“Madres paralelas” de Pedro Almodóvar: de maternidades y desaparecidos

Escribe Matias Melta

Tiempo de lectura: 3 minutos

El director de cine español Pedro Almodóvar regresó con la película “Madres Paralelas” -que podrá verse en Argentina en cines y a través de Netflix a comienzos de 2022-, donde vuelve a abordar de manera magistral la maternidad desde un punto de vista no lineal y agrega un elemento no común en su filmografía: contenido político relacionado a la Guerra Civil Española.

La trama

En 2016 Janis -una resplandeciente Penélope Cruz-, eximia fotógrafa de 40 años, conoce en una sesión de fotos a Arturo -Israel Elejalde-, una eminencia en antropología forense. La misma le cuenta que en su pueblo natal, Aldea de Los Montes, hay una fosa con 10 cadáveres de combatientes republicanos asesinados en la Guerra Civil Española por huestes fascistas, entre los que se encuentra el cuerpo de su bisabuelo. Todo el pueblo quiere que se desentierre la fosa para saber la verdad, pero, como comenta Janis, el gobierno derechista del presidente Rajoy mantiene sin subvención lo relacionado a la Ley de Memoria Histórica, que se encarga de ello. Arturo se compromete, entonces, a intentar que la asociación para la que trabaja desenterrando fosas que quedaron de la Guerra Civil tome el caso, lo que puede llevar mucho tiempo. Janis y Arturo se trenzan en una relación libre. Al año, Janis queda embarazada y quiere, felizmente, tener al bebé, así que ante la negativa de Arturo se separan en buenos términos y finalmente da a luz a una niña. En la sala del hospital donde está internada conoce a Ana -Milena Smit-, una adolescente que no quiere tener a su bebé y siente arrepentimiento. Ana pare a una niña.

Pasado un tiempo y por diversos motivos de peso, las vidas de estas dos madres solteras pasarán de ser paralelas a fundirse casi por completo y la herida aún abierta por la guerra civil reaparecerá.

Las madres de la lucha y la búsqueda de la verdad

Almodóvar toca nuevamente en este film la maternidad, temática que lo llevó a la fama mundial cuando en 1999 ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera por “Todo Sobre mi Madre”. Lo hace no con la excelencia que desplegó en ese film, pero si volviendo a la maestría inigualable que en sus últimos trabajos - “Dolor y gloria”, “Julieta” y “Los amantes pasajeros”- se mostraba debilitada.

Almodóvar nos zambulle en el mundo de mujeres que son madres amorosas pero que intentan no hacerlo desde el lugar esquemático que una sociedad machista les quiere imponer. El mundo de mujeres que crían solos a sus hijos, sin figura paterna, así como lo han hecho sus madres o abuelas, por elección o no. En estas mujeres la vulnerabilidad se hermana con la valiente lucha por una vida de independencia y libertad.

Alejado del melodrama o la exageración, recursos utilizados en gran parte de su filmografía, el director nos zambulle en una película dinámica que oscila entre el drama poderoso y un suspenso envolvente, géneros que maneja con soltura. Nos encontramos con un Almodóvar que da lo mejor de sí, cómo había pasado en este milenio con el film perturbadoramente genial “La Piel que habito” o “Volver”, gran película que trata, desde otro ángulo, sobre la maternidad y que también contaba con Cruz como protagonista. No es casual que la haya elegido para el rol de Janis en “Madres Paralelas”. Cruz realiza uno de sus mejores papeles en mucho tiempo, porque el talento del director y la actriz se potencian y estallan en la pantalla cuando se aúnan.

Tampoco es casual que el director haya elegido este momento para tocar un tema que aún despierta debates históricos y actuales en la sociedad española: la guerra civil. “(Almodóvar) Admite (...) que el proyecto, que arrastraba desde hacía un par de décadas, resucitó en una versión ‘más politizada’ tras la emergencia de Vox como tercera fuerza en el Congreso. ‘Me pareció que era más necesario que nunca recordar de dónde venimos y contrarrestar el revisionismo de la extrema derecha. Sus voces no son mayoritarias, pero hacen mucho ruido y contaminan la vida política española.’ (Diario El País)”.

Es así que el director hace atravesar el film por una búsqueda de la verdad en amplios sentidos, desde lo personal a lo político, de lo histórico a lo científico, donde estos diversos puntos se van tocando, rebotan, vuelve a tocarse. Son las mujeres el motor de esta compleja búsqueda. En ese eminente juego “Madres paralelas” logra movilizar, remover, emocionar desde diversas aristas. Y la presencia de esos 100 mil desaparecidos republicanos que se encuentran en fosas a lo largo y ancho de España, que dieron su vida combatiendo el fascismo por un mundo donde no reinara ni la opresión ni la explotación, que están presentes en cada lucha que la clase obrera brinda para librarse de las cadenas del capitalismo, inundan la pantalla de un sentido hondo y bello.

Una vez más, pero de forma distinta que en otras oportunidades, Almodovar encuentra la forma de mostrarnos la belleza de la vida y la lucha por ella, sin caer en lugares comunes ni golpes bajos.

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