El Estado no te cuida

Escribe Agustín Fernández

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En un artículo publicado en Página 12 (28/3), expertos coordinadores del Observatorio de Seguridad de la UBA se deshacen de elogios sobre el rol que están jugando las fuerzas represivas en el medio de la pandemia que azota al mundo y al país. En síntesis, estamos ante un programa político vehiculizado desde el mundo académico e institucional. Para estos, sobre las policías se soslayan diversas actividades “invisibilizadas” como “la mediación entre conflictos barriales, la atención de mujeres víctimas de violencias, la contención de personas vulneradas, entre otras tantas.” Sumado a la noble tarea que se les ha encomendado, de garantizar el aislamiento social durante la cuarentena, para los autores estaríamos frente a la oportunidad de dejar de lado el “paradigma securitario punitivo” sustituyéndolo por un “modelo de estatalidad centrado en el cuidado”, relegando a segundo plano su facultad de amedrentar y reprimir.

Quien cuida a quien

Según estos portavoces hay que “cuidar a quienes nos cuidan”, en referencia a mejorar sus condiciones laborales. Podemos deducir que son tributarios de la teoría que concibe que el agente bien remunerado sea menos propenso en corromperse, aunque ya es vox populi la relación que tienen con el crimen organizado. Para intranquilidad de estos, el gobierno ya anotició un bono de $5.000, endulzado con las palabras del ministro de defensa Rossi: “en muchos lugares, el Ejército es aplaudido”.

Mientras se niega la movilidad salarial y jubilatoria junto a la exención de aportes patronales a los capitalistas, se premia a quienes no dejan de ser noticia por el hostigamiento a trabajadores y jóvenes que buscan su ingreso diario. Para colmo, ninguna ART pretende cubrir la infección del COVID 19 sobre el trabajador asegurado (Clarín, 28/3) instándolo a llegar a la Comisión Médica Central, que para entonces quien sabe cuánto tiempo habrá transcurrido.

Hasta el 27 de marzo, 6.200 personas han sido detenidas y a 201.000 se los imputó penalmente (CORREPI). Por ejemplo, en Santa Fe, por la emergencia, el Poder Judicial se encuentra cerrado y por esto ha instruido que no es necesario el concurso del fiscal para formular la acusación de este delito. Si la justicia, que de por sí se encuentra abarrotada por el sin fin de causas diarias que debe atender, el embudo que se ha de generar en las próximas semanas puede desencadenar una suerte de indefensión generalizada. Vía libre para toda arbitrariedad policiaca y judicial.

Orientación política

Sobre el hilo de las declaraciones políticas del último mes ha quedado expuesta la contradictoria orientación política del gobierno. Desde “dar vuelta la página”, previo al 24 de marzo, atribuyendo el genocidio a “la inconducta de algunos” militares, junto la posibilidad de decretar el Estado de Sitio (pretende dos cuestiones fundamentales. Por un lado, encubrir la responsabilidad de años y años de desfinanciamiento de la salud pública, y por el otro, un mensaje aleccionador: la ‘unidad nacional’ es con la policía y los militares.

Los límites inconmensurables del programa conciliador con los capitalistas del gobierno, para hacer frente a la pandemia y resguardar las garantías democráticas básicas de todo “ciudadano”, lo manifiesta la situación carcelaria que ha explotado la última semana. Tan solo en la Justicia Federal, el 60% de los privados de su libertad están bajo prisión preventiva, padeciendo las penosas condiciones de higiene y seguridad en cárceles superpobladas (Procuración General de la Nación, 25/03). Alberto es impotente hasta con los presos políticos kirchneristas de eximirlos de este foco infeccioso, beneficio que si están gozando 18 genocidas en sus domicilios (ANRed 27/3).

Una salida

En el preludio del pico de contagio, la reivindicación de las libertades democráticas debe tener un aspecto central. El derecho a organizarse y de luchar, es el presupuesto necesario ante cualquier intentona de estado de sitio, cuya declaración no resuelve la crisis sanitaria y el desfalco económico. En Italia, uno de los países más afectados, sus trabajadores han lanzado la huelga por sus reclamos. Debemos contribuir sobre esta perspectiva, programa mediante.

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