Un principio de viraje en las elecciones sindicales de empresas

Escribe Pablo Busch

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El resultado de las primeras elecciones sindicales en las empresas ha sido novedoso. En la mayoría de ellas, las listas que estuvieron al frente de comisiones internas durante la pandemia pierden frente a listas opositoras. Las elecciones sindicales comenzaron a realizarse a partir de los primeros días de septiembre, luego de permanecer suspendidas durante 18 meses por decreto presidencial, invocando razones sanitarias. En julio dijimos que para el gobierno era de suma importancia que antes que las elecciones sindicales primero se desarrollen las PASO para tener un panorama político más claro. Ha quedado claro pues, que estamos ante un emergente de nuevos delegados y comisiones internas en todo el país.

La pandemia operó como un revulsivo de toda las clases explotadas. Las suspensiones al 75%, las paritarias a la baja, la presencialidad forzada, los contagios masivos, las violaciones a los protocolos por parte de las empresas, la postergación indefinida de las elecciones, la falta de vacunas, sacude los cimientos de la burocracia sindical.

En la fábrica Pepsico, de Mar del Plata, desde hace varios años que se viene desarrollando un proceso contra la burocracia del STIA, en particular en repudio a las paritarias a la baja. La Comisión Interna, de la Lista Verde, venía defendiendo a capa y espada a la Directiva del Sindicato, que pasaron a integrar algunos de sus referentes. En julio del año pasado, los trabajadores llevaron adelante una huelga autoconvocada en reclamo de un aumento salarial del 40%, que la Comisión Interna intentó hacer naufragar. El resultado es que en las elecciones, realizadas el 3 de setiembre, la lista opositora Celeste arrasó contra la Lista Verde, con el 75% de los votos de la planta.

En Granja 3 Arroyos, Capitán Sarmiento, donde trabajan más de 1.000 obreros, se presentaron dos listas opositoras, ganando la Lista Roja con 330 votos. Segunda salió la Lista Blanca con 175 votos y última la Lista Azul, de la Comisión Interna.

Fedesur es una fábrica que hace algunos años mudó su planta de zona sur de Gran Buenos Aires a la zona Norte. Los trabajadores nuevos de la zona norte fueron impedidos durante varios años de poder presentar lista. La patronal, con la complicidad del STIA, despedía a cuanto activista levantara cabeza. En las recientes elecciones, los trabajadores pudieron presentar lista contra una comision interna abiertamente patronal: los resultados fueron abrumadores: 77 votos para la Lista Azul contra 22 de la Lista Verde.

En La Virginia, donde un sector opositor a la Verde estaba al frente de la Comisión Interna, el sector vinculado a la Directiva del STIA rosarino ganó las elecciones, con una lista practicamente nueva. El resultado, 263 votos de la verde a 203 de la azul, oculta un dato importante: la mitad de la planta, 950 según los padrones, no se presentó a votar. En Arcor Caroya, la lista Naranja que dirigía la comision interna, cambió a mas de la mitad de los candidatos para enfrentar a la Lista Verde, vinculada directamente a la directiva del sindicato. La Naranja retuvo la comision interna por solo 16 votos.

En la UTA asistimos a un proceso similar: los piquetes autoconvocados contra las paritarias a la baja despertaron a un activismo en la mayoría de las lineas. Como parte de este proceso se han presentado listas en la 510, que perdió por 2 votos hace unos días. Listas opositoras a la burocracia vienen de triunfar en Chevallier y en la Almafuerte (líneas 218, 284, 325, 378, 622 y 628). En la línea 176-448 se presentó una Lista organizada por el activismo aniburocrático, en medio de una enorme persecución de la patronal y la burocracia – sacó el 30% de los votos de la linea. El proceso no se reduce a la UTA y el STIA: en una logística del Parque Industrial de Pilar, Celsur, una lista opositora le ganó por paliza a la Comisión Interna (40 a 3). Lo mismo ocurre incluso en un Sindicato ultra regimentado como Camioneros. Lo mismo indican los informes de fábricas metalúrgicas de CABA: los oficialismos tienden a perder las elecciones. Una transición recorre al movimiento obrero de Ushuaia a La Quiaca: a la nueva camada de activistas obreros hay que agregarle por primera vez, la elección de delegados del Citrus en la empresa Ledesma, en Libertador General San Martín, Jujuy: más de 700 trabajadores han conquistado su derecho a elegir delegados.

La elección de la Multicolor en Aten -recupera la Seccional Capital- podría ser tomada en un mismo sentido, aunque se trata de una oposición consolidada desde hace años Contrariamente, la elección de la lista Bordó-Naranja-Transparente en la Alimentación, de la cual formamos parte, no logró convertirse en un canal de este proceso.

Quien primero ha tomado nota de este terremoto electoral es la burocracia sindical. Ahora intenta postergar lo mas posible las convocatorias, la proscripción o directamente a la patota. Hay un intento de proscripción de la lista Rosa de Shell Raizen en Zona Sur y el despido de los delegados electos de EMA, en lucha por su reincorporación.

Con una agenda repleta de elecciones sindicales de aquí a marzo del año próximo, el escenario promete nuevos cimbronazos. Prácticamente se votará en todas las fábricas y establecimientos de trabajo del país, además de las elecciones generales de cada sindicato.

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