Salta: comenzó el juicio a puertas cerradas contra el ex obispo de Orán, Gustavo Zanchetta

Escribe Olga Céspedes

La ruta de encubrimiento del papa Francisco.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde el 21 al 25 de febrero se llevará adelante el juicio oral pero no público al ex obispo de la ciudad de Orán, Salta, Gustavo Zanchetta. El sacerdote está acusado por “abuso sexual simple continuado agravado” por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de dos jóvenes seminaristas. En las dos jornadas de declaraciones, Zanchetta negó los cargos y trata de defenderse aduciendo que se trata de “una venganza”. La justicia salteña y el Vaticano preparan la impunidad. El juicio que debió comenzar en septiembre del año pasado, fue demorado por el propio papa Francisco que retraso el envío de los archivos eclesiásticos solicitados por la justicia de Salta.

Las últimas denuncias

Zanchetta fue denunciado en febrero del 2.018 por un seminarista y días después hizo lo mismo otro joven. El primer denunciante acusó al ex obispo de haber sufrido “episodios de contenido sexual por parte de Zanchetta, a partir de 2017, en el edificio del Seminario Juan XXIII y un domicilio particular de Los Toldos” (TN, 22/2). El segundo denunciante sostiene que Zanchetta tuvo conductas inapropiadas, durante el año 2.016, en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la vivienda del exobispo. En el 2.018, también se presentó denuncias de varios seminaristas en el ámbito canónico contra Zanchetta por acoso y abuso sexual, según informó el nuevo obispo de Orán, Luis Scozzina.

El encubrimiento de Francisco a su “hijo espiritual”

En el 2013, feligreses de Quilmes denunciaron y juntaron firmas ante la Diócesis de esa ciudad contra los abusos de poder por parte de Zanchetta. Si bien fue separado de los cargos diocesanos que ostentaba -Vicario de Asuntos Económicos, Representante Legal de todas las Escuelas Episcopales, miembro del Colegio de Consultores Diocesanos y miembro del Consejo Presbiteral Diocesano-, el sacerdote fue nombrado, ese año, obispo de Orán. Es así como llega a Salta, de la mano de la impunidad. En el 2015, tres sacerdotes de la ciudad de Orán presentaron ante la Nunciatura diferentes elementos que daban cuenta de desmanejos económicos, abuso de poder y abusos sexuales cometidos por Zanchetta. Juan José Manzano, uno de los sacerdotes denunciantes y removido de su cargo en la Diócesis, detalló que se presentaron fotografías pornográficas y cartas de seminaristas que habrían sido abusados. Anticipándose a la inminente tormenta, Zanchetta renuncia intempestivamente y convocado por el papa Francisco, emigra al Vaticano. Bajo la sotana de Bergoglio, el denunciado es premiado con el cargo de asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) del Vaticano. En el 2.018 se suman las denuncias de los dos seminaristas. Ante el escándalo, Francisco aduce desconocimiento del prontuario del sacerdote, solo procedió a suspenderlo de su cargo y abrir una investigación.

Juicio y Castigo

La mayoría de las luchas que ha desenvuelto el pueblo de Orán ha sido intervenida, de un modo u otro, por Zanchetta en defensa de la patronal de Tabacal contra los trabajadores azucareros o en defensa del estado contra los bagayeros. Zanchetta ha sido pieza clave para el disciplinamiento de la mujer trabajadora y sus derechos elementales. Este rol es el que ahora defiende el clero colocando a sus abogados en la defensa del sacerdote frente a las denuncias penales. El tribunal integrado por los jueces María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos cierra la sala del juicio para impedir que los denunciantes y sus familias se manifiesten en pedido de justicia. Convocamos al pueblo salteño y en especial de Orán a acompañar a los denunciantes en su lucha por justicia. Avancemos en la separación de la iglesia del estado aboliendo la injerencia clerical en todos los ámbitos de la vida de los trabajadores. Que se abran los archivos del vaticano bajo control de los trabajadores y de los denunciantes de abusos eclesiásticos para avanzar en el juicio y castigo civil y penal a los curas pedófilos.

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