Escribe Violeta Gil
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Los trabajadores del transporte público metropolitano vienen profundizando la deliberación por sus diferentes reclamos. La última manifestación llegó a las puertas de la empresa SAETA, donde 25 delegados llevaron un petitorio de reclamos urgentes a resolver. Sin embargo, el gobierno provincial, la patronal y el gremio actúan en defensa del lucro de las transportistas y de los subsidios que reciben del Estado.
A la vez que crece la degradación de sus condiciones de trabajo y salariales, los trabajadores denuncian que crecen los siniestros viales por las fallas mecánicas en las unidades. Un caso relevante y no menor fue la rotura del palier en medio de la ronda habitual de un corredor donde la unidad perdió las dos ruedas traseras, en medio de la calle. Esta falla costó la dislocación del hombro del chofer, al tratar de evitar que una de las ruedas que se había perdido impacte con un vehículo estacionado. El vaciamiento empresarial y el encubrimiento estatal son los responsables de esos siniestros y atentados contra la integridad física de sus trabajadores.
Los funcionarios de SAETA se negaron a recibir a los delegados, pero rechazaron públicamente cada punto de su pliego. Entre ellos, la ampliación de los tiempos de recorridas entre vuelta y vuelta. Actualmente los choferes deben cumplir con horarios imposibles en los que pierden sus minutos de descanso. Muchas veces, permanecen entre 5 y hasta 6 horas arriba de una unidad. Además de manejar, los choferes deberán seguir controlando el pago del boleto, sobre la base de un esquema de sobreexplotación. Las autoridades negaron la posibilidad de cambiar la ubicación de las máquinas de cobro que se encuentran al ingreso de la unidad, cuando antes estaban ubicadas detrás del asiento del chofer. El sueldo básico de un chofer es de $77.900 y alcanza los $154.000 con años de antiguedad. Los aportes patronales se pagan sobre la base del 12% del sueldo, y no sobre la totalidad, las patronales se ahorran el 88% de los aportes jubilatorios de cada trabajador.
El titular de SAETA, Claudio Mohr, ha declarado que, sin los subsidios, el boleto del transporte público costaría $160, amenazando así con un tarifazo si no llegan los subsidios. Hemos señalado en otro artículo que SAETA es una empresa del estado provincial que concesiona el servicio de transporte público a privadas, a las que les garantiza subsidios provinciales y nacionales que cubren el funcionamiento y resguardan la rentabilidad empresarial. En un cuadro inflacionario que tiene como piso un 50% y sin techo y sobre todo una política de quita progresiva de subsidios como parte del acuerdo con el FMI. El presidente de Saeta preanuncia nuevos boletazos. La tarea de los trabajadores es la apertura de los libros contables bajo su control.
Desde el inició de este proceso de deliberación, la burocracia que dirige la UTA en Salta se ocupó de atacar sistemáticamente a los delegados más combativos y a los trabajadores que denuncian esta situación. Miguel Barrera, un burócrata que responde a las órdenes del gobernador Gustavo Sáenz y sus funcionarios, ni se pronunció por los reclamos de los trabajadores, y optó por desmerecerlos en nombre de ser impulsados por "un grupo opositor". Barrera opera para dividir a los trabajadores a cuenta y orden de Sáenz y las patronales. Superar esa “Barrera” y encauzar la potencialidad de la acción común de los trabajadores será una tarea de los propios obreros del transporte.
Una asamblea general de UTA hoy es una necesidad para abrir una salida a la adaptación que ofrecen el régimen político y las patronales.