otro aspecto tiene que ver con la jubilación. La quieren aumentar para las mujeres de 60 a 65 y para los hombres de 65 a 70. Después dicen que quieren contratar a los jóvenes y alargan el tiempo laboral de las personas mayores de edad. Es una contradicción completamente explosiva. El ministro Guzmán dijo que el sistema previsional es inflacionario. Es decir, que está por quebrarlo y convertirlo en una pensión a la vejez. La idea es ésta: se va a pagar la jubilación que el presupuesto pueda pagar, una vez descontados los pagos de la deuda externa. ¿Cuánta plata hay? ¿100? Lo repartimos para las jubilaciones. ¿Y todos los aportes que hice durante 40, 35, 30 años? Los perdiste. Hay que señalar que se trata de una confiscación social sin precedentes de gente que dice que defiende la ‘seguridad jurídica’. La única seguridad jurídica que se defiende es la de los grandes intereses económicos.

Último punto: aparentemente el gobierno quiere que el acuerdo sea de 20 años mientras que el FMI pide 10 años. Pareciera que el gobierno reclama una concesión. No es una concesión. Es hacer en cierto modo lo que hizo Caputo con Macri que emitió un bono a 100 años. Porque finalmente, si nos dan 20 años para pagar, estamos 20 años más clavados con el pago. Claro que en 10 años no podemos pagar, ni en 20 tampoco. Pero la deuda se comienza a transformar en eterna. En una hipoteca implacable sobre las posibilidades económicas del país.

Esto es lo que se está por firmar y esto es un factor de crisis. Porque saben perfectamente bien que podrán engañar al pueblo a la hora de votar, pero cuando la ciudadanía vea el resultado del acuerdo, va a salir a la calle. Como sucedió con el 2x1 para los condenados por crímenes de lesa de humanidad por parte de la Corte Suprema. 48 horas después le quebraron el brazo a la Corte Suprema. Esto también va a ocurrir, y declaro abiertamente como candidato que nosotros vamos a apoyarlo.