Córdoba, juego online y crisis política

Escribe Ángel Villa

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En la última semana del año y de forma exprés, se aprobó en la legislatura cordobesa una ley que regula el juego online en la provincia. Este es un negocio que mueve miles de millones de pesos anuales, impulsado por los empresarios amigos del poder, y es el mecanismo predilecto para el lavado de dinero, financiamiento de campañas electorales, etc.

Los legisladores que presentaron y defendieron el proyecto -cuatro del PRO y el radical Orlando Arduh, presidente del interbloque de legisladores de JxC- mantienen fuertes vínculos con los empresarios que están detrás de este negocio (Daniel Angelici, Caruso y Grupo Roggio, los principales). Macri dio su apoyo a la iniciativa.

Del lado de Hacemos Por Córdoba, no se animaron a impulsar el proyecto ellos mismos, aunque hace semanas vienen contemplando la posibilidad de una recaudación impositiva adicional de $4.000 millones gravando el juego online. Su apoyo quedará condicionado, finalmente, por esa recaudación.

Fraccionamiento y disgregación política

Quienes vieron en las últimas elecciones provinciales un fortalecimiento del gobierno y la derecha miran azorados el panorama político. El proyecto de ley se convirtió en un elemento más de la lucha intestina de los partidos del régimen y, sobre todo, en Juntos por el Cambio. Arduh fue separado de la UCR. De Loredo y Negri, enemigos íntimos dentro del radicalismo, se pusieron de acuerdo para cuestionar en duros términos el proyecto. Luis Juez, del Frente Cívico, amenaza directamente con la ruptura del frente, denunciando por corruptos a sus compañeros del PRO y al radical. Macri, el único PRO nacional que intervino en la disputa, salió a defender el proyecto que involucra directamente a su operador político y judicial, Angelici. El quiebre del espacio político que todos sindicaban como el gran fortalecido de las recientes elecciones de medio término es un hecho inocultable.

En el caso del oficialista Hacemos por Córdoba, si bien los enfrentamientos fueron más sutiles y menos mediáticos, no por ello resultan menos importantes. Nada menos que el vice gobernador, quien preside el bloque oficialista, no participó de la sesión porque se iba de vacaciones. Lo cierto es que Calvo viene sosteniendo una ardua disputa por la sucesión de Schiaretti y cierta pérdida de protagonismo. El intendente capitalino, Martin Llaryora, aspirante a la sucesión también -y quien en las últimas semanas parece acercarse a las preferencias del gobernador-, salió a despegarse de la iniciativa señalando que, en la capital de Córdoba, no se había habilitado el juego. Dos legisladores vinculados a Caserio votaron en contra y otros seis no asistieron al recinto. Esto se da a semanas que los dos legisladores delasotistas amenazaran con romper el bloque oficialista.

En la medida en que el fracaso de la ‘tercera vía’ de Schiaretti se hace más evidente, las disciplinas al interior de su estructura partidaria se resquebrajan.

Es este el personal político que deberá ejecutar un presupuesto que pretende pisar salarios, jubilaciones y asistencia social en el orden del 30 % con una inflación proyectada del 60 por ciento.

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