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Este jueves 7, alrededor de cien trabajadores del puerto de Buenos Aires, como parte del plan de lucha votado la semana pasada, llevaron adelante un corte en el acceso Wilson, que detuvo el ingreso y egreso de camiones a la Terminal 4.
El conflicto del puerto sigue sin resolución. Los 800 trabajadores portuarios aguardan el cumplimiento efectivo por parte de la AGP (Administración General De Puertos) de los fallos de la justicia que dictaminaron el ingreso de los buques a la Terminal 5. La patronal, BACTSSA, no ha realizado nuevas negociaciones ante el Ministerio para poner fin a esta situación.
Mientras tanto, las otras terminales del puerto de Buenos Aires, a manos de 2 multinacionales, operan en forma “desbordada”, ya que la carga de la Terminal 5 es distribuida a esas terminales. Ante la falta de carga, los trabajadores de la Terminal 5 no pueden cobrar la totalidad de sus salarios. José Beni, interventor de la AGP, sigue sin implementar los fallos que retrotraen el funcionamiento del puerto a abril de 2020, cuando funcionaba esa Terminal 5. En cambio, sí hay “acuerdo” para implementar paritarias a la baja y cobrando el 25% del llamado salario conformado. La situación de las familias portuarias de la Terminal 5 no da para más.
La FEMPINRA (que apoya abiertamente la gestión de Beni) y el SUPA (que firmó el “acta de la traición” con el gobierno donde se había arreglado que los trabajadores de la terminal 5 pasen como tercerizados a las demás terminales) ya han dado sobradas muestras de que su política es buscar el desgaste de este conflicto. El propósito de los distintos gobiernos y las patronales del puerto es avanzar con la reforma laboral en el puerto (100 % de los trabajadores tercerizados).
Avanzar con la unidad de todos los trabajadores que forman parte de los distintos sindicatos del puerto sigue siendo la clave para ganar este conflicto. La impotencia de los burócratas plantea la autoconvocatoria de luchadores y activistas para gestar esa unidad.
