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El pasado viernes 1 de octubre se desarrolló en la planta de producción de Toyota (TASA), ubicada en Zárate, una "asamblea", la cual tenía como objetivo la votación del nuevo esquema de trabajo exigido por la empresa para el incremento de producción, pasando de 135.000 a 177.000 unidades al año. Este nuevo esquema de trabajo plantea un paso atrás para la población de los trabajadores de planta, pasando por arriba del convenio colectivo de trabajo.
Dicho esquema plantea la obligación de trabajar los días sábados, ya que se trabajaría con un formato 5 x 2 (un franco fijo los domingos y uno rotativo en la semana) esto durante la semana de mañana, teniendo en cuenta que la planta cuenta con 2 turnos de trabajo que rotan todas las semanas, garantizando así todos los sábados de producción.
La modificación en el esquema de trabajo plantea un gran atraso para la población trabajadora de Toyota.
1- Descanso: la obligación de trabajar el sábado de mañana no sólo nos quita un sábado sino el más importante, ya que como mencioné anteriormente se trabaja en turnos rotativos semanales. La semana que se trabaja de tarde la producción finaliza 12:50 hs. Teniendo en cuenta que hay compañeros que viven a más de 100 km muchos llegan a sus hogares entre las 2:30 y 3 de la madrugada del sábado e ingresando al trabajo nuevamente el día lunes a las 6 de la mañana, con lo cual muchos salen a las 4 de sus hogares, reduciendo ese fin de semana al sábado desde el mediodía hasta el domingo a la tarde-noche. En cambio, hasta ahora, los trabajadores llegamos por la tarde del viernes a nuestros hogares y retomamos actividades el lunes después del mediodía, pudiendo así disfrutar plenamente del fin de semana. Con este nuevo esquema sólo tendremos el domingo, ya no más el fin de semana. En el caso de los feriados (viernes o lunes), en el caso de estar de mañana, ya no contaremos más con fin de semanas largos.
2- Horas extras: el sábado de mañana es pagado por 7 horas (al 50%) más 2 horas (al 200%). Con el nuevo esquema, se pagará un plus del 50% del valor del día por sábado trabajado y, si te toca franco ese sábado, dicho plus no se cobra. Se trabajará los días sábados cobrando menos que ahora. En caso de querer trabajar en tu franco designado en la semana -si la empresa te convoca por faltante de operarios- las 9 horas se pagarán al 50 % perdiendo así las 2 horas con más valor.
Los operarios que hoy no realizan horas extras estarán obligados a trabajar los sábados.
3- Premio por presentismo: al agregarse el sábado al esquema de trabajo se agrega un día más en la semana al que no se puede faltar para no perder dicho premio. Ya no nos podemos enfermar ni el fin de semana.
Queda claro que la gran beneficiada en todo esto es la empresa, ya que a partir de enero del 2022 pasará a realizar más de 42.000 unidades extras anuales sin poner un peso y pagándoles menos a los empleados. Además, el gobierno acaba de anunciar la eliminación de las deducciones incrementales a la industria automotriz, por lo que Toyota no pondrá un peso en materia impositiva por este incremento de producción, fugando así todo el capital ganado. Teniendo en cuenta que más del 80% de los vehículos se venden al exterior en dólares, representa una fuga de divisas extraordinaria.
Pase a planta permanente de 1.000 operarios: este punto es ambiguo, ya que si bien es un beneficio para los trabajadores que se encuentran en condición de contratados, podemos encontrar un grueso de compañeros que tienen más de 2, 3 y hasta 4 años por agencia. La empresa tendría que haberlos pasado a plante mucho tiempo antes, teniendo en cuenta que Toyota no ha tenido en ningún momento crisis de venta de vehículos.
El día 1° de octubre se realizó la asamblea prevista para la votación del nuevo esquema de trabajo, el cual tendrá vigencia a partir de enero del 2022. Ésta se realizó entre la salida del turno mañana y el ingreso del turno tarde en el playón de recepción del canopy oeste de TASA, planta Zárate. Contó con un único orador, el secretario gremial del SMATA. Comenzó con el himno nacional, seguida por un breve repaso del esquema de trabajo, con una muy mala oratoria por parte del hijo del Secretario General, quien estuvo ausente. Luego se pasó a la votación.
La gran mayoría de los presentes votó por la positiva. Unos 100 operarios votaron en contra. Alrededor de una docena se abstuvieron. Y un grupo de unos 50 compañeros se mantuvo al margen, sin levantar la mano, desacreditando dicha asamblea.
Ahora bien, si este nuevo esquema de trabajo sólo beneficia a la empresa y al gremio (el cual contará con el ingreso de más de 1.000 cuotas sindicales) y empeora las condiciones de vida de los trabajadores, ¿cómo se explica este resultado? Sólo podemos comprenderlo si tenemos en cuenta tres factores: el miedo, el deseo de crecimiento y la solidaridad.
1- El miedo: para comenzar con este punto es preciso comprender que el cuerpo gremial en su totalidad pertenece a la burocracia sindical del SMATA, y como norma se manejan con los operarios generando temor a través de aprietes. Las prácticas más comunes, si uno está en desacuerdo con ellos, son el cambio de sector como castigo o el despido si la discusión se eleva de tono; por ende, muchos compañeros no se atreven a plantear disconformidad al respecto o levantar la mano en contra por no contradecirlos.
2- Deseo de crecimiento: muchos compañeros están esperando la posibilidad de la promoción y así tener una mejor remuneración, pero para esto no solo hay que cumplir con las normas de la empresa sino que el aval para que tal o cual tenga el puesto lo decide el gremio, por lo cual hay que llevarse lo mejor posible y no contradecirlos en nada, incluso así en ocasiones tampoco se les otorga el premio, ya que se lo dan a los que están en la "mesa de movimiento" aunque no sean buenos operarios, falten, o tengan poca antigüedad, ya que los puestos se dan por amiguismo y no por mérito.
3- Solidaridad: este punto creo que es el más importante. Una semana antes cada cuerpo gremial realizó una reunión con su sector correspondiente donde anunciaron cómo sería el nuevo esquema de trabajo, que ingresaría gente nueva como franqueros y el pase a planta de 1.012 compañeros que están trabajando por agencia. Al finalizar dicha reunión y como ultimátum informaron que, si se votaba en contra, esos 1.012 compañeros iban a ser despedidos.
Así el gremio hacía una clara amenaza al conjunto de los trabajadores, condicionando el voto de los mismos y garantizando los mil votos de los que aún están por agencia. Con amenaza de por medio, ninguna votación es democrática.
Lo que el nuevo esquema de trabajo no menciona es qué va a pasar con las horas crédito (metodología que se utiliza en la autopista: cuando la planta no puede producir por motivos propios o ajenos, los operarios debemos devolver el día). Hasta la fecha, la devolución se realizaba los sábados a la mañana, pero, con este cambio, el turno ya estaría cubierto. Cuando se les consultó a distintos delegados, su respuesta fue que todavía no estaba definido. Las opciones serían trabajar el sábado por la tarde, reemplazar nuestro franco en la semana o descontarnos las horas. Cualquiera sea el escenario, perjudica aún más a los trabajadores.
El gremio de SMATA ya hace muchos años que se encuentra en TASA. Al principio fue fructífero para los trabajadores, ya que no solo mejoró su poder adquisitivo sino también las condiciones de trabajo paupérrimas en que la empresa japonesa tenía a los empleados. Con el tiempo hubo un estancamiento y, al estar alineados políticamente con el kirchnerismo, esto llevó a la nulidad de reclamos de los trabajadores. El caso más concreto es el del impuesto a las ganancias (no se puede exigir que lo saquen porque apoyamos al modelo). Sin embargo, durante el período de Macri (no podemos exigir que lo saquen porque están cerrando fábricas por todos lados) y ahora (tampoco se puede porque la pandemia etc., etc.). Por otro lado, ha permitido la flexibilización de puestos de trabajo dentro de planta como el sector de gomería o algunas de las recepciones, donde las operaciones las realizan trabajadores igual de calificados que nosotros, pero con sueldos mucho más bajos.
La implementación de un sistema de piso de tres meses para cobrar el premio por presentismo; si se pierde el premio, el operario debe asistir tres meses sin faltar y recién el cuarto empieza a cobrar nuevamente.
Pero el acuerdo de este esquema de trabajo pasa de la pasividad a la traición, ya que empeora las condiciones de trabajo y desacredita al convenio colectivo.