La gran lucha de los compañeros de RA Intertrading

Escribe Leandro F.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Los cerca de 1.000 compañeros de la fábrica del vestido RA Intertrading, situada en Villa Lugano, de los cuales más de 900 son costureros bajo convenio SOIVA, vienen protagonizando una lucha histórica.

Luego de años de bajos salarios y de soportar un régimen de premios y ritmos de producción infernales, pusieron en pie una lucha y organización obrera deliberando en sucesivas asambleas en las que se votó un plan de lucha por reivindicaciones vitales.

Piden un aumento sobre el salario básico para llevarlo de $200 actuales a un mínimo de $400, garantizar que el básico no quede bajo la canasta familiar, la baja de los ritmos de producción, el no descuento de premios por ausencias y llegadas justificadas, entre otros reclamos.

Es que la remuneración de bolsillo que reciben se integra en más del 40% con premios a la productividad, "voluntario" (sujeto a la arbitrariedad de los jefes) y presentismo, llegando -si no se enferman nunca, ni tienen que asistir a un familiar, ni llevar a sus niños a la escuela, ni perder el tren o el colectivo- a arañar alrededor de $ 60.000, muy por debajo de la línea de pobreza.

Siendo que son los trabajadores de costura más calificados del mercado y que la empresa RA Intertrading SA es líder en la fabricación de ropa deportiva de 1ª línea para marcas como Adidas, Nike, Puma, Boca Juniors, River y tantas otras, y que se encuentra cobrando precios en dólares, muy por encima de la media del mercado, la patronal no tiene ninguna excusa para no acceder al aumento de salario básico.

Sin embargo, la patronal ha respondido reiteradamente a los petitorios con una negativa cerrada ofreciendo mínimos aumentos en los premios. Es que su objetivo estratégico es mantener la estructura salarial fundada en un básico miserable y en incentivos y premios a la producción con ritmos y objetivos cada vez más altos y multiplicidad de tareas y máquinas por operario. Esa es la gran fuente de sus ganancias extraordinarias, a despecho del sacrificio extremo y de las enfermedades psíquicas y físicas de los trabajadores.

Combativas asambleas comprometieron a los pocos delegados existentes a subordinarse a sus decisiones y eligieron, en asamblea general, una Comisión de Reclamos integrada por representantes de todas las secciones "hasta que se hagan las elecciones de delegados", largamente postergadas por la dirección de SOIVA para asegurarse la desorganización de la fábrica y permitir sus negociaciones y acuerdos con la patronal, a espaldas de los trabajadores.

En cumplimiento del plan de lucha las asambleas votaron y se presentaron sucesivos petitorios, en reuniones con la patronal que contaron con la presencia del SOIVA y de los delegados gremiales, respaldados por paros parciales y baja de los ritmos de producción

Como represalia, la patronal suspendió a 33 trabajadores, gran parte de ellos integrantes de la Comisión de Reclamos y ha comenzado una campaña de feroz intimidación contra compañeros, maltrato verbal, amenazas, traslado de líneas y de sección y descuentos arbitrarios.

Frente a la aguerrida pelea de los trabajadores, la burocracia sindical del SOIVA -para desviar el proceso de lucha- prometió interceder proponiendo dirimir la cuestión de las suspensiones en el Ministerio de Trabajo, poniendo como condición que se levante el plan de lucha. Pérfidamente aconsejó no responder legalmente las suspensiones de los compañeros sancionados, para hacerlos perder su posibilidad de defensa y dejar un antecedente en sus legajos posibilitando una futura causal de despido, con la clara intención de descabezar al movimiento y a la organización de los trabajadores.

Un grupo de trabajadores decidió seguir esa estrategia y en menos de 72 hs. está haciendo una experiencia con esta burocracia sindical, que fue la que firmó en 2021 un convenio de miseria de $198 la hora, llevando el salario básico a $32.000 mensuales y que avala el régimen de súper explotación con el sistema a destajo impuesto por la patronal.

La misma burocracia que mantuvo desorganizada la fábrica deliberadamente, durante muchos años, habilitando a muy pocos delegados y que en la última elección de Comisión Directiva, ocurrida hace dos semanas, sacó 10 votos sobre 930 afiliados y se fue repudiada de la fábrica. La burocracia sin ninguna duda se coloca directamente del lado de la patronal y su participación no representa una salida real al conflicto, sino una estrategia en común con la empresa para llevar a un callejón sin salida a los trabajadores y desorganizar la lucha.

La gran lucha de los trabajadores y trabajadoras de RA por un salario y condiciones dignas de trabajo está colocada en una encrucijada. Es necesario superar las maniobras patronales y de esta burocracia sindical que a través de métodos extorsivos buscan romper la resistencia, oponiéndoles los métodos de la Asamblea, de la unidad de acción y de la organización para derrotar a la patronal y sus sanciones e imponer los reclamos elementales que están en juego.

La dirección de SOIVA viene postergando las elecciones de delegados por sección, violando la legislación vigente. Es necesario intimarla a convocarlas de inmediato -con un plazo razonable para presentación de candidatos-, a fin de conformar un poderoso cuerpo de delegados (por ley, corresponde elegir más de 13 compañeros) conformado por los compañeros que han demostrado en el curso de la lucha ser luchadores independientes, inclaudicables y sin dobleces, defensores de sus compañeros y de las decisiones colectivas de las asambleas. El nuevo cuerpo de delegados y comisión interna será una herramienta decisiva para la fábrica y un faro y ejemplo para todo el gremio.

Llamamos a convocar a la solidaridad de todos los trabajadores del gremio, de la zona y al conjunto de trabajadores ocupados y desocupados para apoyar la gran lucha de los trabajadores y trabajadoras de RA.

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