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Hoy, en Jujuy, alrededor de 25mil personas se movilizaron por el acceso a San Salvador de Jujuy, quebrando la provocación y resistencia policial, que pretendía cerrar los accesos, levantando bien alto el reclamo por la anulación de todas las causas que se abrieron contra los luchadores. La movilización de hoy más que duplicó la de la semana pasada. Para disgusto de Morales, fue un hecho político que fue cubierto por la prensa provincial y nacional.
Una operación contra los luchadores
A raíz de los 16 allanamientos producidos hace dos semanas en la provincia contra distintas organizaciones sociales, se ha hecho público que se trata de una operación orquestada por el gobierno provincial desde hace por lo menos tres meses. Los allanamientos realizados y el seguimiento de los dirigentes corresponden lisa y llanamente a un acto de persecución política, no a ninguna investigación por una denuncia fundada. La orden fue impartida desde el gobierno provincial.
El gobierno ha armado 80 perfiles con datos privados, contactos e información sensible de dirigentes políticos sociales y sindicales, entre ellos militantes del Política Obrera, el SEOM, FIT, organizaciones sociales varias. Prácticamente están todos los que se movilizan contra los ataques del gobierno. Los allanamientos se realizaron a partir de material recabado por la policía en sucesivas movilizaciones. Al momento de presentar abogados la defensa, la justicia los rechazó sobre la base de que se habían dictado allanamientos pero... no imputaciones. Un mamarracho jurídico sin atenuantes.
Morales manda a espiar a todo el mundo y ahora utiliza a discreción esa información para intentar quebrar al movimiento reivindicativo de cara a un cuadro de crisis política y económica excepcional.
Los allanamientos se inscriben en la campaña presidencial de Morales, que viene recorriendo la provincia de Buenos Aires y otras provincias. También se producen después del discurso de CFK en la CTA, donde planteó que los planes sociales deberían ser administrados por municipios y gobernaciones y dejar de estar en manos de las organizaciones sociales.
La corrida cambiaria, los anuncios de recorte de la coparticipación federal y de ajustes contra los trabajadores, ha puesto al gobierno en alerta, que busca amedrentar y desorganizar toda expresión de lucha o disidente en la provincia – o cooptarla y "conducirla" para neutralizarla.
El fracaso del gobierno ha acentuado la pobreza y la desocupación de la provincia. La mayoría de los gremios, dominados por distintas facciones del peronismo, ha jugado su cuota como elemento de contención de las masas, pero sus límites para cumplir esa tarea son cada vez más manifiestos. El movimiento de desocupados, que no ha dejado de organizarse y de crecer, vive todos los días el recrudecimiento de las condiciones de vida, a la par que la incapacidad del propio régimen provincial de satisfacer sus más elementales reclamos.
Cómo seguir
En la convocatoria unitaria se desglosan varios debates sobre cómo continuar. Por un lado, los sectores vinculados al gobierno FF son partidarios de diferenciar la situación de Jujuy del contexto nacional, aun a pesar de que existen allanamientos y denuncias de estas características en otras provincias.
Frente a la dificultad de poder llegar a un acuerdo con la caracterización política, se llegó por consenso a un único planteo sobre la anulación de las causas. Tampoco pudo prosperar la elaboración de un documento común. Se estableció una movilización común con un pliego reducido al ataque perpetrado por Morales, pero la posibilidad de que cada fuerza pueda fijar su orientación interviniendo en el acto del día de hoy.
El Movimiento Evita planteó la intervención federal de la provincia. Pretenden responder a un atropello con otro.
Por la Unidad Piquetera tomó la palabra Eduardo Belliboni, que luego de plantear que Morales es la dictadura, ensalzó a la UTEP para anunciar una marcha conjunta en los próximos días. Desde el escenario declaró “celebramos el progresismo de la UTEP”. La intervención centró su eje en destacar la "unidad" con el trinunvirato cayetano, pero obvió la orientación que este pretendió imprimir a la jornada.
Varios partidos del FITU destacaron la necesidad de reclamarle a la burocracia sindical que está con el gobierno la convocatoria a un paro nacional.
Desde el Polo Obrero Tendencia, tanto en la reuniones previas como en el acto, hemos destacado que el ataque de Morales coincide con un ataque nacional contra las organizaciones sociales y los trabajadores y que la respuesta debe ser dada de conjunto. Sobre el planteo de reclamo de un paro a los gremios, hemos planteado que los sindicatos y los trabajadores deberían agitarlo sobre la base de sus propios reclamos (condiciones de trabajo, paritarias).
Para la proxima reunión vamos a plantear la necesidad de avanzar en esta orientación en un congreso obrero provincial, donde los trabajadores ocupados y desocupados discutan sus necesidades y su método para imponerlo.
