South Park, “Post Covid” y un futuro satíricamente aborrecible

Escribe Matias Melta

Tiempo de lectura: 3 minutos

South Park, la serie animada para adultos más importante de Estados Unidos, lo hizo nuevamente: luego de las desopilantes películas “Especial de Pandemia” y “Especial de Vacunación” -en las que con su humor corrosivo hizo una crítica ácida al manejo capitalista de la pandemia- lanzó “Post Covid”, la primera de las 14 películas que va a realizar para Paramount+, un cachetazo satírico genial que sucede luego de que la pandemia haya sido “controlada”.

El primer golpe tragicómico que recibe el espectador es que se entera rápidamente que, según la película, el mundo se libera del Covid...dentro de 40 años. No es casual: en los especiales nombrados ya habían trazado tanto su repudio a la política criminal de Trump durante la primera parte del Covid como una total desconfianza al “avance” a la inmunización cuando comenzó la vacunación de la mano de Biden.

La trama gira en torno a los protagonistas que en la serie original son niños, reencontrándose luego de 40 años en el pueblo de South Park para ir al funeral de su amigo Kenny, que de la pobreza saltó a ser un científico excéntrico y renombrado que había sido una pieza fundamental en la erradicación mundial del Covid. Pero lo que sucede es que Kenny deja a sus amigos de la infancia, antes de su muerte, pistas para poder volver en el tiempo y evitar que se origine el Covid. El absurdo domina una y otra vez la película pero está presente un mensaje constante: alerta, con el supuesto “nihilismo” de los cerebros detrás de la serie, que en los marcos del funcionamiento de este sistema la humanidad no camina hacia otro lugar que el desastre.

Y con esa perspectiva nos mostrará un futuro satíricamente grotesco, aburrido y horrible, que apunta sus cañones a problemáticas y debates que atraviesan el presente y son especialmente polémicos. Las “libertades individuales”, defendidas a ultranza en la actualidad de una forma u otra tanto por los mal llamados liberales como por pseudo izquierdistas o progresistas, se extreman y dominan al mundo. Todos deben “respetar” sin chistar las decisiones personales de los demás, aunque estas sean contra el bien colectivo -y nadie puede ir contra esta lógica. Nos encontramos con una feroz crítica a la política de “libertad de decisión” desde la visión egoísta burguesa en general y en particular sobre la vacunación, cuando por culpa de un solo personaje que, 40 años después de comenzado el Covid, aún no se vacunó por motivos que suenan totalmente ridículos, los miles de habitantes de South Park son puestos en cuarenta por el gobierno cuando aparentemente reaparece un rebrote de Covid en la ciudad, ya que el 100% de estos no están vacunados, o sea, inmunizados.

Siguiendo esta línea, el mundo se ha convertido en ese “paraíso” con el que el posmodernismo pequeño burgués y “bienpensante” sueña: todo es absolutamente políticamente correcto, tanto que lo que conocemos en la actualidad como chistes ya no existen más, ya que nadie puede “burlarse” del otro. La gente se ríe solo de lo que está “permitido”. Por ejemplo: Jimmy, personaje de la serie que en la película se convirtió en un famoso humorista, cuenta el siguiente “chiste”: “Cómo se llama a una mujer trans que entra en una clínica de abortos? Se llama Rebecca y es una persona fantástica”. La cúspide del aburrimiento y el ataque de la serie al avance de esta nefasta forma de concebir la vida pública.

En la película, en un factor la ciencia ha avanzado mucho: las personas mayores no mueren aunque tengan una edad avanzadisima porque, en el futuro, se ha decidido que así sea. Vemos entonces asilos de ancianos súper poblados, cual cárceles, con gente mayor totalmente infeliz que lo único que quiere es...morirse. La fantasía de los grandes capitalistas detrás de la salud y la farmacología hecha realidad.

En el medio de “Post Covid”, se entrecruzan viejos rencores familiares, geopolítica y otras visiones bizarras -pero posibles- del mañana, que merecen ser vistas. Si, para Marx, la historia se repite como farsa, para South Park en el futuro la farsa domina completamente al mundo. No hay una pizca de Inocencia en la profundización del absurdo que buscan los creadores de South Park en la película: en ella encontramos el absurdo y el grotesco de la lógica del mercado y el capital dominándolo todo.

South Park se anima una vez más -otra más y van...- a poner el dedo en la llaga y se mantiene como el bastión de la sana y necesaria sátira incisiva que hace estallar en carcajada, reírse de todo y todos -incluso de uno mismo- y reflexionar políticamente. Mejor imposible.

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