Escribe Olga Céspedes
Publicado en Diario del Norte (Salta), el 22/9/22.
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En una entrevista a un medio local, Jorge Altamira fue abordado acerca de diversos temas de actualidad nacional e internacional e, incidentalmente, acerca de la ausencia de unidad de la izquierda. Altamira respondió que la izquierda no adolecía de la falta de unidad, citando al FIT-U, sino de la ausencia de una política socialista. Entre los ejemplos que ofreció fue la ausencia de una campaña contra la guerra imperialista. Hubiera sido difícil que ocurriera de otra manera, pues tres de las organizaciones del FIT-U apoyan a la OTAN. Interpelada por el medio, Cristina Foffani, del aparato salteño del PO, respondió, sin embargo, que Altamira Miente, porque, según ella, el PO oficial tiene una política socialista frente a la guerra. En este caso, el FIT-U sería un frente entre los partidarios de la guerra imperialista de la OTAN, por un lado, y los enemigos socialistas de la OTAN, por el otro. Foffani le ha mentido al medio acerca de esto y a todos sus lectores u oyentes.
Foffani dice que su organización levanta la consigna “guerra a la guerra”, pero omite lo que sigue: el reclamo de que la OTAN y Rusia se retiren de Ucrania. Como la OTAN no ocupa territorialmente Ucrania, la exigencia va dirigida solamente a Rusia, que es el objetivo de guerra de la OTAN. Esto es precisamente lo que plantean los otros tres socios del FIT-U, lo que nos lleva al punto de partida acerca de que esta izquierda está bien unida. Una paz, en los términos señalados, sería una paz imperialista, que sin embargo abriría una nueva etapa de la guerra, ahora directamente contra Rusia. Son numerosos los observadores que señalan que, si la OTAN se impone en el conflicto, Rusia entraría en una crisis política desintegradora, que la convertiría en el bocado de un reparto territorial.
La mirada del FIT-U acerca de la guerra, además de proimperialista, es estrecha. Porque la OTAN se encuentra en guerra contra China, como consecuencia del cuestionamiento a la soberanía de China sobre Taiwán, por parte de Estados Unidos. La cuestión de una agitación socialista contra la guerra imperialista asume dimensiones colosales. Una agitación socialista significa señalar que sin el derrocamiento del capitalismo la humanidad se dirige a una catástrofe humanitaria.
Es conocido que la actividad parlamentaria del FIT-U es pródiga en declaraciones y proyectos de leyes que son lo mismo, porque no reúnen votos ni en las comisiones. ¡Pero no hay una sola declaración sobre la guerra imperialista! Nada por aquí, nada por allá; lo que sí hubo es un voto a favor del sionismo en las legislaturas de CABA y Córdoba. Foffani oculta todo esto.
Altamira ha dicho las cosas como son, la que miente, vergonzosamente, es Foffani.
La entrevista finaliza con la pregunta del periodista acerca de si la izquierda toda va a ir unida a las elecciones. Foffani responde que todo depende de si hay un acuerdo con el programa, otra mentira, porque el FIT-U tiene un programa, de neto carácter populista. A Foffani la tiene sin cuidado el programa; sólo quiere saber el lugar en la lista que le tocará a Claudio del Pla y la duración de su mandato rotativo; el PO oficial ha concluido en el arribismo. Luego de condicionar mentirosamente la unidad del FIT-U a un programa, Foffani atribuye que “Altamira miente porque está interesado en dividir” – un clásico recurso del stalinismo contra el trotskismo. El asunto es mucho más prosaico: con la suspensión de las PASO en Salta, Foffani teme que Del Pla sea empujado al descenso en el orden de las listas, que encabezará el MST, un fanático de todas las guerras de la OTAN, desde el bombardeo a la Federación Yugoslava, hace 25 años, así como de incorporar a la CTA y a Pérez Esquivel al FIT-U.
Detrás del juego de las mentiritas tenemos el retrato de la liquidación política del Partido Obrero por parte de una camarilla.