Escribe Daniel Blanco
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El martes se cumplió el segundo día de paro docente y comenzó el primer día de paro de 72 hs de los trabajadores de la salud repudiando el decreto ajustador emitido el 6 de enero por parte del gobierno de Manzur. Los trabajadores exigen que se cumpla con la actualización salarial (cláusula gatillo) del último trimestre 2019, a partir de ello, iniciar las discusiones paritarias 2020, que se mantenga vigente la cláusula gatillo, el pase a planta de los precarizados, entre otros puntos.
El día anterior, la provincia había asistido a una enorme rebelión docente. Según diversos medios las escuelas estuvieron abiertas pero en más del 80% no hubo clases y entre 10 y 15 mil docentes se movilizaron a la plaza, convocados fundamentalmente por los Docentes Autoconvocados, todo esto en el marco de una conciliación obligatoria que solo la dirigencia burocrática de los gremios docentes y estatales respetó pero no así la docencia en todos sus niveles.
La jornada del martes, según informaron los supervisores de zonas, el paro docente fue aún más masivo y supero el 90%. Incluso la movilización fue superior. Como planteo Raquel Grassino, la principal referente de los docentes autoconvocados, en el cierre del acto del lunes 2, la jornada del día 3 iba a ser de paro con concentraciones en todas las ciudades, incluida la capital. Efectivamente, la rebelión docente demostró de manera acabada que tiene un alcance provincial. En la Plaza Independencia asistieron alrededor de 5000 docentes, y en ciudades como Monteros, Concepción, Aguilares, Alberdi, Tafi Viejo, hubo manifestaciones y en algunos casos se reunieron multitudes.
En la capital, la concentración docente coincidió con la convocatoria del SITAS (Salud), que tenían organizado un acto en acuerdo con varios sectores de la docencia, minoritarios (con una agrupación derechista, con ATE-docente, e incluso con la agrupación del PTS) dejando de lado a la Docencia Autoconvocada, que siendo completa mayoría, se hizo oír y obligó a que Raquel Grassino fuera una de las oradoras principales de la jornada.
En el caso de la salud, el clima de descontento se ha profundizado. El paro docente y las movilizaciones repercuten en el ánimo e incluso en varias asambleas hospitalarias se han votado mociones de paro por tiempo indefinido, paro con abandono e incluso en diversas zonas se han dado los primeros pasos de coordinación zonal para darle mas contundencia a las medidas.
Un gobierno acorralado y una burocracia en crisis
El martes 3, se concretó la primera reunión de la conciliación obligatoria trucha. La reunión duro media hora y la dirigencia del Frente Gremial Docente solo pudo informar que se había acordado una nueva reunión para el viernes 6.
El ministro de educación de la provincia, Lichtmajer había declarado que el lunes iba a haber 2000 escuelas abiertas, y que quizás algún docente iba a faltar a clase. El lunes, pegó una voltereta y declaró que había que escuchar el reclamo de la calle. Desde varios sectores sostienen que el ministro tiene los días contados, incluso es cuestionado por todo un sector de la iglesia que ha alentado las medidas de fuerza en algunos colegios religiosos.
Contradiciendo al ministro, pero cerrando los ojos, otros funcionarios sostuvieron que con las ultimas medidas modificando el decreto 1/1 se había repuesto la cláusula gatillo pero que se iba a hacer efectivo mediante un adicional no remunerativo a partir de marzo, y que las deudas salariales se reconocían pero recién en julio se iba a ver como se las pagaba. Precisamente la rebelión docente repudió a esta maniobra para mantener el plan de ajuste.
Por un congreso de base que elija una dirección que dirija la lucha
El repudio de la docencia se extiende a toda la dirigencia del Frente Gremial Docente, la dirigencia burocrática de la docencia que lidera Toledo que reconoció el reclamo de la calle, pero que “había que ser orgánico”.
El martes 3, luego del acto con los trabajadores de la salud, la Docencia Autoconvocada, se movilizó (eran cerca de 3.000) a la sede de ATEP, que estaba inundada de policías. Allí se hizo una asamblea, y se volvió a ratificar el congreso de base del sábado 7, una convocatoria que ha sido tomada con entusiasmo. Hay un despertar de miles de docentes. La desorganización sindical es profunda. Donde existen delegados de ATEP u APEM en la mayoría de los casos actúan como punteros de la burocracia desalentando y ahora amenazando a quienes toman medidas “inorgánicas”.
Son tres días de clases los que se vienen, pero también tres días deliberación para fijar los pliegos y elegir los representantes e instalar así un congreso de base, democrático, de lucha, que elija una dirección responsables que lleve la rebelión en curso a la victoria.