Los desocupados salieron a las calles en todo el país

Escribe El Be

Redoblemos la lucha por nuestras reivindicaciones

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El discurso de Alberto Fernández en la inauguración de sesiones legislativas dejó en claro que el gobierno no tiene un plan para salir de la crisis ni una orientación para recuperar el empleo y el salario. El presidente decidió que no haya presupuesto definido este año hasta no llegar a un acuerdo sobre la deuda externa, es decir que estamos supeditados a lo que decida FMI. Mientras tanto, tratará de pilotear la crisis dando manotazos aquí y allá.

Con la mención a la Tarjeta Alimentaria, que aún no ha llegado a la mayoría de los distritos, el gobierno pretende dar por cerrado el problema del hambre y la miseria en los barrios. Pero la Tarjeta Alimentaria es incompatible con algunas asignaciones sociales que ya reciben muchos desocupados y no resuelve la situación de emergencia que están atravesando los desocupados de este país. La Tarjeta Alimentaria pretende ser la carta que va a mostrar el gobierno frente al reclamo social durante toda esta etapa de su mandato, mientras subordina el presupuesto nacional al pago de la deuda.

Por lo tanto, está claro que para encontrar una salida para los que viven de su trabajo, el no pago de la deuda externa y la ruptura con el FMI tiene que ser el punto de partida. Con esa consigna, el 5/3 se movilizaron las organizaciones de desocupados en una jornada nacional de lucha en los distintos puntos del país. En medio de una enorme lucha docente en varios puntos del país y con la cuestión de las paritarias abierta en varios gremios, la irrupción de los desocupados configura un escenario político nacional de lucha obrera.

La jornada tuvo dos movilizaciones. Una encabezada por el Polo Obrero oficial con el MST y otras organizaciones, la otra por la Tendencia del Polo Obrero, junto con el MIJD y otros. La responsabilidad de la división del movimiento de desocupados en dos movilizaciones separadas por reclamos similares recae exclusivamente en el Polo Obrero oficial, que desarrolla una política sectaria y mezquina entre las organizaciones, principalmente contra la Tendencia. La negativa insistente de sus dirigentes a la integración de los compañeros de la Tendencia a la mesa del "Frente de lucha" que ellos encabezan corrió exclusivamente por su cuenta, demostrando que ponen por delante sus propios intereses antes que los del conjunto de la clase obrera.

La movilización de la Tendencia

La Tendencia del Polo Obrero se movilizó en Buenos Aires, Salta, Tucumán, Misiones, Santiago del Estero y Pergamino. En varios distritos salimos en un frente de lucha con otras organizaciones, como el MIJD y la Tupamaro, la Agrupación “Mariano Ferreyra” en Mar del Plata y el Movimiento Territorial por la Vivienda, de San Juan. Llevamos la consigna del no pago de la deuda y fuera el FMI, junto con un pliego de reclamos que incluía el trabajo genuino, por un plan de obras públicas, nuevos cupos de los planes sociales y aumento de los montos, sostenimiento de comedores y merenderos y guardapolvos y útiles escolares.

La respuesta del Ministerio de Desarrollo Social frente a estos reclamos fue que han sufrido un achique de partidas presupuestarias y, por lo tanto, no pueden dar una respuesta a ninguna de las necesidades que se vive en los barrios. Esta respuesta pinta de cuerpo entero a un gobierno que subordina las necesidades sociales de la población al pago de la deuda externa. La primera conclusión que debemos sacar es que la promesa de campaña de “meterle plata en el bolsillo” a la gente ha quedado en el olvido para el gobierno a sólo tres meses de asumir. Lo que está en marcha es un plan de ajuste para pagar la deuda, es decir, sacarle plata del bolsillo a la gente para ponerla en el bolsillo de los acreedores privados.

Pero la política de ajuste que está llevando a cabo Alberto Fernández choca con la pobreza que aumenta en el país, la persistencia de la falta de trabajo y la tendencia a la lucha que crece entre los trabajadores ocupados y desocupados. Se desarrolla en la conciencia de la clase obrera la conclusión de que la satisfacción de las reivindicaciones de los trabajadores sólo se va a lograr quebrando la orientación política del gobierno, que es la orientación del acuerdo del pago de la deuda externa que aún no encuentra cauce.

La Tendencia del Polo Obrero vuelve a los barrios con estas conclusiones y desarrollará una campaña para organizar más compañeros en los barrios y lograr imponer una salida. El gobierno no logra arreglar con los acreedores de la deuda ni tiende a resolver las necesidades sociales crecientes de la población. El callejón sin salida del gobierno nos llama a organizarnos en los barrios e intervenir en la situación política. No cabe duda de que la agudización de la crisis y de la lucha de clases encontrará a los trabajadores desocupados en la primera línea de batalla por la satisfacción de sus reclamos.

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