La contrarreforma laboral de Larreta para el gremio docente

El pasado martes 5 se comenzó a tratar en la legislatura porteña, a espaldas de la docencia, el Proyecto de Ley enviado por el ministerio de Educación porteño para modificar el Estatuto Docente.

Como ya señalamos desde Política Obrera este proyecto inconsulto es una pata fundamental de una estrategia flexibilizadora general, que tiene como objetivo la destrucción de la carrera docente. A eso apuntan también el reforzamiento de la UNICABA y la ratificación de las prácticas profesionalizantes obligatorias en empresas para los estudiantes de 5to año.

El anuncio de la creación de cargos nuevos, como los de "Maestro especialista" y "Maestro Coordinador de Trayectorias educativas", que desde el Banco Mundial y el ministerio educativo se vende como una forma de "ascenso horizontal”, constituye un agravio al Estatuto –y además a las leyes de la Física. Su doble propósito es el siguiente:

Por un lado, refuerza la regimentación del contenido de la carrera docente dado que la forma de llegar a dichos cargos será por cursos dictados por el propio Ministerio, por actos públicos virtuales totalmente irregulares, controlados también por el Ministerio tras la destrucción de las Juntas de Clasificación. Al mismo tiempo, seguirán en pie los "sindikioscos", sellos que funcionan como sucursales del gobierno porteño para vender cursos por puntaje.

Por el otro, establece una diferenciación salarial entre los docentes que, a igual trabajo, recibirán distinto salario. De este modo dividen al cuerpo docente desde una lógica meritocrática y competitiva para debilitar la capacidad organizativa y de lucha del sector.

Dentro del articulado de la ley propuesta por el ministerio de Acuña aparece, totalmente desvinculado del eje central en debate, la titularización de una porción de los docentes interinos del nivel secundario a los cuales se les negó por más de una década gozar de los derechos estatutarios plenos. La impostura queda en evidencia ya que viene del mismo ministerio que sigue sosteniendo la precarización absoluta a un sinnúmero de programas socioeducativos y a los capacitadores docentes de la Escuela de Maestros.

En los últimos días, el ministro de Educación Nacional, Jaime Perczyk, expuso la otra faceta de este programa de contrarreforma laboral: la extensión de la jornada de trabajo para los docentes (y alumnos) como refuerzo a una reforma que ya no necesita de un acuerdo con status parlamentario para ser puesta en marcha

Siendo que los docentes tenemos que trabajar doble o triple cargo para llegar a un sueldo que arañe -ni siquiera que llegue-a la canasta familiar, lo que desde los ministerios de Educación nos proponen es que trabajemos entre 10 y 14 horas por día frente al aula, más las horas de corrección y planificación extra aula que nadie reconoce. Trabajar y dormir. Nada de tener tiempo para capacitarse ni para vivir.

Frente a este ataque la conducción de UTE, que no convocó a ningún plenario general para organizar la pelea salarial y admitió una paritaria a la baja, expresa un rechazo de palabra a la reforma estatutaria por vías institucionales o con acciones del aparato. Por su parte, Ademys rechaza esta avanzada sobre el Estatuto docente pero convoca a debates parcelados por distritos.

La docencia debe tomar esta pelea en sus manos mediante una asamblea general de todo el gremio así como asambleas por escuela y por distrito a fin de trazar una pelea a la altura del ataque, en defensa del Estatuto y de todos los derechos conquistados con la lucha.

No a la reforma del Estatuto que es la destrucción de la carrera docente. Actos públicos presenciales. Fuera la COREAP. Restitución de las Juntas de Clasificación Docente.

Titularización masiva y fotográfica en nivel medio, superior y programas socioeducativos.

No al salario por mérito. Salario igual a la canasta familiar por cargo testigo. Indexación por inflación. Todas las sumas al básico.

Construcción de escuelas y de nuevos puestos laborales. Reparto de las horas de trabajo para que ningún docente esté desocupado ni sobreexplotado.

No al avance sobre nuestro régimen jubilatorio. Recuperación de la Obra Social, no a su vaciamiento.