Reportaje en Radio Aries (Salta).
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“Creo que la vice se ha disparado un tiro al pie. Probablemente creyó que tenía más fuerza que la que tiene, no creo que sea por incompetencia, es porque está enfrentando una maraña de contradicciones muy explosivas. No por nada perdió las elecciones. Hay una crisis de pobreza fenomenal, es una crisis histórica, y porque tiene una serie de aprietes internacionales de todo tipo que van a agravar esta situación. Todas las medidas que el gobierno ejecutó durante este año para contener los problemas se embarraban. La inflación en escalada y también apoyada en el congelamiento de una serie de servicios y un retraso relativo con el dólar.
Ya anticipábamos nos en artículos del día lunes que comenzaba una etapa muy crítica, que no se iba a renovar normalmente el Congreso, iba a ser un periodo de dos meses de conflictos políticos agudos. El kirchnerismo, acorralado, ha cometido una torpeza fenomenal, porque así como va termina con el resto de la caída del gobierno y la convocatoria de nueva elecciones. Claro, que si el gobierno cae, tendrían que caer todos. Porque si se cae Alberto Fernández, gobernaría Cristina.
La fórmula Fernández-Fernández de 2019 ya era una forma de vaciamiento. Porque se colocaba como candidato presidente a alguien que no represntaba a nadie. Simplemente el kirchnerismo quería decirle a la población que ampliaba sus alianzas, que incorporaba a Massa, es decir que cambiaba su enfoque anterior bajo CFK. Él se va a transformar en un presidente si resiste este golpe. Pero ¿en qué condiciones va a gobernar?
¿Por qué fue una torpeza? Tienen elecciones en noviembre, ¿se cree que con esto tiene más chances de recuperar lo perdido? Entonces en noviembre puede haber una sepultura del gobierno. La racionalidad en la maniobra de Cristina se podría apoyan en la especulación de que mucha gente no fue a votar en rechazo al gobierno pero sin querer votar a la oposición. Entonces “recuperemos los 8 puntos” teóricos que se abstuvo de asistir a votar en el padrón electoral, sería la idea. Entonces, pongo mi gabinete y lanzo una campaña fuerte, demagógica, movilizadora. Primero esa campaña hay que ponerla en duda porque siempre se está ajustando contra los trabajadores. Los salarios y jubilaciones están por por el suelo y no hay ninguna medida de aporte de 2 mil pesos, 5 mil pesos, que lo vaya a cambiar.
Lo que no aparece como alternativa, irrumpe en medio de una crisis.
Esto es una crisis de todo el régimen político, por ejemplo, es un golpe para la oposición. Porque Larreta quería simplemente ganar las elecciones y posicionarse para 2023, pero acá hay una crisis de gobierno, ya Macri había dicho que si siguen así se tiene que ir. Hay una crisis dentro de la derecha también, ahora se trata de ganar y esperar a 2023 o de algo más profundo. Están todos divididos, los radicales, el PRO, Bullrich. Es una crisis de todo el régimen político. Los que se postulan como representantes, entre 2016 y 2019 fracasaron como nunca antes en la argentina.
Si la izquierda que ha diseñado su rumbo con dirección a las elecciones de noviembre, recaracteriza y recalcula la situación y lanza una campaña de movilización política, que hay que discutir muy bien los términos, y deja atrás la cartelería electoral, somos “tercera fuerza”, autoproclamaciones de distinto tipo, puede ser esa la salida. Puede ser la irrupción de esa fuerza, indudablemente. De lo contrario se va ir cocinado entre facciones de derecha. Argentina ha entrado en una crisis que va a ser más grande que la de 2001, indudablemente.”
La venas abiertas no sólo de Argentina, por Jorge Altamira y Marcelo Ramal