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Luego de finalizada la prórroga de los mandatos gremiales, se llevaron a cabo elecciones en Celsur Logística de Pilar. Los delegados que responden a la conducción del gremio se encontraron esta vez con dos candidatos que se presentaron por fuera del "visto bueno" de la seccional. Las elecciones se desenvolvieron en dos tramos: durante la mayor parte del día en Pilar, trasladando las urnas para cerrar la votación en la planta ubicada en General Rodríguez, con el argumento de que en esa planta se encontraban trabajando un grupo de trabajadores de planta Pilar. El resultado fue una derrota apabullante de los delegados oficialistas, 40 a 3, en una planta de alrededor de 75 trabajadores.
Los trabajadores señalan que ni bien se conocieron los resultados, empezaron los problemas. Los delegados alineados con el sindicato junto con directivos de la seccional Luján organizaron una “barra” que impidió la salida del depósito a los ganadores de la elección, gritándoles todo tipo de amenazas. Los delegados electos denuncian al secretario general, en un escueto comunicado que circuló por las redes sociales, por impedir el ejercicio de un derecho democrático de los trabajadores.
Según denunciaron los trabajadores, luego de ese hecho bochornoso, los ganadores fueron citados al sindicato y salieron de la reunión luego de haber renunciado a sus flamantes mandatos. La situación aún no termina de aclararse, y no se ha informado a los trabajadores de la planta que fue lo que realmente sucedió allí, pero hay sospechas fundadas de que se trató de un apriete. ¡Por si el bochorno no hubiera sido suficiente, los que tomaron la posta ante la acefalía forzada, son los delegados salientes, que prácticamente no recibieron votos, más que los propios! Un papelón y una burla hacia el claro pronunciamiento que hicieron los trabajadores.
Este atropello de la burocracia se da en el marco de un proceso más general en el movimiento obrero de cuestionamientos a las direcciones gremiales dentro de los lugares de trabajo y de los sindicatos, según van reflejando distintos resultados a lo largo del país. Aunque no puede hablarse de un ascenso definidamente antiburocrático, las direcciones sindicales observan esto con preocupación. Algunos sectores dentro del gremio de Camioneros señalan que el pase de factura va a venir “por el tema de la pandemia” y están tratando de dilatar las elecciones para febrero (último plazo) con la expectativa de que “la vuelta a la normalidad” calme las aguas. Sin embargo, para ser precisos, lo que está ocurriendo es que hay un activismo que canaliza la bronca contra el rol que jugó la burocracia durante el tiempo que lleva la pandemia y contra años de entrega del salario y las condiciones laborales.
En este sentido, Camioneros firmó una paritaria muy a la baja en plena cuarentena, en 2020, del 30 % en 4 cuotas y otra, en 2021, del 45% en 3 cuotas que quedó muy lejos de recuperar lo perdido y deja el salario por debajo de la inflación proyectada. A esto hay que sumar los brutales descuentos que sufrieron los trabajadores de alto riesgo quienes bancaron casi 1 año y medio de licencia cobrando al 80% primero y la mayor parte del tiempo al 60% de su sueldo habitual, a pesar de las declaraciones altisonantes de Pablo Moyano que nunca se concretaron en el pago total de los sueldos para garantizar las licencias. Esa cuestión quedó librada a la decisión de las patronales o dependiendo de la capacidad de negociación de los cuerpos de delegados en cada lugar de trabajo.
La votación de Celsur manifiesta un hartazgo de los trabajadores, quienes denuncian que los delegados aparecían esporádicamente por el depósito y no daban respuesta a los reclamos. Ahora, además, su voluntad ha sido atropellada.
Este activismo incipiente que aún no tiene rasgos bien definidos, sin embargo se coloca objetivamente en el terreno de la lucha contra la burocracia; de ahí la reacción de la dirección seccional. Los opositores aparecerán a lo largo y ancho del gremio y los resultados como en Celsur pueden repetirse. La evolución de este proceso y la maduración del activismo, dependerá de los resultados de una lucha de conjunto que se desarrollará en el movimiento obrero.
Denunciamos los aprietes contra los activistas opositores. Reclamamos el pleno respeto a la libertad y a la democracia sindical, para que se haga efectiva la voluntad de los trabajadores.