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Continúa el acampe de los trabajadores del ex banco de Desarrollo Social, que llevan 5 meses sin cobrar sus sueldos completos.
Desde que el gobierno decidió cerrar el ex banco de Desarrollo Social, los trabajadores bancarios empezaron protestas en toda la provincia, con paros del gremio y movilizaciones que recogieron la solidaridad de trabajadores en lucha. La perspectiva de una salida negociada entre el gobierno y la bancaria no ha avanzado, y luego de cinco meses ha producido un fuerte desgaste entre algunos trabajadores. El último paro de 72 horas fue contundente pero no obtuvo respuestas. Recientemente, Palazzo –secretario de la Bancaria nacional- envió una carta al ministro de trabajo anunciando la posibilidad de “acciones de protesta nacionales” por el reclamo de los bancarios de Jujuy. Luego, ello fue desestimado por la propia directiva del gremio, alegando la situación epidemiológica en el país.
La propuesta de los ministros de hacienda y de Morales fue ofrecer retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas a quienes quieran acogerse a ella y que los demás trabajadores pasen a la planta estatal. Pero en este caso, su salario correría con la pérdida del 40%.
Al asimilar al trabajador bancario con el empleado público estatal, existe una pérdida sustancial de derechos: la jornada de trabajo, salario, antigüedad, escalafón y categorías, entre otros.
El gremio de la bancaria juega su propia partida. La seccional de Jujuy se encuentra intervenida (el anterior Secretario era Cabana Fusz, el ministro de trabajo de Morales) y el resultado de las elecciones está judicializado. En este cuadro la bancaria nacional “aprieta pero no ahorca” al gobierno provincial.
Bajo el gobierno de Morales, directa o indirectamente, se han liquidado grandes fuentes de trabajo: el desguace del Ingenio La Esperanza, el cierre de Mina Aguilar, la estatización-rescate de Agua de los Andes y ahora la liquidación del Ex Banco de Desarrollo. Morales en algunos casos ha propuesto el pase de trabajadores al Estado o soportar algunas cargas sociales de los trabajadores, como una nueva forma de subsidio a las patronales. Este mecanismo tiene límites insalvables para un Estado quebrado. Para los trabajadores se producen, además, pérdidas de condiciones laborales y salariales.
Cuando Morales anunció la creación del Banco de Desarrollo, recogió el elogio de todas las cámaras empresariales, inclusive del propio PJ, que veía en la medida una forma de acceso al crédito para la inversión en la provincia. Sin embargo, el banco nunca se pudo capitalizar y terminó ahogado por la banca privada. Mientras tanto, el Banco Macro es el agente de pago de los más de 70 mil trabajadores estatales de Jujuy, es acreedor del Estado, abona planes sociales provinciales, es decir que controla prácticamente toda la actividad en la provincia. En vez de transferir todas esas cuentas a una banca provincial, Morales priorizó al banco privatizado.
Defendamos todos los puestos de trabajo de los trabajadores bancarios.
Por el cobro inmediato del 100% de los sueldos adeudados.
No a la reconversión del Banco de Desarrollo social, por un banco provincial bajo control de los trabajadores.
Solidaridad nacional por la victoria de los trabajadores bancarios de Jujuy.