Salta: Sáenz repite las maniobras para dividir a los docentes

Escribe Julio Quintana

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Este martes por la noche, después de una nueva y multitudinaria movilización de la docencia autoconvocada salteña y un verdadero sitio de la Casa de Gobierno, Sáenz se vio obligado a recibir a un sector de los manifestantes y hacer una nueva oferta salarial, después de haber dado por cerrada la paritaria docente.

Esa misma tarde Sáenz había probado antes una salida represiva, movilizando más de mil efectivos contra la docencia en lucha, que respondió con firmeza y reunió un fuerte apoyo popular.

La rebelión de la docencia ha comenzado a extenderse a directivos, supervisores y rectores. En abierta solidaridad con los huelguistas, rehusaron enviar la información exigida por el Estado para establecer descuentos y eventuales sumarios contra los miles de educadores protagonistas de esta lucha. Antes, ya se había producido el paro del sector administrativo de liquidación de haberes con el mismo propósito solidario.

El intento de poner a la población contra la huelga también fracasó rotundamente. Mientras la docencia movilizó más de 10 mil personas, un puñado de punteros del gobierno y sectores de la pequeño burguesía sostuvieron un tímido reclamo contra la huelga en una escuela céntrica – un ‘acting’ mediático. Las redes y hasta los medios pagos del gobierno fueron invadidos por pronunciamientos que superaron con creces a los trolls que atacaban la huelga.

Recepción amañada

Para evitar un retroceso en toda línea, Sáenz armó una conciliación obligatoria unilateral con Sitepsa, uno de los gremios en paro, y admitir la presencia de los autoproclamados – los Delegados de la Plaza, pero dejó afuera al Movimiento Docente y a los delegados de la Asamblea Provincial Docente Autoconvocada.

Al mismo tiempo que tenía lugar esta reunión, el ministerio Público Fiscal también convocaba a una mediación con el gobierno. Los fiscales y jueces del estado provincial tenían la obligación de actuar de oficio contra la violación flagrante del derecho a huelga, por parte del Poder Ejecutivo y contra las represiones ilegales. La acción del ministerio fiscal devino finalmente en abstracta ante la reunión arrancada por la docencia y debió ser suspendida.

El indiscutido lastre que significa la nueva “oferta” paritaria del gobierno, es también indiscutidamente miserable. Se propone un aumento del 5% a un ítem (449) que no significa más que entre 200 y 500 pesos según la antigüedad, lo que lleva el salario inicial a 50 mil pesos, 3 mil más que la paritaria ya firmada por la burocracia. A la vez se completan las cuotas de lo ya firmado por la Intergremial para ser cobrados en 2021 y se extiende el plazo hasta el próximo viernes para reintegrarse y acceder a un plan de recuperación de los días caídos, en vez de rechazar esta extorsión. Es lo que reclamaban Sitepsa y los delegados de la Plaza. Los 3 mil pesos más en cuotas para los docentes que recién se inician mantienen este salario 17 mil pesos debajo de la línea de pobreza, en principio hasta diciembre, y acrecientan las sumas en negro del salario. Sumado al aumento del código 449, la oferta del gobierno avanza en el achatamiento de la escala y del escalafón docente.

Las bases deciden

Lo más destacable de la autoconvocatoria docente y en particular de esta huelga, ha sido la firme consciencia de las bases de que a ellas les corresponde decidir. Son ellas las que deben decidir. Sitepsa y los Delegados de la Plaza se han visto obligados a llamar a asambleas, aunque amañadas y tuteladas. Por el contrario, y como lo ha hecho desde su conformación, la asamblea provincial docente autoconvocada ya ha llamado para mañana a la mañana una verdadera asamblea, de carácter bimodal, para rechazar esta oferta ruinosa y determinar cómo se prosigue la lucha.

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