Docentes bonaerenses: el salario se hunde, preparemos una huelga general

Escribe Mariano Hermida

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La inflación en curso está devorando minuto a minuto el poder adquisitivo de los salarios. El acuerdo paritario que firmaron Kicillof y los sindicatos docentes del FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense) del 60% a cobrarse en cuotas hasta el mes de diciembre, ha consagrado un retroceso salarial inapelable. Una maestra con el mayor grado de antigüedad cobrará a fin de año -contabilizando sumas en negro- $96.000 de bolsillo, mientras que el costo de la canasta familiar asciende a los $180 mil.

Baradel celebró el acuerdo pactado con Kicillof. Luego, en un comunicado, el SUTEBA le propone al gobierno “corregir esta distorsión, dado que el salario docente continúa perdiendo poder adquisitivo” (27/6), mientras prepara una marcha en su apoyo el 17 de agosto, convocada por la CGT y la CTA. El régimen de “caja única” y “disciplina fiscal” se manifestó en el despido de más de 22 mil docentes que realizaban tareas pedagógicas de los planes ATR y FORTE. La burocracia sindical está jugada a sostener al gobierno fondomonetarista de los Fernández.

El deterioro salarial está llevando a la docencia a una situación desesperante. La miseria salarial obliga a una súper explotación laboral pocas veces vista (el tercer cargo se ha naturalizado), se extienden los compañeros que deben realizar emprendimientos personales para sumar unos pesos más. El último cobro del aguinaldo la mayoría lo usó para pagar deudas o préstamos. El sueldo docente se esfuma en los primeros días del mes, solamente en pagar el alquiler y la comida. La situación se agrava notablemente en el caso de las compañeras que son sostenes de hogar. Para colmo, luego del receso, el gobierno pretende una hora más en las escuelas primarias a cambio de una extorsión de $20 mil pesos por mes, que no alcanza ni para pagar una niñera, en las horas donde las maestras deberán dejar mayor tiempo a sus hijos para su cuidado.

Las paritarias de pobreza, sin embargo, están siendo enfrentadas en ocho provincias del país, mediante huelgas y movilizaciones. Los trabajadores de la educación de Mendoza, La Rioja, Chubut, Santa Fe, Formosa, Chaco, Rio Negro y Salta, demuestran que existe una tendencia entre las bases a no resignar sus condiciones de trabajo. El SUTEBA Bahía Blanca viene de protagonizar un paro y una movilización masiva en el mismo sentido.

En las aulas, escuelas y salas de profesores, el debate sobre la necesidad de recomponer el salario frente a la inflación está largamente instalado. El vaciamiento sindical que la dirección de SUTEBA lleva adelante es funcional a sostener su entrelazamiento con el Estado y hacer pasar las medidas oficiales. La distancia entre las necesidades de los trabajadores y los dirigentes no puede ser mayor. La docencia deberá abrirse su propio camino, mediante asambleas por escuelas, auto convocatorias y plenarios de delegados con mandato, con la perspectiva de preparar una huelga general. Por un aumento general de salarios del 100% para recuperar lo perdido por la inflación, para conquistar un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por cargo, indexado por inflación, y el rechazo a la implementación de la quinta hora en la escuela primaria.

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