Estatales de Río Negro: está planteada una huelga general provincial

Escribe Mali Quintillán

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El gobierno de Arabela Carreras presentó una nueva oferta salarial a los trabajadores estatales que fue rechazada por todos los sindicatos de la provincia, que anunciaron paros y movilizaciones regionales para los días 25 y 26 de julio. Se movilizaron UnTER (docentes), ATE (estatales), ASSPUR (salud) y SITRAJUR (judiciales). La primera jornada de paro tuvo una adhesión superior al 90% en toda la provincia.

Luego de haber cobrado el aguinaldo en el último día del receso escolar -y no el 30 de junio como indica la ley-, los trabajadores del Estado -incluyendo docentes, trabajadores de la salud y judiciales- recibieron una oferta salarial que, combinando sumas fijas y porcentajes, representan $2.500 en julio, $4.500 en agosto y un 7% remunerativo y bonificable en septiembre. La ´oferta´ ni siquiera da cuenta de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación. El sueldo inicial de trabajadores dependientes del gobierno de Río Negro no llega a los $90.000. Con esto quedó desbaratada la expectativa de las burocracias sindicales que esperaban una propuesta “superadora” que evitase la confrontación.

El Congreso de Unter, reunido el pasado viernes 22, resolvió por unanimidad el rechazo a la oferta y, por mayoría, el paro por 48 horas y las movilizaciones. La medida significa el “no inicio” después del receso invernal. Todas las asambleas de las seccionales de UnTER votaron el rechazo a la oferta oficial y la propuesta de la oposición, en las seccionales recuperadas y en las de mayor cantidad de afiliados, se mandató a votar dos semanas con paro de 48 horas y fecha de nuevo congreso, pero la ausencia de congresales opositores a la burocracia impidió llegar a los números para defender ese mandato.

La situación salarial actual de trabajadores y trabajadoras del Estado se mantiene como a principios de año, con salarios por debajo de la línea de pobreza y condiciones deficitarias de trabajo para todos los sectores. Sin embargo, este año hubo grandes luchas de la docencia y de los trabajadores de la salud. Se impone una urgente coordinación de las luchas por abajo, para evitar una nueva estafa de las burocracias sindicales y organizar la huelga general provincial, coordinada desde las bases, con asambleas y congresos del conjunto de los estatales.

Es necesario debatir y votar un plan de lucha de conjunto para impedir la actuación de los frentes sindicales de cúpulas, que operan como freno a las iniciativas de profundización que las bases reclaman en las asambleas y manifiestan en cada movilización y en los porcentajes de acatamiento a los paros. Sin la participación activa de la clase trabajadora en el desenlace de la crisis no hay salida.

Ganemos las calles de la provincia en un primer ensayo de huelga general provincial.

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