No a las formaciones con asbesto en el subte

Escribe Matías Cisneros

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La empresa Emova del grupo Roggio ha plasmado en acta que pretende poner a circular las formaciones Nagoya 5000 en la línea C. Estás formaciones fueron parcialmente desasbestizadas. Pero la pintura que se usó para ocluir el interior, donde hay asbesto en las paredes de la formación, se descascaró antes de haber dado una sola vuelta con pasajeros. Por ello, los trabajadores de la línea rechazan trabajar con estas formaciones. Completar el saneamiento del asbesto requeriría sanear las instalaciones, limpiar industrialmente y filtrar el aire. La compra de nuevas formaciones libres de contaminantes es la solución de este problema.

El Gobierno de la Ciudad ha presupuestado la compra de 25 unidades para la línea B, pero ha presentado papeles para adquirir sólo 16. Las líneas que tienen coches contaminados son la B, C y E. La línea A está afectada en este problema porque ha cedido parte de sus formaciones para que circulen, en línea C, los coches chinos CNR.

En la última inspección conjunta de la formación “P” Nagoya 5000 con la participación del sindicato, la empresa y la policía del trabajo (dependiente del gobierno de la ciudad) no se llegó a un acuerdo. El sindicato rechazó las condiciones de la formación para circular por la línea, la empresa insistió en que está en condiciones y la policía del trabajo dijo que le falta información.

La empresa, para echar leña al fuego, está presionando a los afectados por asbesto que se encuentran de licencia especial a retomar tareas antes de haber terminado de quitar el contaminante en los sectores donde trabajan. Además, ha presentado un plan de mantenimiento a los delegados de talleres donde se tercerizaría el mantenimiento general. Un vaciamiento acompañado de la polifuncionalidad, eliminando sectores de trabajo.

La respuesta obrera

El rechazo de los compañeros de tráfico C a trabajar con los Nagoya 5000 ha generado realineamientos a su favor. Por caso, el rechazo de los trabajadores de tráfico H al traslado de afectados a su línea, el reclamo de compra de formaciones para la línea B, la retención de tareas en el taller Rancagua y otros sectores. Pero la campaña de agitación contra la circulación de los Nagoya 5000 ha llegado a un punto de inflexión. La maniobra que prepara la empresa para enfrentar esta situación es poner a circular las formaciones con personal de ATO (seguridad operativa fuera de convenio).

Una resolución del conflicto a favor de los trabajadores no depende de meros argumentos volcados en una mesa de negociación, sino por la determinación de parar la línea y recabar el apoyo de las otras. Las 3 muertes de compañeros y los más de 66 afectados por el contaminante son un argumento más que contundente en defensa de la salud y la vida de los trabajadores. Se hace más necesaria que nunca una asamblea general de línea C con trabajadores de Tráficos y talleres para votar el pliego íntegro de reclamos y un plan de lucha de todo el subte.

Se aproxima una salida de fuerza para obligar al gobierno de la ciudad a implementar una compra de formaciones nuevas y hacer retroceder a las provocaciones y apretadas de la empresa. El nuevo contrato de concesión con subsidios por kilómetro recorrido no puede ser a costa de la vida y la salud de los trabajadores.

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