Docentes universitarios: por qué el gobierno adelanta tres meses el incremento de las jubilaciones
Escribe Patricia Lambruschini
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El Ministerio de Trabajo de la Nación resolvió adelantar a diciembre de 2021 el incremento de las jubilaciones de docentes universitarios que estaba previsto para marzo de 2022.
A diferencia del régimen jubilatorio general que contempla incrementos trimestrales, los jubilados docentes universitarios reciben dos aumentos al año, de acuerdo al porcentaje acordado en la paritaria del sector. En septiembre perciben el aumento correspondiente a la variación de los salarios entre enero y junio; y en marzo, el correspondiente al período de julio a diciembre.
De este modo, con la medida del gobierno, los más de 8500 jubilados y jubiladas docentes de las Universidades Nacionales percibirán un incremento en sus haberes tres meses antes de lo habitual.
El reclamo del adelantamiento del índice RIPDUN había sido planteado unos días antes al ministro Moroni por la dirigencia de la Conadu Histórica, que alegó su necesidad en el contexto crecientemente inflacionario del país. La conducción de la federación, alineada con el kirchnerismo, saludó con beneplácito la medida del gobierno y la presentó como un logro propio.
Sin embargo, aunque el adelantamiento del aumento es beneficioso para los jubilados, es una gota en el desierto si se tiene en cuenta la escalada estrepitosa de los precios y las paritarias a la baja que han tenido los docentes universitarios en los últimos años, que han pulverizado el poder adquisitivo de sus ingresos. El aumento en cuestión, permitirá que los jubilados tengan algo más en los bolsillos antes de fin de año, pero constituye sólo un adelanto "a cuenta" de lo que debería percibirse en marzo. La medida no establece un nuevo incremento para comienzos de 2022.
Tras la fractura de la burocracia de la otra Conadu, que ha quedado debilitada en su rol de bombera de la conflictividad de la docencia universitaria, es todo un dato que la Conadu Histórica sea convocada para "dialogar" y discutir medidas con el gobierno. Es un reflejo de la creciente integración al Estado que sufre nuestra federación, que se puso de manifiesto en la firma de la paritaria de rebaja salarial en el mes de octubre y en la falta de un plan de lucha nacional a lo largo de todo el año.
La integración al Estado de los sindicatos sólo puede hacerse a costa de sacrificar las condiciones salariales y laborales de las bases. La docencia universitaria debe deliberar sobre el derrotero que está teniendo lugar y pelear por la independencia política de los gremios y federaciones de todos los gobiernos de turno.
