La guerra y los refugiados

Escribe Sergio Escalas

Tiempo de lectura: 5 minutos

En la presente etapa de declinación histórica del capital, la crisis humanitaria encarnada por las migraciones en masa y los refugiados, escala hasta niveles inusitados. Esta situación ya no solo se verifica en todas las costas del Mediterráneo y en América Central.

Desde que estalló la guerra sobre Ucrania, cuyos intereses imperialistas promovidos estratégicamente por la OTAN y EEUU, llevaron a las oligarquías periféricas representadas por Putin a la incursión bélica en su afán por ubicarse en un escenario del capitalismo mundial que se derrumba sobre sus propias contradicciones, la situación migratoria y de refugiados se agravó, incluyendo a la propia situación que se da en países que votaron la condena a Rusia (https://politicaobrera.com/6792-la-guerra-mundial-en-una-nueva-fase).

Un ejemplo ilustrativo de ello, se constata en el trato diferencial que se les da a los migrantes ucranianos y a los procedentes de otros países, que se dirigen hacia la UE.

Actualidad

Hace un mes, el máximo responsable para los refugiados de las Naciones Unidas, Filippo Grandi, informó la salida de 677.000 personas desde Ucrania hacia los países vecinos. Según Telam, la cifra de refugiados ucranianos actualmente es de 4,5 millones.

A su vez, Karolina Lindholm Billing, la responsable de ACNUR (el organismo de Naciones Unidas presidido por Grandi) para Ucrania, cifró en un millón el número de desplazados internos. De la frontera del Donbass, epicentro de la guerra, se estiman 116.000 desplazados ucranianos al lado ruso.

Además de suspender sus cuarentenas anticovid, los países fronterizos (Polonia, Hungría, Rumania, Moldavia y Eslovaquia) han abierto sus puertas para todos aquellos que acrediten su procedencia de Ucrania.

En ese sentido, Polonia ha elaborado programas de alojamiento para los recién llegados en viviendas particulares, mientras que Eslovaquia ofrece transporte gratuito y la posibilidad de trabajar en el país. Por su parte, Grandi en un comunicado en el portal de ACNUR, declaró que “este es el instinto humanitario que tanto se necesita en tiempos de crisis".

Sin embargo, paralelamente al recibimiento, también crecen las denuncias de que, en la acogida y el refugio, hay privilegios y discriminación.

“Nos pararon en la frontera y nos dijeron que los negros no estaban permitidos. Pero pudimos ver gente blanca pasando”, dijo Moustapha Bagui Sylla, un estudiante de Guinea. Agregó que había huido de su residencia universitaria en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, tan pronto como comenzó el bombardeo. “No dejan entrar a los africanos. Los negros sin pasaporte europeo no pueden cruzar la frontera ¡Nos están haciendo retroceder solo porque somos negros!”. dijo un estudiante nigeriano a France 24.

Por otro lado, un refugiado sirio que lleva 13 años en el Líbano y que prefirió mantener el anonimato se pregunta en declaraciones a Efe por qué él y sus compatriotas continúan viviendo en carpas precarias, sumidos en la pobreza, más de una década después del estallido del conflicto en Siria.

"Desafortunadamente, todos los países nos cerraron la puerta en la cara (...) Si comparamos, Ucrania ha estado en guerra unos días y todos los países les han abierto las puertas, incluso los países árabes. ¿Por qué, cuál es la razón? ¿Ellos son humanos y nosotros no?", denunció el hombre.

En Argentina, fue pintoresco el anuncio de un proyecto “puente de fraternidad” entre Argentina y Ucrania para recibir a refugiados de la guerra, propuesto por una ex diputada nacional de Cambiemos y un funcionario del área de Seguridad de Campana, a través del financiamiento con dinero incautado a los "magnates" de Rusia.

Sin embargo, el cuadro de fondo, es el de un gobierno Nac & Pop que lo tuvo a Manzur posando con una bandera de Ucrania en la residencia del embajador de Estados Unidos y a Alberto Fernández colocando a Argentina a la cola de la OTAN en la ONU, teniendo en cuenta que la OTAN tiene una base militar con proyecciones nucleares en el Atlántico Sur – Malvinas.

Antecedentes

La política que la UE y las Naciones Unidas ("hermana humanitaria" de la OTAN) implementan actualmente sobre los refugiados y desplazados ucranianos (o más bien, una parte de ellos), contrasta brutalmente con la que aplicaban hasta ayer.

Un ejemplo clarificador fue el de 2021, cuando miles de migrantes sirios, afganos, yemeníes y de otras nacionalidades se acercaron a la frontera entre Bielorrusia y Polonia, con el objetivo de acceder a países de la Unión Europea, producto de las guerras desatadas por el imperialismo en sus países, y en plena crisis entre la UE y el Gobierno de Alexander Lukashenko. Polonia cerró completamente sus fronteras y se llegó a anunciar la posibilidad de levantar un muro entre ambos países.

España, otro miembro de la UE, informó en marzo a través de los últimos registros del Ministerio del Interior, que la llegada "irregular" de inmigrantes a suelo español aumentó un 73,2% respecto al mismo período de 2021. Son 7.319 las personas que lo hicieron, pero la gran mayoría fue a través del mar. Jóvenes y niños, que de a cientos han muerto en las aguas del Mediterráneo, desplazándose con pedazos de botellas como salvavidas o en botes precarios. Apenas una reducida parte lo hizo por tierra mediante Ceuta y Melilla.

Ineludible, otro ejemplo clarificador sobre la barbarie encarnada en la crisis migratoria se sigue verificando en EEUU (líder de la OTAN y de la guerra, proyectada a nivel mundial).

Mientras que la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) registró en el 2021 la detención de más de 1,7 millones de migrantes "irregulares" a lo largo de la frontera con México, la portavoz en español del Departamento de Estado, Kristina Rosales, explicó a la Voz de América que el tema migratorio es de alta prioridad para la administración del presidente Joe Biden. La funcionaria agregó que, en la Cumbre de las Américas a celebrarse en Estados Unidos en junio de 2022, el tema migratorio "estará en prioridad en la agenda".

Sin embargo, la realidad es muy distinta de como la pintan las funcionarias de Biden, quien continúa con las mismas políticas sobre los inmigrantes que son usados como mano de obra barata y una fuerza de presión contra los salarios. La misma política que caracterizó a los Trump, Obama y sus predecesores.

La inmigrante Hilda López trabaja en la región metropolitana de Washington DC con víctimas de violencia sistemática, que han atravesado la frontera y algunas veces arrastran el abuso hasta cuando están dentro de Estados Unidos como indocumentadas. El ultraje sobre las trabajadoras migrantes en el camino hacia EEUU, incluye violaciones sexuales, sometimiento a servidumbre, trabajo forzoso y abandono en los tramos más peligrosos, que son parte de los riesgos que puede representar para una mujer la ruta.

Perspectivas

Ante la etapa abierta de guerras imperialistas cuyo objetivo es la conquista y disputa de territorios y mercados, con la consiguiente búsqueda de asestarle un golpe decisivo a los derechos y conquistas de los trabajadores, es imperioso colocar en la agenda de la clase obrera mundial, la necesidad de una acción coordinada de los explotados, empalmando con una creciente deliberación obrera que cuestiona las decisiones que toman sus gobiernos, dictadas por los capitalistas y sus intereses.

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