Escribe Pablo Busch
La lucha salarial se abre paso.
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Una asamblea de pilotos se realizó ayer en el Aeroparque Jorge Newbery entre las 13:30 y las 16:30 en reclamo de una actualización de la paritaria del Sindicato APLA. La medida se dio en el marco de una serie de negociaciones entre las empresas Intercargo y Aerolíneas Argentinas con los gremios aeronáuticos (APA, APLA, APTA, UPSA).
Las negociaciones iniciadas el 22 de julio pasado se vieron empantanadas por las modificaciones en el Gabinete desde la designación de Sergio Massa cómo ´súperministro´. El nuevo "régimen de caja" y el congelamiento de las incorporaciones al Estado condicionan cualquier recomposición salarial.
En ese sentido, Pablo Biró, Secretario General de APLA, tomó la decisión de convocar a la asamblea, sólo de los pilotos, en dónde se planteó además del reclamo salarial la implementación de un Convenio Marco por actividad y la reinserción laboral para pilotos despedidos por otras empresas. “El plan de lucha recién está empezando” dijo Pablo Biró, titular de APLA en una entrevista en la radio 990. Y anticipó que habrá medidas durante el fin de semana largo de esta semana.
Como resultado de las tres horas de asamblea, se provocaron una serie de demoras y más de 10 cancelaciones en el Aeroparque metropolitano. Según comunicó Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) todos los vuelos con problemas fueron de Aerolíneas Argentinas, y no se habrían visto afectadas las operaciones de JetSmart y Flybondi. Según Aerolíneas, hubo 16 vuelos cancelados y 41 demorados.
En un comunicado, la empresa denunció que la medida es de claro contenido político porque tiene como único objetivo condicionar la política aerocomercial y económica del gobierno y que la paritaria todavía se encuentra vigente. Los gerentes que responden a La Cámpora defienden como propio el congelamiento de la planta y el nuevo régimen de caja de Sergio Massa. Esta defensa abierta de los funcionarios de la Cámpora al ajuste contra los trabajadores deberá llevar a los trabajadores aeronáuticos y a sus dirigentes a agotar una experiencia con el kirchnerismo.
El último acuerdo alcanzado por los gremios con la empresa fue en marzo pasado. Allí habían firmado un incremento salarial del 44% a hacerse efectivo entre marzo y julio de 2022, con cláusula de revisión pautada para agosto. Con una perspectiva inflacionaria que se encamina hacia el 80% anual, la empresa debería agradecer que la medida de fuerza es solo una asamblea de tres horas.
Es claro que la asamblea se trata solo de una medida de advertencia, en la que solo participaron los pilotos de APLA. La discusión del salario, que empezará a recalentarse en todos los lugares de trabajo, deberá ser discutida en una asamblea general de aeronáuticos dónde se discute qué recomposición salarial se reclama y que plan de lucha llevan adelante.