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Buenas tardes, compañeras y compañeros. En este contexto de pandemia y frente a la actual crisis sanitaria, el gobierno no está dando la respuesta que todos esperamos. Muy por el contrario. Su propaganda política se basa en el levantamiento de las restricciones y en la no política sanitaria de prevención, frente a la tercera ola que estamos viendo se da en países como Finlandia, Lituania, Inglaterra, Nueva Zelanda, etc.
Este colapso sanitario que vivimos no solamente los trabajadores sino la ciudadanía en general se pone de manifiesto con la precarización laboral, los salarios por debajo de la línea de la pobreza, el pluriempleo – que es una forma de autoexplotación que tienen los trabajadores. Esta crisis no es solamente producto de la pandemia sino que es producto de un proceso histórico que se viene dando con una crisis social, política y económica. Antes el acceso a la salud era un bien social. Hoy, el acceso a la salud es un privilegio de unos pocos, ya que en este momento podemos hablar de una mercantilización de la salud, manejada por las prepagas y manejada por las obras sociales a través de la burocracia sindical. Los trabajadores de la salud de la Ciudad de Buenos Aires hace más de dos décadas que venimos sufriendo una serie de restricciones y limitaciones respecto de nuestros derechos, que se pone de manifiesto, por ejemplo, en la reducción anual de los presupuestos en salud, en el 5x1 -o sea la intención de reunir cinco hospitales en uno-, el 3x1 en salud mental; medidas que van totalmente en contra de la realidad porque cada vez más atendemos padecientes mentales en los hospitales especializados y en los hospitales especializados de la salud.
Hemos sufrido una verdadera reforma laboral en el año 2018 con la ley 6.035 que, entre gallos y medianoche, pasó el PRO en la Legislatura porteña. Actualmente, veinte hospitales de la Ciudad ven modificada parcialmente su estructura. Es están cerrando las concurrencias. La concurrencia es la mano de obra barata que tiene el Gobierno de la Ciudad para atender a la ciudadanía. Ellos la están cerrando en función de un negocio de la UBA con los posgrados pagos. Eso es terrible. En el hospital Tobar García -hospital de salud mental- se ha cerrado la sala de pequeños. En el hospital Moyano, en enero, se cierra el hospital de noche, primer sector externo de atención comunitaria en salud mental que se creó en 1986 en este país. Son todas medidas de achique que fomentan la salud privada. Por eso, desde Tribuna de Salud apostamos y apoyamos la construcción de un congreso obrero en el país. Los llamamos a todos a votar a las listas de Política Obrera en las regionales donde pasamos -en Salta y, para mí, en el corazón, Por un Santiago Obrero- y también a las listas de la izquierda y de los trabajadores en todo el país.