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El gobierno de Estados Unidos consiguió evitar este jueves, a último momento, declararse en cesación de pagos, luego de intensas negociaciones entre demócratas y republicanos. Biden consiguió la aprobación de un “plan de gasto temporal” hasta diciembre, pero todavía no logró que se subiera el tope de gasto, ni que se aprobara el proyecto de ley de infraestructura bipartidista de $ 1 billón de dólares y el paquete de $ 3,5 billones que expande los servicios sociales y aborda la crisis climática. Ambos están estancados por las divisiones al interior del partido demócrata entre “centristas” y “progresistas” por el alcance de los impuestos que se aplicaría sobre las grandes fortunas, y por la pelea con los republicanos.
El techo de deuda norteamericana es actualmente de 28,4 billones de dólares. Un default norteamericano sería catastrófico para la economía mundial.
Los bonos del Tesoro se utilizan como garantía para respaldar préstamos a corto plazo. Si EEUU incumple con algunos de sus bonos, es posible que los prestamistas no conserven esos valores “contaminados”. El New York Times indica que “los sistemas de negociación de Wall Street no se han configurado realmente para separar los bonos del Tesoro en incumplimiento del resto, porque pocos pensaban que era posible un incumplimiento de Estados Unidos. Esto podría conducir a un mercado crediticio a corto plazo que se paraliza, como al comienzo de la crisis financiera” (NYT, 29/9). La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y del presidente de la FED, Jerome Powell, han advertido sobre la posibilidad de un “evento catastrófico” si no se eleva el techo de la deuda de una vez por todas.
El presidente ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, reclama una “política de estado" esto es, un acuerdo bipartidista para olvidarse del tope del endeudamiento de una vez por todas. "Cada vez que surge esto, se arregla, pero nunca deberíamos estar tan cerca. Creo que todo esto es un error y que un día deberíamos tener un proyecto de ley bipartidista y deshacernos del techo de la deuda. Todo es político", añadió Dimon (BAE, 29/9).
La economía de Estados Unidos acumula desequilibrios gigantescos producto. La inflación en Estados Unidos durará "más de lo esperado" reconocieron Yellen y Powell, afectando a los salarios congelados por la crisis. Se estima que el default puede costar la pérdida de 6 millones de empleos. Los sueldos, en muchos casos no alcanzan para cubrir los alquileres de millones de empleados con jornada completa y extras. Powell enfrenta el rechazo a su continuidad por parte de Elizabeth Warren y la bancada demócrata “progresista", porque lo acusan de su gestión demasiado “austera" (The Guardián, 1/10).